Capitulo 17

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Jung Hoseok.

Con una gran sonrisa en mis labios y exhausto en la compañía de las féminas miran atentas las fotografías de la última reunión con Taehyung hasta llegar a la ultima termina de presumirle a mis dos tías y mi mama.

− ¿Cómo ven?

−Ay, Hoseok. Hasta yo puedo conseguir imágenes como esas en internet. −Habla mi tía Yamada la mayor de las hermanas entre mi madre− Si tanto dices que es verdad. ¿Por qué me muestras una en la que salgas tu?

−Bueno, no lo había pensado porque se me acabo la batería. −Menciono con tristeza ganándome la risa escandalosa de mi tía Hania− Pero mi novio nos tomo una, tal vez pueda convencerlo para que me la pase.

−Que mentiroso Hoseok, ahora si te la volaste.

Hago un puchero y guardando mi celular me acerco mas a mi padre que esta fumando un cigarrillo, los buitres de mis tías y mi madre siguen con las burlas y lo peor de todo es que no había manera de contradecirles, Taehyung no responde su celular.

−Estaba segura que la cara pendeja de mis hijas se iba a componer con el tiempo. −Hace su aparición mi abuela que con la misma energía baja las escaleras− Hoseok. ¿Por qué no saludas a tu abuela?

Ahora mi padre y yo somos los que se burlan. Me pongo de pie para acercarme a mi abuela, en cuanto le doy un abrazo percibo su acido aroma vino tinto. En cuanto me separo de ella se encarga de peinar mi cabello con sus gastadas manos y darme un beso en la frente a su único nieto.

− ¡No te imaginas todo lo que he hecho!

−No me grites, no estoy sorda. −Mira detrás de mis hombros a sus hijas− ¿Qué no ven a mi nieto? Tu, bueno para nada. Deja de gastarte los pulmones y ve a servirle lo que le prepare a mi nieto.

Ayudándola a bajar las escaleras vamos a la sala para sentarme junto a ella y descansar del largo viaje, en cuanto enciende la televisión en el canal de música le cuento de mi trabajo en el Bar Judas y posponiendo el hecho de que había sido sometido por un alfa.

− ¿Te acuerdas que te dije que te iba ir muy bien Hoseok? −Me pregunta y yo asiento.

−Siempre has sido un ave de buen agüero, abuela.

−Lo se y donde estoy yo esta la suerte. −Su cariñosa mano se acerca a mi cuello de tortuga y en cuanto lo jala ve la marca− Es una lastima que parte de mi suerte no te la hayas llevado tu. ¿Qué es esto?

−Abuela, ya tengo un alfa. Es muy guapo y de alta alcurnia, es mi destinado.

−Ya te he dicho que no te bases en el romanticismo que te engendro tu padre. −Suelta mi cuello devolviéndome el aire−Un alfa atonta, abusan de los agiles omegas y no son de fiar. Mañana lo cortas.

−Pero tú también eres un alfa.

−Soy un alfa independiente que no necesita de un omega, tienes como ejemplo tus tías tienen alfas que no saben atenderlas bien. −Su mano va hacia la cabeza y deja de prestarme la atención para ver la televisión− Destinados, que estupidez.

−Abuelita, no te enojes. −En uno de los sillones me acerco para tomar los bocadillos que traje para ella− No me gusta que te enojes. ¿No vas aceptar lo que te compre?

Ahí cambia su rostro de mala gana toma la bolsa de bocadillos, entre ellos caramelos de uva, sus frituras favoritas y algunos licores. No recibo respuesta, pero la veo arrasar por cada bocadillo mi padre se acerca para servirme para cenar y mientras como veo a mis tías atareadas.

− ¿Van a tener alguna fiesta? −Murmuro hasta hacer cuentas y saber que es el cumpleaños de mi abuelo, mis ojos se abren notando su mirada molesta− Felicidades, abuela.

AAAEH🍓Vhope ¡COMPLETO!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora