Cap. 11

67 6 1
                                    


Narra Misaki

-Eh, perdón.. cómo? No te gustan los híbridos?-

Me preguntó algo.. preocupado?

-Pues no, creí que lo había dejado claro por mi manera de actuar en frente de ellos, no es que les tenga miedo.. es sólo que los repudio.-

-P-Pero por qué? Ellos te hicieron algo?-

-Qué?.. Tú no lo sabes?..-

Me enfadé un poco por eso, no quería sentirme tan raro ahora.
Dejé salir un suspiro;
-Papá y mamá murieron a causa de una pandilla de híbridos.- Escuchó atentamente horrorizado; -Yo era muy pequeño tenía 4 años apenas... fue en una noche. Estábamos en mi antigua casa cuando de repente escuchamos golpes y aullidos a nuestro alrededor.-

La atmósfera se tornaba muy extraña, más bien terrorífica.

-Mamá le dijo a Niisan que me cuidara mientras ellos iban a ver qué era, salieron y de repente se escucharon gritos desgarradores... ellos estaban.. siendo atacados.. por lobos.-

-Ah..- Escuché un quejido suyo, estaba muy atento.

-Bueno, Niisan y yo nos escondimos por un largo rato hasta que los vecinos llamaron a la policía... todo fue tan.. repentino.. tan de golpe... ellos no pudieron..-

-Misaki..-
Desbordaron lágrimas de mis ojos, qué tonto de mi parte llorar en un lugar público. Usagi se acercó con su silla hacia mí para poder secar mis lágrimas.

-Lo siento... yo no quería llorar.. creí que lo sabías, si eres el mejor amigo de mi hermano.-

-Yo.. él no me lo contó nunca.. Lamento todo eso Misaki, si hubiese sabido que todo esto te incomodaba-

-No es culpa tuya, Usagi san. Nunca pude entablar ninguna conversación o amistad con esas bestias desagradables... me quitaron lo que más amé en mi vida... no puedo perdonar eso..-

-Tranquilo, Misaki.. vámonos de aquí, no quiero que llores más.-

-Usagi san..-
Lo abracé inesperadamente, aceptó mi abrazo acariciando mi cabello. Sonreí dulcemente por su amabilidad y comprensión, estoy encantado con este hombre.
Pero.. por qué se nota decaído ahora?

------

La noche fue larga, después de salir del restaurante fuimos a caminar y ver algunas tiendas que aún estaban abiertas.
Dejó que abrazara su brazo y caminamos por varios minutos hasta que pasó una hora más.
Después de otro viaje en auto paramos cerca de algún mirador de la playa para así seguir tomando aire fresco, Usagi estaba apoyado sobre el barandal, extendió sus brazos y sin pensarlo dos veces fuí corriendo hacia él para dejarme abrazar, estuvimos así de juntos un largo rato mientras él fumaba.

Seguro mis mejillas estaban al rojo vivo, esto era una sensación de nostalgia, lo más precioso del mundo lo podía sentir otra vez. Ya no debía fingir felicidad por los demás, esto era más que real.

-Agh.. ah..-

Se quejó, parecía que algo le dolía. Me apartó dejando caer el cigarro al suelo, se dio media vuelta para apretar con sus manos el barandal.

-Usagi san? Estás bien?-

-Tranquilo.. estoy bien, Misaki..-

No lo parecía.

-Oye, Usagi san..-

-Te llevaré a casa, si?-

No me dirigió la mirada, opté por aceptar su propuesta e irnos al coche.
En todo el camino estuvo quejándose del dolor en su cabeza, a lo mejor era migraña? Él es mayor que yo, tal vez debe tomar algo para sentirse bien.

Llegamos a casa, se estacionó y ahí quedamos hablando un poco.

-Tengo pastillas si quieres..-

-No gracias, Misaki. Agradezco tus cuidados.-

-No digas eso, puedes entrar a casa si quieres. Toudou ya debe estar dormido.-

Me saqué el cinturón.

-No podría seguir molestando, debes descansar tú también.-

-Tú igual, seguro estuviste aguantando mucho, no es así?-

Apoyé mi mano en su frente para ver si su temperatura estaba alta o no, pero obtuve una linda sonrisa de parte suya.

-Misaki, me encantaría quedarme un poco más contigo.- Tomó mi mano con delicadeza; -Pero créeme, cuando me duele la cabeza de ésta manera no querrás tenerme cerca.-

-No digas tonterías, me llamarás cuando llegues a casa? Es para estar seguros.-

-Je, de acuerdo.-

Sonreí por la respuesta.

-Gracias por la cena.-

-Ahg.. jeje Lo siento Misaki, no puedo seguir así.-

-Tranquilo, ve a casa y duerme Usagi san, podemos vernos la semana que viene.-

-La semana que viene?-

Preguntó con algo de queja, como si fuera un niño.

-Sí, tonto. Debo hacer horas extra así que es posible que salga tarde, te avisaré cualquier cosa.-

-De acuerdo, yo debo seguir con los libros.-

-Me encantará leer el siguiente tomo.- Me bajé del auto; -Nos vemos, ten cuidado.-

Me despedí y fuí caminando hasta la puerta de mi hogar pero me detuve al escuchar pisadas que venían rápido a mí, me di vuelta y me topé con un monstruo de abrazos.
Acepté con mucho gusto su muestra de afecto tan repentina.

-Nos vemos, Misaki.-

Fue al auto, esperó a que me metiera en casa para irse. Al cerrar la puerta apoyé mi espalda para así sacar un largo suspiro, como si de una colegiala enamorada se tratase.

-Y bien?-

-Ah! Qué haces despierto todavía?!-

Me asusté al recibir a mi amigo, por su cara se notaba que estaba cansado, le sonreí como tonto;
-Tú cómo crees? Ves mi cara? Es la cara de una persona súper feliz!-

-Qué genial, Cuéntame todo!-

Nos quedamos hasta la madrugada hablando con mi amigo de la mejor noche que pude vivir.

"La historia del lobo plateado" 《Junjou romántica》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora