Cap. 24

59 7 5
                                    


Narra Misaki

Usagi san y yo estábamos recostados en la gran cama de su hogar.

-Así que Takahiro y tú están bien?-

Preguntó;

-Pues.. me dijo que aunque hagamos las pases estaría molesto de igual forma.- Suspiré triste; -Por lo menos me perdonó, en cambio Toudou no me responde los mensajes..-

-Lamento eso, es un chico agradable. Pero me molesta que tengas tanto su aroma.-

-Lo sigo teniendo?-

-Algo.-

Cruzamos miradas por un rato;

-No te sientas mal Misaki, seguro que te volverá a hablar. Dale tiempo.-

Respondió Usagi san sonriente mientras acariciaba mi mejilla. Desvié la mirada, suspiré sin poder formular alguna palabra.
Creo que el silencio era lo más indicado en ese momento.

No duró mucho al sonar el teléfono de Usagi san.

-Deberías ir a responder.-

Dije mirándolo, mostró una mueca de disgusto, no le gustaba para nada ese teléfono. Se levantó quejándose por el molesto ruido escaleras abajo, me dio gracia.

Me senté en el borde de la cama para ver mi celular, a lo mejor tendría un mensaje o algo... nada.
Desbloquee el celular y me quedé pensando un rato;

"Hola Toudou, cómo estás? Hace rato quería saber de tí. Quiero que nos veamos en algún momento para hablar.
Si no puedes te lo diré aquí, lamento haber dicho cosas horribles de tí y tu novia.
Lo siento, espero que podamos..."

No pude continuar, no sentía la necesidad de disculparme por teléfono, quiero hacerle cara a cara pero nunca podré si él no contesta. Borré el mensaje.

Apagué el aparato y me quedé mirando a la nada pensando en algo para poder contactarlo, no me acuerdo del todo el departamento en donde vive y no sé si le contó lo que dije a su novia, seguro estará molesta.

Suspiré derrotado, de verdad necesito a mi amigo ahora.
Escuché que Usagi san volvía con pasos pesados a la habitación, al ver su cara y la manera de acostarse en su cama parecían malas noticias.

-Todo bien?-

Pregunté mientras que él enterraba su  rostro en las sábanas, se acomodó mejor para hablarme.

-Era mi padre.-

Me quedé mirándolo atento;

-Él me llamó diciendo que quiere que lo acompañe para firmar algunos papeles.-

Firma de papeles? Debe ser algún negocio familiar. Eso es algo emocionante para mí, pero a él no parece gustarle del todo.
Usagi san me dio la señal de que no se lleva bien con su familia, respeta a su padre pero nunca han compartido lo mejor.

-Debes ir, es importante.-

-No me interesa saber nada de mi hermano, pero mi padre se pondrá molesto si no voy.- Suspiró cansado y enojado.
Se sentó en el borde de la cama al lado mío; -Si es por algo de la familia debo asistir.. lo sé.-

Lo miré con extrañeza, parece que los dos teníamos nuestros problemas, no pude evitar reír un poco no más.

-Qué sucede?- Preguntó seriamente, desvié la mirada tapando mi risa con la mano.

-Perdón.. los dos tenemos asuntos pendientes. Esta vez vamos por caminos separados y luego nos volveremos a encontrar. Te parece bien?-

Pregunté sonriente y con mucha confianza en mi mirada, por primera vez me sentía seguro de mis palabras.
Me miró sorprendido.

-Quieres tu espacio?-

-Solo creo que deberías ir con tu padre y solucionar tus temas, yo intentaré hablar con Toudou. Luego de eso ya no habrán más preocupaciones.-

-Qué maduro, me parece bien lo que dices. Es posible que tarde varias semanas en volver, a veces las cosas se ponen locas allá cuando hay reunión familiar.-

Dijo mostrando una sonrisa para luego borrarla y mirar pensativo.

-Usagi san, estaré bien. Te prometo que no me meteré en problemas, iré a casa, trabajaré, hablaré con Niisan e intentaré solucionar las cosas con mi amigo. No tienes de qué preocuparte por aquí.-

Parece que no me creía por la mueca que puso, pero lo aceptó, sonriente acarició mi cabello.

-De acuerdo, si me prometes que estará todo bien te creo.-

------

Usagi san me llevó a casa, venía cada dos días aquí, por eso no estaba tan desordenado pero lo que sí seguía en completo desorden era el almacén de pintura, no quería entrar ahí por el momento, traje todos mis lienzos y pinturas a casa.

-Te vas por la noche?-

Pregunté acomodando mi abrigo en el perchero.

-Sí, el vuelo lo programaron a hora nocturna, pero va en primera clase, no me puedo quejar.-

Prendió un cigarrillo estando cerca de la puerta abierta.
Al parecer su padre le reservó el mejor tipo de vuelo, yo tampoco me quejaría por estar en primera clase pero sí pensaría que es demasiado.

-Usagi san.. cuidate, te voy a extrañar.-

Me acerqué a él para abrazarlo, aceptó el abrazo tirando el cigarro al suelo para después pisarlo.

-Misaki, no te pongas melancólico, volveré sano y salvo.- Al decir eso me abrazó fuerte;
-Te lo prometo.-
No sé.. pero es como si hubiese escuchado su voz quebrarse.

Listo para irse me abrazó una última vez.

-Espera, te llevas esto?-

Dije buscando entre todos los lienzos el indicado. El cuadro de Lobo.

-Creí que lo habías tirado.-
Respondió sonriente tomando el cuadro.

-Claro que no, por qué lo haría? Puede que estubiese enojado hace tiempo pero no podría destruir una obra de arte como esa.-

Sentí su mano posada en mi cabeza, lo miré.

-Gracias, Misaki. De verdad eres un buen amigo.-

Me quedé en silencio por pocos segundos hasta que hablé;

-Usagi san.. te quiero..-

-Misaki.-

Me miró sonriente, parecía conmovido por lo que dije, estaba muerto de vergüenza por esta rara confesión, pero no dijo nada ante ello. Será que no entendió?

No importaba ya, lo vi desde la entrada de casa irse en su auto, no sin antes bajar la ventana y saludarme.
Hice lo mismo, al verlo irse tan rápido me atacó la sensación de estar solo de nuevo.
No sé por que sentía que no volverá, pero eso no tenía sentido, así que no había que preocuparse, son asuntos familiares de todos modos.

Entré a casa y cerré la puerta con llave y bajé las cortinas, ya era algo tarde para estar a la defensiva.
Encendí el tele para que hubiera algo de ruido de fondo mientras pensaba en qué cocinar.
Mi celular comenzó a sonar de repente, un número desconocido.

Qué raro.

Conteste sin pensar que a lo mejor podría ser Ijuuin con otro teléfono intentando hablar conmigo, aunque eso ya era fantasear de más. Escuché una voz familiar a través de la otra línea.

-Hola, Misaki? Soy yo.-

-Toudou?-

-Sí! Al fin podemos hablar! Te extrañé amigo!-

-Toudou..-

"La historia del lobo plateado" 《Junjou romántica》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora