Capitulo 5

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Salí del edificio con mucha tristeza y decepción, para que deje mis papeles si no los revisarían, ya habían contratado a otra rubia para asistente personal.

Suspiré al salir del edifico y vi a varias personas moviéndose con velocidad, de arriba a bajo sin parar, muchas hablan por teléfono y otras llevan café tratando de no derramar una gota se le descontará de su suelo si eso llega a ocurrir. 

Mire hacia  enfrente esperando una señal, de que esto no era el final y no lo era, pero quería que alguien me lo dijera, quien sea, no me importara pero necesitaba a alguien en estos momentos, en eso me entro una llamada

~Llamada~

—¿Hola, mamá?—suspiro con pesadez. Esta no era a lo que refería con exactitud...¿o sí?

—Hija, solo quería decirte que ya estamos aquí, te vemos en el Mcdonals —suspire. Esta era la señal de que todo estará bien.

—Okay, dile a Axel que lo amo— colgué

~Fin de la llamada~

Al terminar la llamada mire el edificio con enojo <<estupido  director, no se pudo esperar por qué su estupida panza no puede aguantar>> es un idiota, pero con todas las letras de la maldita palabra, pero bueno. Pare un taxi y le dije que me llevara al centro comercial.

Muchas cosas no han cambiado nada; las calles siguen siendo las mismas, los edificios, el tráfico, las personas caminando por todos lados sin detenerse, no fue mucho tiempo el que me fui, me hubiera gustado que así hubiese sido, pero no, nada había cambiado, lo único de diferente era...yo.

Quería encontrarme con mis amigas y amigos de la preparatoria, quería ver la institución, si había recibido algún  cambio en estos últimos años de ausencia, quería ver las calles remodeladas, las casas que estuvieran diferentes, con nuevos dueños, con nuevos colores que las iluminarán nuevamente, quería ver cómo el departamento donde vivía con Hipo, lo habían remodelado, quería ver quienes vivían ahora ahí, quería ver aquellas personas que lo mal influenciaron, cómo vivían hoy en día y por ultimo quería verlo, quería ver si ya había formado una familia, si había alcanzado sus sueños o si se quedo estancado como los demás .

Llegue desanimada al restaurante infantil, busque con la mirada y mi mama estaba sentada cerca de los juegos junto con Axel, suspire con tristeza y me acerqué a ellos con una ligera sonrisa.

Mi madre al voltear a verme supo que no había obtenido el trabajo y mi hijo bueno el solo me vio como una heroina. Me acerqué a ellos y el corrió a mi rápidamente, lo abrace enseguida y le di un beso en la frente.

—Mami, mami—expresa con felicidad y con sus pequeñas manos me toman de las mejillas para darme un beso en la nariz y pegar su frente con la mía—puedo ir a jugar.

Me quede pensando unos momentos y asentí con una sonrisa. Lo baje con cuidado y salió disparado hacia la fila donde pedías las hamburguesas. Yo solo mire como corría como un perrito alocada y cuando veo, había chocado con un hombre muy elegante. Ruedo los ojos y me acerco rápidamente.

—Axel—grito con seriedad y preocupación y mi hijo voltea rápidamente y corre hacia mi, me agacho para abrazarlo y poderlo regañar—ya te he dicho que no salgas así corriendo, un día te vas a lastimar.

—¿Merida?—volteo rápidamente al escuchar esa voz gruesa. Estaba frente a mi, no podía creerlo. Hace mucho que no veía aquellos ojos verde esmeralda que me gustaban tanto, aquellos labios que tanto anhelaba, aquella mirada inocente que me volvía loca, no había cambiado nada, solo su atuendo y que se había vuelto más robusto.

No podía decir o exclamar ninguna, palabra, como odiaba que se me hiciera un nudo en la garganta cuando él estaba presente, esa sensación que solo él provocaba en mi, había vuelto, tenía que quitarla de alguna manera así que pase saliva y abrí mi boca para pronunciar alguna palabra.

—Hola—expresó en un suspiro nervioso—Hiccup.

Ojos azul cíelo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora