2. Levi Ackerman 🗡

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Shingeki no Kyojin

"La guitarra y el pincel"

🌏 (contenido +18 1 flamita)

Armin... te adoro. Las palabras le daban vueltas como un taladro dentro de su cabeza como si fueran una clase de castigo que un dios vengativo le había impuesto, pero era obvio. ¿Qué era lo que pensaba, qué una niña de cinco años recordaría la promesa que le hizo a un adolescente el resto de su vida y la cumpliría?, ¿Qué clase de derecho tenía él sobre una joven que le encantaba ser espontánea y libre?, ¿Qué podía reclamar cuando él fue el que construyó una barrera de separación entre ambos y la desilusionó en el momento menos adecuado? Levi onii-chan... 

—¡Levi!,— ojos verdes... cafés.— ¿Estás bien? Hace un rato que estás perdido en la plática.

Era una mesa redonda llena de adultos que lo miraban detenidamente. La hora del almuerzo, estaban en la cafetería que frecuentaban desde que empezó a trabajar, también era el lugar donde su antigua banda se reunía; y claro, donde la conoció.

—Todo perfecto, solo pensaba en algo de mi casa.

—¿Tienes algún problema? Podemos ayudarte.— soltó un rubio de ojos claros con una sonrisa cálida.

—No, no es algo que se resuelve en grupo.

La conversación se volvió amena e irrelevante para él, pero se dedicó a poner atención en los momentos adecuados para no verse en las nubes cuando se le hiciera una pregunta y no continuarán insistiendo en meterse con sus asuntos personales; no era necesario. A eso de las seis de la tarde, justo cuando el restaurante que había levantado, hacia cambio de turno, se dirigió su casa con la cabeza llena de ideas, por ello al entrar a su hogar lo tomó por sorpresa cierta situación.

Al entrar, la casa se encontraba sin hacer un solo sonido, en penumbras, puesto que el anochecer se estaba presentando paulatinamente. En su cabeza la respuesta que encontró era que su prima había salido con su novio en compañía de Rin y sus amigos; y probablemente su tío Kenny todavía estaba en la oficina al igual que su tía, por lo tanto subió las escaleras seguro de su soledad, sin embargo, eso fue un error de su parte.

Cuando llegó a la parte superior de la residencia Ackerman, la luz de cierta habitación era la muestra de que había alguien con él y sin duda alguna los ruidos que provenían de ahí lo hicieron pegar un grito de alerta en su cabeza.

No... espera, no tan rápido... A-Armin, sí... justo ahí,  justo ahí, ¡¡¡Ah, sí!!!— por unos cuantos segundos la cabeza del azabache se sintió abrumada por los sonidos que procedían de la habitación, y embriagado por las sensaciones irracionales que presentaba abrió de golpe la puerta.

—¡Rin!— justo como lo imaginaba; la dos cabelleras rubias se entremezclaban con las sábanas azuladas de la muchacha, los cuerpos fusionados, el más afeminado de lado con cierta parte de su tórax al descubierto y una mano madura sobre su pecho, en cuanto al otro, se aferraba de la cintura de ella para tener un mejor acceso a esa parte.

No hubo ni una clase de sensación dominándolo, fue confusión al lado de la sorpresa, ira irracional y un repudio a la imagen que se le presentaba, que no necesitaba ni una sola invitación para querer entrar al lugar y poner de patitas en la calle a aquel que en el pasado era un niño tan inocente que el solo hecho de ver a sus amigas en falda lo hacía pintarse de colores.

—¿¡Qué carajos te pasa!?, ¡cierra la puerta!.— no necesitó pedirlo una segunda vez, ya que un reloj salió volando por la habitación con el objetivo de alcanzar la cabeza del azabache, cosa que no ocurrió pues sus reflejos le permitieron cerrar rápidamente antes de que el objeto llegara a su presa.— Idiota.

One Shots Y OTRAS COSILLAS DE ANIME (PEDIDOS ABIERTOS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora