Capitulo 17: El Exorcismo

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Erika estaba atrapada en su propio cuerpo, encerrada en todo lo malo que le había pasado, no existía pizca de luz que pudiera alumbrarle un camino para que escapara de las garras de la oscuridad.

En el exterior la tenían atada en el centro del salón, después de días de estudio decisivo Bonnie creyó que el demonio de Erika no se diferenciaba de otra posesión demoniaca. Talvez haciendo un exorcismo lograría recuperar a la chica y salvarla del espectro que la atormentaba. La luna no estaba en su punto más alto pero sería suficiente. Se removía intentando librarse de las ataduras, el demonio quería cumplir su objetivo. Por precaución, encerraron a Caroline, Jeremy y Elena en el sótano. Si algo salía mal Stefan y Damon iban a defenderlos.

Muchas candelas estaban encendidas en la sala, Bonnie se encontraba a un lado del cuerpo, los Salvatore estaban uno a la cabeza y el otro en los pies.

— ¿Va dolerle? —preguntó Damon en susurro.

—No lo sé...espero que no—murmuró Bonnie tomando aire.

Stefan observó la preocupación en su hermano, cada día las venas de Erika se tornaban de un color más oscuro y resaltaban, sus ojos no volvieron a ser normales. Damon se miraba terrible, si Erika estaba muriendo, el igual. Stefan sabía que era así.

Stefan seguía enojado y triste por lo que pasó entre Elena y Damon pero encerró esos sentimientos porque no era el momento para explotar. Aun no perdonaba a ninguno de los dos y apenas cruzaban palabra porque el castaño pensaba que no era el momento de pelear entre ellos. Aún estaba rencoroso con su Damon pero su hermano lo necesitaba y él estaba dispuesto a estar ahí para él. Después podrían resolverlo todo en calma.

La bruja puso la mano en la frente de la chica, estaba helada e instantáneamente abrió los ojos. El demonio se sintió ofendido por la acción y comenzó a revolverse, de la boca Erika salían unos susurros inentendibles.

—No vengo con la actitud de ofenderte, tampoco quiero que nadie salga herido...solo quiero a Erika...la chica en la que resides, solo quiero que vuelva...eso es todo—habló firme la chica.

—Ella...no volverá...hasta que estén todos ustedes muertos—dijo con una sonrisa, la voz tenebrosa hizo temblar a los tres.

El dialogo no le sirvió para nada como Damon había mencionado, él sabía que no iba a responder, porque él había intentado hablarle cuando hacia guardia para cuidarla. Nunca le respondía o los susurros sin sentido aparecían, haciéndolo sentir como un tonto. Bonnie comenzó a recitar un hechizo en otro idioma sin soltar la frente. El cuerpo se removía con violencia. Bonnie no desistió aun cuando una fuerte energía negativa la rodeo.

Las velas torcían su flama en distintas direcciones, unos libros se cayeron de los estantes, una fuerte brisa recorrió la mansión y los susurros que Erika siempre escuchaba, ahora resonaban en la habitación. Stefan miro frunciendo el rostro a todos lados, Damon solo desvió un momento la mirada pero no perdía de vista el cuerpo que convulsionaba frente a él. En un momento Erika golpeó la cabeza contra la mesa. Damon intentó evitarlo.

— ¡No la toques! —gritó Bonnie nerviosa y continuo diciendo el hechizo

Bonnie cada vez recitaba con más rapidez el cantico, arrugaba la cara adolorida, su cuerpo se estaba cansando. Erika en su interior reaccionaba, después de días notaba un pequeño rayo de sol en su oscura mente. Quería seguirlo pero no podía, quería salir pero no lo alcanzaba. Al tocar esa luz que era su esperanza, en el exterior los susurros cesaron un poco y un grito más humano salió de la garganta de Erika. En su breve contacto con su cuerpo, la mirada borrosa pudo notar los ojos azules y la figura de Bonnie. La esencia de Erika fue jalada a su interior de nuevo.

La Pequeña Gilbert [ Damon Salvatore Y Tu ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora