Cap. 1

195 14 1
                                    


Narra Misaki

Ijuuin y yo eramos felices, morí de nervios al saber que era un escritor bastante reconocido y amado por muchos.
Por qué alguien así de maravilloso me querría? Ni yo estaba seguro, pero en ese momento era tan joven para entender como funcionaba el mundo.

Estuvimos varios años juntos y por causas de trabajo no podíamos vernos muy seguido, él pensó que sería buena idea vivir juntos así podríamos estar más cerca y le hice caso.
Dejé el departamento que mi hermano había conseguido para mí y me fui con Ijuuin, pero aunque viviera con él ni eso podía hacer que nos viéramos. 

Días en los que tuve que estar en casa de mi hermano para cuidar a mi sobrino mientras ellos se iban de viaje dejé a Ijuuin para que descanse en casa.
Lo llamaba muy seguido para saber qué hacía, contestaba de manera nerviosa el teléfono y creaba alguna extraña excusa para colgar, me preguntaba todo el tiempo cuándo volvería con él.

Una mañana tranquila mi hermano y su esposa llegaron del viaje, me agradecieron y me pagaron lo necesario por haber cuidado tan bien a Mahiro.
Mi hermano decidió llevarme a casa en el auto cosa que no rechacé, quería llegar temprano para poder ver a Ijuuin.
Con tanta emoción y prisas me había olvidado de avisarle que iba.

Me despedí de mi hermano y entré a casa con mi mochila con ropa, sentí el ruido del agua cayendo en el baño, al parecer se levantó temprano para bañarse, quería sorprenderle esperando en la habitación pero vi algo en la cama.
Me quedé en la entrada del cuarto y noté a un chico con orejas y cola de lobo descubiertas dormido en mi cama, sin mencionar que estaba desnudo.

Todo el ruido de la calle, los pájaros, los autos, los niños y adultos que pasaban afuera, todo eso se había vuelto mudo en mi cabeza, un tremendo silencio se hizo presente a mi alrededor, mi espalda se sintió fría y mis piernas temblaban mientras retrocedía poco a poco hasta que una voz me trajo devuelta al mundo.

-Misaki? Qué demonios haces aquí?-

Me dí media vuelta para ver a ese desgraciado, se notaba igual de sorprendido que yo.

-Él es el mocoso que te pretende, Sensei?-

Escuché detrás de mí, ese chico lobo se levantó rápido para ir al lado de Ijuuin y abrazarlo era más alto que él.

-Misaki... Escucha..-

-No...-

Es lo único que pude decir, salí corriendo del lugar sin ver atrás, tomé mi mochila y mis zapatos para ponérmelos afuera. No sentí pasos detrás mío, él no corrió para detenerme y darme explicaciones que, aunque las escuchara ya no había necesidad de perdonar nada.

------

Pasó un tiempo me quedé con mi hermano, no tuve valor para decirle lo que pasó solo hablé con mi cuñada para calmarme, me abrazó fuerte y me dijo que estaría bien ahí con ellos.
A Takahiro le preocupó verme así pero no podía preguntarme.

Recibí mensaje de Ijuuin para poder hablar, no importaba cuanto me doliera en el alma acepté verlo otra vez.
Fui al departamento, mientras tomaba muchas de mis cosas que ponía en mi mochila él me dijo que no pudo evitar haberlo hecho, ese chico lo había engatusado de alguna manera y terminaron haciéndolo... varias veces.

Todas las veces en las que quiso abrazarme lo aparté y al darle una mirada seria supo de inmediato que debería dejar de mentir y decir la verdad, suspiró y me dijo serio;

-Misaki... terminemos esto aquí, si?-

Sabía que todo esto pasaría cuando lo vi de nuevo y aún así estoy llorando...

-Qué tenga suerte con él, adiós.-

Cortante y sin más que decir tomé mis cosas y salí de ese lugar, escuché que cerró la puerta con seguro.

Caminé hasta llegar a la plaza para así sentarme en una banca, viendo a los niños jugar en los juegos del parque, pensaba en cómo decirle a mi hermano que el departamento en donde vivía antes ya estaba ocupado, no podía quedarme en casa ajena, eso me resultaba incómodo.

Miré el suelo por largo rato pensando en todo lo que pasó, si le hubiese avisado que iba para allá Ijuuin sacaría a ese lobo antes de que yo llegara.. esa cruel mentira de "amor verdadero" seguiría hasta que decidiera dejarme.

Qué hice mal?... Qué fue lo que te hice para que me engañes así?... Es por que no dí lo mejor de mí? Es por que no te complací como tú querías? Pensabas que estaba con otro yo también y lo hiciste por venganza?

Es por que no soy un híbrido?
Si tú sabías cuanto odio a esas horribles bestias... lo hiciste para destrozárme aún más, cierto?

Mi vista se nublo unos segundos para así sentir que caían lágrimas. Una tras otra sin parar, un río de dolor pude haber creado pero algo hizo que me detenga.

Una mujer desconocida, una anciana se acercó a mi para sentarse en la misma banca, con una gentil sonrisa me ofreció un pañuelo suyo.

-Querido no llores, tu rostro es demasiado hermoso como para ensuciarlo con tristeza.-

Sus tiernas palabras solo provocaron que llorara más, se acercó más a mí para darme unas suaves palmadas en mi espalda.

-Este es el primer paso para dejar de llorar, hijo mío.-

Así que este era el amor de madre que perdí hace tiempo.

"La historia del lobo plateado" 《Junjou romántica》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora