One Shots Y OTRAS COSILLAS DE ANIME (PEDIDOS ABIERTOS)

2. Yuno 🍀🌪🍃

Black Clover

"La familia es... maldición pt.2"

— ¡Así que se conocieron desde niños!.— A esas alturas ya todas habían salido del agua y se dedicaban a tomar un poco de comida y bebida para relajarse, de una manera u otra todas las presentes se habían enganchado en su historia desde el momento en que supieron que Asta no estaba en las posibilidades de esa chica.

— ¿Y qué pasó después?—  inquirió la monarca del Reino del Corazón que reposaba sobre su gran mascota tumbada en el medio del suelo.

— Es obvio que se volvieron a ver, por algo están juntos— soltó la menor de los Silva mientras se acomodaba mejor en su banco.

La muchacha miró el collar que continuaba sobre su cuello con cierta nostalgia, no era la mejor época de su vida, pero le agradaba compartir por fin con alguien esas experiencias.

°•○●🖤●○•°

Yuno caminaba por las calles de la capital del Reino, estaba feliz porque al fin había alcanzado un nivel que lo llevaría a ser seleccionado como caballero mágico. Pasaron tantas cosas para que pudiera llegar a ese punto en donde todo parecía estar al alcance de su mano, tenía confianza en sí mismo; muchas de las cosas de su pasado estaban guardadas en el baúl más recóndito de su memoria, no esperaba que en ese preciso día tuviera que abrirse ante el hecho de ver a una persona.

Al doblar una esquina, cansado de perseguir al hiperactivo de Asta, tuvo la buena o mala fortuna de chocar con una persona que lo desestabilizó un poco por la repentina manera en la que se encontraron; sin embargo, el impacto no fue lo suficientemente fuerte para tirar a alguno de los dos, en su lugar sólo reveló el rostro de la persona ajena que casi sufre un ataque al ver a quién tenía enfrente. 

— Yuno... — Para él fue como si con ese tono de voz, años más maduro, despertara algo en su interior que hizo que se removiera a manera de que las cosas en las que pensaba perdieran sentido.

Al fijar su vista en esa persona se dio cuenta. El cabello rojizo más corto que antes, destellando con matices naranjas ante la luz del sol; los ojos verdes destellando en compás de su blanca piel. Era más alta, aunque no lo suficiente como para alcanzarlo, y continuaba usando esos vestidos y ornamentos en sus ropajes que la hacían ver como un ser de otro planeta con su belleza inalcanzable.

— Adhara... — murmuró sin creerlo, tenía el impulso de querer tocarla, tal vez era su cabeza jugando con él, pero quiso abstenerse de esa idea.

 Claro que la misma regla no aplicó en la joven, porque de un momento a otro una de sus manos tocaban con dulzura el rostro del chico y con la otra levantaba los cabellos negros que caían sobre su frente, igual que la vez anterior, hacía tantos años. La calma llegó a ella cuando sintió la piel caliente del muchacho, quería asegurarse de que no era uno de sus hechizos que solían salirse de control con facilidad.

— Creí que tu estabas... — un nudo en la garganta, como lo que no había sentido desde que tenía siete años, comenzó a originarse ante el  doloroso recuerdo que presenció cuando era niño.

— Yo creí que tu eras el muerto, ¿todo este tiempo estuviste pensando que yo..?.

Por primera vez en tantos años Yuno volvió  a ceder ante el sentimiento. Lloró, abrazado de los hombros de la ahora jovencita que se espantó por unos segundos ante la reacción de aquel chico, aunque lo entendía. Ese era un sentimiento que comprendía a la perfección, porque era una carga en la conciencia que llevó consigo por años y en más de una ocasión se encontró sumida en su propia desesperación. Así que en cuanto menos lo esperaba, también lloraba acurrucada entre el pecho del pelinegro que era más alto por varios centímetros.