Aixa
Al terminar de comer salimos al estacionamiento, lo sigo y cuando veo su carro me quedo con la boca abierta. Nunca pensé que fuera a tener un carro así.
-- ¿Lo robaste ? -- pregunto mientras sigo fascinada con el carro, el suelta una carcajada y lo miro con mala cara, quien se cree para burlarse de mi.
-- Eso no es lo mío tesoro -- hace una reverencia cuando abre la puerta -- entra y ponte cómoda cariño.
-- Que caballeroso -- susurro sólo para mi pero se que lo escuchó ya que su enorme carcajada me avisó.
Entro al carro, y si por fuera quedé fascinada por dentro más. Esto es un sueño. No se que ha hecho este hombre pero dinero tiene de sobra.
-- ¿En qué trabajas misterioso? -- susurro perdida en mis pensamientos.
-- Nada importante, algunos negocios, empresas y esas cosas.
Lo vi de reojo como ponía el carro en marcha, le indiqué mi dirección aunque algo me decía que ya sabía donde vivo.
Íbamos en silencio, yo sumida en mis pensamientos mirando por la ventana. Nunca en mi vida me había montado en un carro con un hombre al que no conozco pero por alguna extraña razón me daba confianza.
Al llegar a casa me baje del carro le di las gracias y di la vuelta para comenzar a caminar hacia la entrada del edificio, pero la puerta del carro abriéndose me detiene en el lugar. Cuando doy la vuelta lo veo delante de mi.
-- Tesoro le prometí a tu amiga que te iba a dejar en la puerta de tu casa, así que vamos.
Me gire y seguí caminando, entre al ascensor, marque el número de mi departamento y seguido de eso nos mantuvimos en silencio.
Se podía notar la tensión, el me miraba de reojo y yo a él. Quería besarlo como nunca he querido besar a nadie, pero acordamos de empezar desde cero.
Cuando las puertas del ascensor se abrieron salimos y camine hasta mi puerta sacando las llaves de mi bolso para abrir la puerta. Una vez abierta me giré hacia él.
-- Listo, ya me dejaste justo en la puerta.
-- Cariño pero que mal educada eres. No me invitas ni a pasar. ¿Me das un poco de agua? -- susurro lo último como teniendo miedo a mi reacción.
-- Ven pasa. -- le abrí la puerta para que pudiera pasar primero y se quedó viendo todo como inspeccionando -- Te puedes sentar si quieres.
Me dirijo a la cocina, saco un vaso de agua y camino hacia mi pequeña sala. Le entrego el agua y me da las gracias. Cuando termina pone el vaso encima de la mesita de centro.
-- Creo que ya me tengo que ir -- dice caminando hacia la puerta, lo sigo y nos quedamos parados frente a esta, se gira y cuando me mira siento la intensidad de esta, podría perderme en su mirada, esos ojos grises que no salen de mi cabeza desde que los vi la primera vez. -- Tesoro no aguanto más, y no me voy a disculpar por lo que está a punto de pasar.
Sin darme tiempo a procesar lo que acaba de decir sus manos se enroscan en mi cabello y sus labios chocan con los míos, me toma un segundo acabar de procesar lo que está pasando. En el momento que siento lo tibio y suaves de sus labios siento una corriente eléctrica por todo mi cuerpo y me pierdo en ellos. He deseado y fantaseado tanto con esto que me parece irreal. Sus manos bajan hasta mis muslos y me carga, enrosco mis piernas alrededor de sus caderas y mis brazos en su cuello, metiendo mis dedos entre su suave pelo. Siento como camina y se que se dirige a mi habitación. Despegamos nuestros labios por falta de aire, me besa desde mi clavícula hasta mi cuello, dejando pequeños besos, mordidas o chupetones, los cuales más tarde tendré que quitar pero ahora mismo eso es lo que menos me preocupa. Al llegar a mi cuarto abre la puerta y se encamina en esta hasta poco a poco bajarme y dejarme acostada en la cama.
Sus manos van hacia el borde de mi sudadera y mete sus manos por dentro. Al sentir el frío de sus manos mi cuerpo se estremece. Mientras el sigue subiendo la sudadera poco a poco, sus labios siguen su juego en mi cuello. Llego al punto que estoy tan desesperada que yo misma me quito mi sudadera y la camisa que trae puesta.
-- ¿Ansiosa tesoro? -- Sólo puedo responder con un gemido, ya que no encuentro mi voz al ver su cuerpo encima de mí. -- Disfrutando las vistas eh.
Su voz sale más ronca de lo que ya es. Pega su cuerpo completamente al mío y puedo sentir lo duro que está a través de su pantalón. Siento lo mojada y palpitante que estoy. Sus labios bajan hasta mis pechos, y agradezco haberme puesto un juego de lencería bastante decente. Sus manos van hacia mi espalda y me quita el sujetador. Su lengua juega con mi peson mordisquiando suavemente y chupando, mientras su otra mano va hacia los botones de mi pantalón. Una vez que me quita el pantalón, el también se lo quita y verlo solo en bóxer hace que mi punto débil palpite con fuerza. Su boca se dirige hacia mi otro pecho mientras una de sus manos pasa por arriba de mi ropa interior. Gimo cuando sus dedos hacen contacto con mi zona húmeda.
-- Estás tan húmeda y preparada para mi, me dan ganas de cogerte duro y hacerte gritar sin control. -- su voz ronca sale en un susurro cargado de excitación y me estremezco una vez más entre sus brazos.
Lentamente me quita lo poco que queda de mi ropa interior, su mirada se clava en todo mi cuerpo desnudo, sus ojos desprenden llamas de exitacion, tiene sus pupilas dilatas, casi no se ve el gris de sus ojos. Va dejando besos desde mi estómago hasta mi clítoris. Cuando su lengua hace contacto con ese punto lleno de nervios me retuerzo gimiendo sin control. Una de sus manos está en mi pecho mientras con la otra juega con mi humedad, y comienza un vaivén con sus dedos hacia dentro y fuera de mi, haciéndo que llegue a mi climax más rápido de lo que debería. Cuando mi cuerpo se relaja siento a Adrien limpiar toda mi humedad con su lengua. Cuando termina va hacia sus pantalones y saca un sobre plateado. Lo veo ponerse el preservativo y acercarse lentamente a mi hasta dejarse caer encima de mí. Coloca su miembro en mi entrada, me mira a los ojos, y sin contemplación introdujo su largo y grueso miembro en mi. Sus embestidas eran fuertes y seguras. En un movimiento rápido me puso en cuatro me cogió del cabello y comenzó un vaivén brusco que me dejó sin aliento. Me tense al sentir que iba a llegar mi orgasmo y el pareció sentirlo porque hizo un movimiento tocando ese punto dentro de mi que me llevó al cielo. Segundos después de llegar a mi climax el callo encima de mí. Con la respiración agitada al igual que yo. Con cuidado salió de mi, se quito el preservativo lo puso a un lado de la cama y se acostó a mi lado envolviendome en sus brazos.
-- Eres deliciosa cariño -- susurró, me dio un beso en la frente y con eso caí en un profundo sueño.
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Bueno aquí el capitulo 8...Espero les guste es la primera vez que escribo +18....también incluido que nunca en mi vida he escrito hasta ahora 😅
Las quiero tesoros🖤
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Enamorada de un sexy mafioso +18🔥
Teen FictionAixa es una chica llena de alegría desde pequeña. A la cual le llegará el amor de forma inesperada a los 18 años. Un sexy y peligroso mafioso italiano viene a cambiar todos sus planes.¿Podrá Aixa tener una relación con el hombre que ama?