Mi sabor es muy dulce, un caramelo de bolsillo parecidos a los Tic Tac de fresa. Con un delicioso y refrescante sensación en tu paladar que esta al alcance de ese entonces de cualquier universidad en el mero centro de mi salud.
No es un concejo el que te estoy dando, pero mantenerte en un lugar con gran demanda es costoso, recurrir a mi compañía tuvo desde un principio un gran descenso y estuvo aumentando la cantidad de billetes en cuanto publique mis servicios como Escort.
Había terminado la universidad con un título en administración internacional, pero no quería que mi vida de lujos cambiara atendiendo una oficina.
Mi abuela me aconsejo que la vida puede ser simple y ahora me encontraba recibiendo mi paga, después de un delicioso polvo con lo que no quiero entrar a detalles, pero el hombre era mas que millonario con el gran pedazo de casa.
−Le agradezco por parte de mi jefe que haya cumplido perfectamente con su servicio. −Agradece el moreno mientras cuento el dinero acordado− Si desea esperar a sus compañeros.
−No tengo compañeros, trabajo de manera independiente.
−Tengo tu número telefónico de la empresa en línea. ¿Puede darme otra referencia?
−Tan poco acepto trabajos fijos, tengo un itinerario pesado y un pequeño canal de videos con donaciones que no pienso dejar. −Rebusco en mi chaqueta una pequeña tarjeta de presentación− Si quieres contratarme simplemente será una noche.
Toma la tarjeta y asiente, me acompaña hacia la salida y no entiendo como mi yo borracho pudo a entrar a tal fortaleza. Teniendo que caminar en el inmenso jardín había personal que estaba trabajando a altas horas del día y guardias revisando el lugar.
Al llegar al portón recibo una notificación en mi celular que esta por llegar el taxi que pedí cuando me levanté.
−Jung Hoseok, me gustaría guardar una reservación de tus servicios para la semana entrante en el mismo día y a la misma hora. −Pide el asistente apuntando en la agenda de su tableta después de recibir igualmente una notificación de su jefe− La fecha y la hora no puede cambiar. ¿Qué dice?
Suspiro sintiendo ahora mi cuerpo pasar por un dolor abdominal e igualmente haciendo memoria no recuerdo tener algún otro pendiente que se me cruce así que veo al rubio.
−No, no tengo nada agendado, así que está bien. −Recuerdos mis modales al tratar con alguien tan profesional− ¿Con quién tengo el placer disculpe?
−Kim Namjoon. Espero tener su confirmación para el viernes, si tiene algún inconveniente hágamelo saber con anticipación y trate de comunicarme con usted para que se cerciore su siguiente cita. −Me indica la salida y sin mantener una sonrisa con ese semblante serio me cede el paso− Que tenga un buen día.
−Si, no hay de qué.
Que incomodo, me había ahorrado tanto tiempo en el que suelo perder con otros clientes.
Cuando desperté mi cliente ya no estaba, la habitación donde se encontraba docena de omegas había desaparecido y los habían trasladado en otras habitaciones. En donde me encontraba estaba impecable y fue la servidumbre de esta casa la que me dio un cambio de ropa y tomar una ducha.
En cuanto salgo de la mansión me encuentro con el emblema bañado de un color oro el apellido Kim y caminando un par de pasos tomo mi transporte para ahora atender mi dolor de cadera, tomo mis analgésicos y retorno el camino en casa teniendo la curiosidad ahora de este viernes.
La considerable presencia de una gran cantidad de omegas por parte del maduro alfa, había visto a ese hombre complacerse con tan solo ver a cada uno de ellos rendidos a sus pies y lo que aun me parece mas raro es que me haya una buena follada.
Me da igual al momento que escucho mi celular en la que me entra la llamada de un celular privado, mi mueca desaparece en una sonrisa y en un tono suficiente para atender a mis amados clientes.
−Bueno. ¿Quién habla?
−Soy yo, Hoseok. −Escucho el tono grueso de mi jefe de turno nocturno Lee Félix− Quería asegurarme que estas bien, después de la borrachera que pasaste te vi danzando a otro lado.
−Me volví en el anfitrión de unos escort de omegas en el bar. −Le comento con una sonrisa recordando el momento− Se pusieron muy generosos conmigo y me invitaron a uno de sus trabajos.
−Tienes suerte de haberte ido cuando acabaste tu turno, necesito que en esta noche nos ayudes a abrir el local. −Ordena a lo que yo escucho atento− Habrá apertura con nuevo cronograma y necesito que te pongas al tanto.
−Esta bien, llegare una hora antes.
−No me defraudes mi anfitrión estrella.
Contenido mañanero para mi publico de cibernautas, acompañante en las tardes y anfitrión de uno de los mejores bares de todo Seúl, es lo que mantiene mi exclusiva vida.
Yo tan poco sentiría envidia por el camino que he formado en estos cuatro años, este día era el mejor de todos, otra puerta abierta para nuevos clientes que sudan plata y complacen mis compras de adulto independiente.
Llegando a la parada que esperaba bajo del taxi dándole al conductor su paga y una pequeña propina. Me acerco a la tienda de conveniencia en la zona en la que vivo y al estar dentro tomo un carrito para llevar cada chuchería y golosina que se me antoja por el momento
−Soy un adulto independiente, con gustos. −Tomo las delicias de comida instantáneas que antes no había probado y acabo con los estantes de chocolate− Uhhh, con gustos... ¡Yupi!
Mis manos van hacia el carrito y corro celebrando por la repentina paga sin planear. Había recibido una gran cantidad de dinero que podía gastar a mi antojo y lo mejor de todo es que sería contratado de nuevo.
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