One Shots Y OTRAS COSILLAS DE ANIME (PEDIDOS ABIERTOS)

1. Jean Kirschtein🐎

Shingeki no Kyojin 

Título: Castigo y cobardía 

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—¿Sabes?, si tuvieras un poco de valor podrías acercarte y declararte; así te ahorras sufrimiento, y yo no me pasaría tanto tiempo viendo como te hundes en un calvario personal.

No hacíamos nada en especial, sólo estábamos sentadas en un descanso viendo como el resto de los reclutas caminaban de un lado a otro para dejar o llevar cajas de alimento y repuestos; sin embargo mi amiga, la única a la cual podía llamar de esa manera me causaba molestia.

No era un secreto que Mikasa estaba muerta de amor por Eren desde que somos unos niños, pero por razones que desconocía no se animaba a decirle la verdad; aunque a final de cuentas, ¿quién era lo demasiado estúpido como para no notar las obvias interacciones que tenía la azabache con él?. Incluso un ciego sería capaz de verlo.

—¿De qué hablas?.— cuestionó una vez que desvió la mirada del castaño que se encontraba peleando con cierto cara de caballo.

—No te hagas la tonta conmigo Ackerman, los ojos no se te salen de la cara sólo por los nervios ópticos.— me burlé mientras me sentaba bien para observar su rostro fijamente.— Dícelo, no perderás nada, es fastidioso hasta cierto punto que te quedes callada.

Miré de nuevo hacía el grupo de chicos, ahora Armin y Connie interferían en la pelea sin sentido de esos dos. Un golpeteo en mi pecho me hizo desviar la cabeza cuando ese par de ojos se fijaron en los míos.

—Se conocen desde tiempo atrás, sólo hazlo.— solté con más amargura de la que esperaba.

—¿Por qué?.— la observé con cuidado sin comprender a lo que se refería.— ¿Por qué dices eso?, ¿cuál es tu insistencia?

Los ojos de la chica me analizaban lentamente, al principio sólo sentía algo de nervios, y al cabo de unos segundos una sonrisa socarrona invadió mi rostro con un dejo de suficiencia.

—¿Estás celosa?,— pregunté con una risita al final ante tal pensamiento por su parte.— ¿Crees que amo a Eren?.

Con un sonrojo evidente su gesto se relajó en segundos, aquello era una situación graciosa pero podía sacar provecho de ella y así terminar de una vez por todas con ese juego que la Ackerman llevaba haciendo con Jaeger desde hace tiempo.

—Bueno, supongo que tienes razón.— sus ojos volvieron con rapidez a mi rostro que ahora se fijaba sin parpadear hacia el castaño que era reprendido por el Capitán de la Legión.— Lo amo, estoy tan loca por él que no puedo esperar el momento para que te rechace y tenga el terreno abierto.

Las manos de la chica se apretaron con furia sobre la mesa ante la mentira, justo lo que esperaba.

—La verdad has sido muy tonta, si crees que él te hará caso por ser tú estás equivocada, ¿qué clase de chico parecido a Eren voltearía a ver a alguien que es tan poco femenina?. Él necesita a alguien que lo cuide y ayude.

Las miradas que me dedicaba fácilmente podían ser cuchillos que ya me habrían degollado viva sin piedad. "Lo siento amiga, es por tu bien", repetía mentalmente cada vez que soltaba algo hiriente para ella.

—Así que es mejor que te quedes callada, no podría aguantarte llorando por el rechazo y para mí es más fácil ir a confesarme, es como un juego de niños; sólo lo miras, lo dices y cuando te dicen que es broma sólo contestas no. Entonces debería ir.

Me levanté casi en cámara lenta para ir "hacía Eren". Yo esperaba que Mikasa corriera para detenerme, o adelantarme para poder confesarse, pero lo que obtuve fue un peso extra en la espalda que hizo que me diera de bruces con el suelo terroso. Cuando me di la vuelta fui consciente por primera vez de la aterradora mirada de los Ackerman cuando deseaban aniquilar a alguien, tal y como decían los rumores.