Cap. 20

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Narra Misaki

Desperté en mi cama, me dolían las piernas, me quejé por el dolor al moverme, los rayos del sol iluminaron parte de la habitación, me quedé sentado en el borde de la cama pensando en lo que pasó anoche.

Pasé mis manos por mi rostro hasta que llegaron pequeños recuerdos, dos lobos peleando.

-Usagi san!-

Desperté del trance, me levanté y rápido fui a la sala de mi casa, todo el suelo estaba completamente sucio, había barro por todos lados. Suspiré desesperado por ver eso, vi algo más que me llamó la atención, en el sillón estaba Usagi san dormido y.. no tenía ropa.

-Usagi san! Despierta!-

Ese grito hizo que saltara del susto, con los ojos bien abiertos me quedó mirando y yo con vergüenza desvié la mirada;

-Eh.. Usagi san..-

-Misaki?-

-Escúchame-

Mis palabras fueron interrumpidas por él, se levantó rápido del sofá y se acercó a mí para abrazarme, ocultó su rostro en mi hombro, sentir su respiración en mi cuello me daba cierto cosquilleo.

-Ah.. U-Usagi san.. oye..-

-Misaki, qué bueno que estás bien. No sabes lo tranquilo que estoy ahora.-

Su voz se quebró por un segundo, parece que iba a llorar, no sabía si corresponder al abrazo o no, para estar tranquilo como él dice su corazón latía muy rápido.

-Usagi san.. está bien. Pero por favor, déjame ir.-

-No.- Me abrazó más fuerte; -No te dejaré ir aunque quieras, te guste o no me quedaré a tu lado. Nada malo va a pasarte.-

-Usagi san, entiendo. Acepto eso.. pero yo digo que ahora mismo sería buena idea separarnos un rato..-

Me miró confuso hasta que cierta brisa lo hizo comprender sobre el asunto.

-Oh.. sí.. permiso.-

Se apartó y pues.. me di la vuelta dejando una mano tapando la mitad de mi cara. Nos quedamos callados por unos segundos hasta que decidí hablar;
-Ejem.. quieres que te preste ropa?-

-Sí. Pero no sé si algo tuyo me ande.-

-Podemos intentar si quieres.-

No dijo nada, lo guié a mi cuarto para ver la ropa que podría quedarle, por suerte encontramos algo. Eso lo mantendría en buenas condiciones por el momento, me puse a limpiar el piso.
Era una mañana bastante tranquila después de toda la intensa lluvia, seguro hay criaturas marinas varadas por las costas.

-Misaki.- Llamó mi atención, le dediqué mi mirada; -Gracias por prestarme ropa y lamento el desorden que causé.-

-No te preocupes por esto, está bien.-

-De acuerdo.-

Se formó otro silencio el cual no sabía cómo romper, estaba pensativo.

-Oye, estamos bien, cierto?-

-Eh?-

-Misaki, quiero saber si me odias o no.-

Se puso serio.

-Yo.. fue por lo que dije por teléfono, no? Perdóname, Usagi san.. quería llamarte otra vez para pedir disculpas, pero no contestabas.-

-Bueno, por el cambio de la luna llena no alcancé a contestar pero si me llamaste a esas horas de la noche supuse que tendrías problemas.. y vaya que fue así.-

"La historia del lobo plateado" 《Junjou romántica》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora