𝗩𝗘𝗜𝗡𝗧𝗘: Nuestra Sangre

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En cuanto mi dedo toca el gatillo, lo veo a los ojos

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En cuanto mi dedo toca el gatillo, lo veo a los ojos. Él retira su mascarilla, echándola a un lado, revelando su rostro ante mis ojos.

—Billy —mi nombre sale de su boca en un suspiro incrédulo.

¿Cómo sabe mi nombre?

Tuerzo la cabeza un poco, intentando vincular su rostro con el de alguien del pasado. Sus ojos oscuros sobre los míos se hacen muy familiares. Un dolor agudo en la parte trasera de mi cráneo me trae a la realidad. Él baja su arma, en movimientos casi robóticos, elevando las palmas de sus manos mostrándose indefenso. 

¿Quién carajo es este tipo?

—¿Quién eres? —pregunto, aún apuntando hacia él.

—Billy —repite mi nombre, intentando acercarse.

Disparo cerca de sus pies, haciéndole retroceder.

—¡¿Quién eres?!

Frunzo el ceño.

—¿No sabes quién soy? —pregunta, acercándose una vez más, esta vez, preparado para disparar contra mí.

—No —respondo obvio— ¿Debería?

Toma otro paso hacia delante.

—Quédate ahí —espeto—, quédate ahí.

—No dispares —responde—, quiero hablar.

Su voz me resulta familiar.

—¿Eres Jackdaw? —cuestiono— ¿Tú estabas intentando comunicarte con Ross el día que murió?

—¿Eres tú quien lo mató?

—No, pero lo habría deseado —aseguro— ¿Cómo sabes mi nombre?

—Siempre he sabido tu nombre —responde, manteniendo un tono amable—, sé tu nombre desde hace mucho ¿No sabes quién soy? 

—¿Qué se supone que diga? ¿Lady Gaga? —ruedo los ojos— No tengo ni puta idea de quién eres y cómo es que sabes mi nombre, te recomiendo comenzar a hablar si no quieres una de estas en la cara —recargo— ¿Entonces...?

—También puedo —asegura, apuntando contra mí.

Disparo apuntando a la columna junto a él a modo de advertencia. No estoy jugando.

—Soy Dexter —replica, acercándose—. Soy Dexter Reid.

¿Quién?

—Hijo de Jake Reid y Sara Schultz.

Recuerdo a Jake Reid, recuerdo la cara de mi padre cuando llegó a casa luego de haberse encontrado con él y también recuerdo lo destruido que se veía después de saber toda la verdad. Si dice la verdad, pues él, el chico que tengo frente a mí... Es mi hermano.

Perros de Guerra | ✓ EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora