Pov Merida
—Ya se fueron, ahora si. ¿Por qué estás en Nueva York?—. Si, algo que no mencione del todo fue que seguía teniendo contacto con Zel, pero no siempre. Y bueno ella ya sabía de mi hijo, solo que quería disimular y a mi parecer no lo hizo muy bien.
—Pues necesitaba apoyo familiar sabes. Mi vida no resultó como quería. Me embaracé en la universidad, claramente tuve que dejarla para poder cuidar de Axel. Nash terminó a duras penas y bueno, teníamos una deuda con la renta, así que tuvimos que regresar. Necesitaba cuidara de él...
—¿Te divorciaste de Nash por qué eran pobres?—. Me quede con la boca un poco abierta, si bueno, sabía casi todo, pero oigan no tuve tiempo de explicar nada, solo agarre lo indispensable y me regresé.
—No, créeme si Nash estuviera vivo, esta conversación no existiría—. Me acomodo mejor en la silla.
—¿Entonces?—. Suspiré con fuerza, no quería tocar el tema.
—Nash, falleció en un accidente de auto—. Rapunzel hace un sonido de impresión tapándose la boca—. Es por eso que regrese a Nueva York y busque trabajo y bueno el destino me llevo de nuevo a Hipo.
—Lamentó escucharlo—. Le doy una pequeña sonrisa. Si bueno ya todos en esta casa lo han de saber ya, así que no me preocupe tanto.
Pov Hipo.
—No puedo creerlo, o sea le tienes lástima—. Recibe un golpe de Elsa.
—A ver Jack, no es lástima...—.me interrumpe
—Se siente en deuda con ella por todo el daño que le provocó, gracias a los dioses no tuvo traumas, o sea, tuvo una familia y pudo volver amar a alguien que, era imposible por todo lo que vivió, era el mismo infierno para ella—. La mire con seriedad. Claro hablo como si no estuviera presente, típico de los Frost.
—Aunque el Niño parece que es tuyo—. Fruncí el ceño ante aquel comentario.
—No—. Expresamos al unísono.
—Okay, de ti no es comprensible porque nunca conociste a su esposo, pero tú no, ¿como sabes que no se parece?,
—Porque Mery antes que desapareciera de nuestras vidas a Zel le seguía mandando correos y nos mando una cuando nació su bebé, y ahí salía—. Se tapa la boca abriendo sus ojos sorprendida. Así que, si tenían contacto con ella y jamás me lo dijeron pero que buenas amigas y no sé cómo quiero que lo tomen si de manera sarcástica o con mucha seriedad.
—¿Cómo que Rapunzel ?—. rodé los ojos.
Al parecer nunca perdieron la pista de Merida, supongo que nadie me dijo nada por lo mismo. Aunque me intriga saber más de ella en este tiempo que nos distanciamos o más bien de...¿Nash? Yo que voy a saber o ¿si lo sé? ¡Ah que estrés!
—¿Hipo?—. Me mira Elsa—. ¿Ahora que tienes?
—Solo pienso un poco...¿qué hubiera pasado si?
—¿Hubieras cambiado a tiempo?—. Aciento ligeramente.
—Puff nada—. Volteamos a ver a Jack—. Porque no lo hubieras hecho, posiblemente Merida estuviera bajo tierra, tú en la carcel y ese gusano que tiene como hijo no existiera—. Elsa le da un golpe más fuerte.
Posiblemente la teoría de Jack suene grotesca y aterradora, pero tiene razón. Nadie me dice que cambiaría o inclusive si Merida hubiera tenido el valor que tuvo para irse.
Recordar aquellos días que se fue, me pone la piel chinita, de gallina. Mi desesperación fue muy grande, busqué por todas partes, pregunté en su vecindario, en aerolíneas nada. El departamento había cosas rotas en el suelo, era un asco, comida hecha da a perder, las cortinas rotas, llego un punto que no sabía que romper del departamento. Lo único que me quedo de ella fue una foto y ya.—Te dire algo Hipo—. Volteo a verla—. Es mejor que consigas a alguien más—. Me sorprendo—. Tú aún no estás listo, y nunca lo estarás si se trata de ella, no es por tener mala fe, pero algo me dice que puedes recaer y es mejor que le digas que tenga otro empleo.
—¡¿Que?!—. Exprese al unísono con Jack
—Hipo, no recaerá.
—¿Cómo estás tan seguro?—.
—Porque yo no quiero perderla otra vez, Elsa. Sé que tienes miedo de que se vaya, yo también lo tengo, pero de verdad aunque lo dudes, tampoco me siento preparado para estar con ella—. Jack me ve asombrado—. Suena un poco ilógico lo sé. Pero ella me necesita, no tiene a nadie y bueno ahorita necesita mucho el trabajo. No puedo despedirla así nada más.
—Si Elsa además, perdió a su marido, el amor de su vida—. Mire feo a Jack—. Digo la zanahoria cuando estaba contigo no quería tener hijos, los odiaba y bueno Nash debió de ser un ángel con ella, para que cambiara de opinión y se dejara embarazar.
—¿Terminaste?—. Cuestionó con seriedad.