Título: Motivaciones.
Desde que Kiyoko empezó la búsqueda de la nueva mánager, ninguno de los chicos del equipo pensó que la muchacha volvería no sólo con una, si no ahora dos alumnas de primero con evidentes diferencias tanto físicas como en personalidad.
La primera chica, Yachi, era algo más callada y nerviosa con la gente, de menor estatura y cabello claro; la segunda chica era un centímetro más alta y de cabello pelirrojo fuerte, no era la clase de niña que hablaba fuerte ni se quejaba, era neutra siempre sonriendo y apoyaba en cuanto pudiera al equipo.
La mayoría de los chicos estaban encantados con las nuevas adquisiciones del equipo, sin embargo sólo uno se cuestionaba con cierto fastidio el por qué de la actitud de la segunda mánager.
-¡Kageyama!- llamó la chica al ver que volvía a fallar su movimiento por décima vez.- Intenta doblar tus pulgares para dar la vuelta al balón cuando vaya en el aire, así dará el efecto que buscas.
El azabache miró confundido a la muchacha, aunque su consejo dejó algo anonadados a los presentes a excepción de la mánager titular que sonrió levemente. Aún algo dudoso ante la propuesta el chico miró dos veces a la pelirroja, pero ante la confianza que veía en sus ojos no hizo más que aceptar con un asentimiento.
El chico tomó posición y al momento en que él balón tocó sus dedos recreó el pequeño movimiento que la joven le mostró hacia sólo unos momentos simulando el objeto que ahora él tenía en sus manos. Y así como por arte de magia el balón cayó sobre la botella que marcaba el lanzamiento A de la izquierda.
Ante el sonido sordo del caer de las cosas Kageyama alzó la cabeza sorprendido para toparse con la gran sonrisa de la chica por la actuación perfecta.
-¿Cómo sabías que eso iba a funcionar?.- cuestionó acercándose con el resto del equipo a sus espaldas que habían sido testigos de todo.
-Mikoto a diferencia de nosotras dos sabe jugar voleibol a la perfección, fue campeona en las ligas infantiles y de la secundaria en las ligas nacionales.- les informó la azabache con una sonrisa de satisfacción.- Ella era conocida desde pequeña como...
-El Habanero.- terminó el pelinaranja al ver con detenimiento las facciones de la chica, en especial sus particulares lunares debajo de los pómulos.- Eso decían porque los ataques que lanzabas tanto en servicios como acomodando eran tan buenos en alguien pequeño que sentías como una picazón en los ojos tratando de seguir el balón.
La chica sonrió bajo la admiración de todos los presentes, a excepción de uno que no la miraba directamente.
-¿Por qué no seguiste en la cancha?.- cuestionó el Capitán algo intrigado.
-Medir 1.58 no ayuda mucho en el voley, además todos los equipos femeninos son diferentes al suyo, siempre tratan de opacar los talentos en lugar de apoyarlos.- soltó con algo de pena.
De ahí salieron miles de protestas e invitaciones de ayuda de casi todos los miembros para tratar de que la chica recobrara su fama dentro del juego, pero todas fueron rechazadas amablemente por ella; en su lugar hacía varios consejos a cada uno que no dudaron en aceptar y todo ello llevó a incrementar la molestia de cierto rubio que veía la escena con recelo.
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Así llegó la semana en que debían asistir a Tokio para el entrenamiento en conjunto de las otras escuelas especializadas en el voleibol; sin embargo, la efusividad en el trayecto molestaba un poco a Kei que deseaba no ver a nadie a la cara pues en la primera semana de la pelirroja como tercera mánager a cargo había logrado no sólo promocionar al equipo si no también una donación tan grande que mejoró un poco los uniformes y compraron un autobús para el equipo.
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One Shots Y OTRAS COSILLAS DE ANIME (PEDIDOS ABIERTOS)
أدب الهواةConsidero que la vida es demasiado dura y aburrida como para enfrentarla sin un poco de imaginación o escapar de la realidad de vez en cuando. En ocasiones eso nos ayuda a no caer en la locura. Es por eso que aquí está este pequeño libro; un portal...