CAP. 20

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Aixa

Abro los ojos lentamente, acostumbrándome a la luz que entra por los enormes ventanales, rápidamente reconozco donde estoy, en la cama de Adrien. Miro a mi lado y esta él, la sábana cubriéndolo solo de la cintura para abajo, mi vista recorre toda su espalda, pero mis ojos se detienen en las pequeñas marcas que tiene de mis uñas, sonrío.

A mi mente vienen mil imágenes de la noche anterior, sus manos adueñándose de mi cuerpo entero, esos carnosos labios haciendo un recorrido desde mis piernas hasta mi boca, adorando nuestros cuerpos en medio de la oscuridad, besando cada rincón de nuestras almas, dándonos el amor que no sabíamos, necesitábamos.

Admiro por un par de minutos su rostro, relajado, inocente, sin poder evitarlo sonrío. Sin dudas lo mejor que hice fue aceptar lo que sentía

Con ganas de disfrutar un poco más nuestro encuentro, me subo a horcajadas sobre su espalda, regando besos y mordidas, que rápidamente lo hacen removerse.

-Vamos dormilón, despierta- susurro con voz melosa.

Sin esperarlo se da la vuelta bajo mi cuerpo, sus ojos grises conectan con los míos, sus labios se curvan hacia arriba en una sonrisa pícara.

-Con ganas de jugar, tesoro- si voz ronca llega hasta mis oídos erizándome la piel.

Acercándome a el le susurro:

-Me desperté con muchas ganas, ¿me vas ayudar?- Le hago ojitos, él soltando una carcajada me vira y me pone contra la cama, quedando encima de mí, apretando su erección contra mi entrepierna.

Pasando su nariz por mi cuello, estremeciéndome, murmura:

- Eres insaciable, cariño.

Sin esperar más nos besamos, de esos besos que te hacen vibrar, enloquecer, arder como si fuera fuego.

Sus manos vagan por mi cuerpo, quemando a su paso, pasa por mis pechos, los pellizca por encima de la camisa que tengo puesta, endureciendolos, luego se paran en mis muslos, subiendo poco a poco la camisa, tan lento que es una tortura, su mano va directo a ese lugar que ya está palpitante, pasando un dedo con delicadeza, de arriba hacia abajo, sin hacer presión, sin darme lo que necesito.

Muevo las caderas en busca de la fricción que necesito, pero Adrien no me deja, pone una mano en mi cadera, parando cualquier movimiento que pueda hacer.

-¿Anciosa?

-Mucho Adrien, follame ya.

Sin esperar más me quita la camisa, también las bragas, sus dedos hacen contacto con mi húmeda vagina, toca mi punto de nervios, y me arqueo al sentir el latigazo recorriendo todo mi cuerpo. Mete dos dedos en mi, a la vez que sigue acariciando en círculos mi clítoris, robándome gemidos, muevo las caderas, marcando un ritmo.

Las piernas me tiemblan, sudo, me erizo, la respiración se me acelera aún más, gimo y grito su nombre. Me besa, un beso que devora todo dentro de mi, su lengua de enreda con la mía, hace un brusco movimiento con sus dedos, arrancando el orgasmo con el que me estremezco.

Sin darme tiempo a recuperarme, clava su dura erección en mi, grito al sentirme llena, su boca va hacia un pecho, mientras que el otro lo atiende con su mano, mueve sus caderas, dándome mayor profundidad, succiona mi pezón, hace movimientos circulares con su lengua, a la vez que también con sus caderas.

Mi uñas arañan su pecho, espalda, se clavan en sus nalgas, lo aprieto aún más contra mi.

Su boca va hasta mi cuello, mordisqueando, chupando, lamiendo, aprieta su mano en mi cuello, llevándome a la locura, mis gemidos, nuestras respiraciones agitadas y el choque de su cuerpo contra el mio, es lo único que se oye en la habitación.

Dentro de mi crece otro orgasmo, el lo sabe, por eso da otra embestida que me obliga a soltarlo, se deja llevar junto a mi, gemimos los dos.

Posa su frente en la mia y me da un último beso antes de salir dentro de mi. Sus ojos siguen conectados con los mios, me transmiten lo mucho que me ama, y yo hago lo mismo.

-Vamos al baño preciosa-. Dice parándose y cogiendome en brazos.

Ya en el baño me miro en el espejo, y me asusto. Mi pelo parece un nido de pájaros y estoy mas roja que un tomate.

Me aseo, y juntos nos bañamos, entre bromas y risas pasamos la mañana. Almorzamos y a la tarde llega Leya, junto a Joel. Como siempre mi amiga me saluda efusivamente.

- ¿Cuánto tiempo que no te veoooo?- dramatiza la loca de mi amiga, me rio y ella conmigo.

- Oh siiii, dos días es mucho- le sigo el juego a lo que nuestros hombres sonrien.

- Vamos un rato a la piscina- dice Adrien, mi amiga me da una mirada, y ya se lo que quiere.

- Vallan ustedes, nosotras vamos ahora- le guiño un ojo a mi novio y se va junto a su hermano.

Leya me sigue hacia la habitación, donde tengo parte de mi ropa, y asombrada por la enorme casa escoge uno de mis bikinis y un pareo se lo pone, me extraña que aún no halla abierto la boca para soltar alguna de sus locuras.

- ¿No tienes nada que decir?- pregunto ya cansada de su silencio.

- Aixa esta casa es hermosa, grita lujos por todos lados- dice saliendo de su asombro, bajamos las enormes escaleras- ¿En que trabaja?

- Tiene empresas, una cadena de hoteles y restaurantes.

En silencio entramos a la enorme piscina climatizada. La tarde pasa entre risas, juegos. Tomamos cervezas, ya por la noche estamos borrachas, cenamos todos juntos y Leya junto a Joel se despiden de nosotros.

- Nos vemos mañana hermosa, hacia mucho tiempo no te veía tan feliz, estoy muy contenta por ti- dice abrazándome, le doy un beso y se van.

Voy a la habitación junto a Adrien, nos bañamos. Cuando terminamos y ya estamos vestidos, sentados en la cama abrazados, nos contamos cosas sobre nuestra infancia. Jugamos con las almohadas cuando suenan unos toques en la puerta. Él se levanta para abrir y aparece Milena, ella vive aquí, cosa que no me gusta ni un poco.

- Adrien necesito hablar contigo algo- me mira, lo mira y ve su cara de enfado, rápidamente añade- Es sobre el trabajo.

- Cariño vengo rápido- dice Adrien acercándose a la cama, dándome un beso. Lo veo salir y suspiro.

Miro el reloj en la pared, las 8:46. Espero, espero, espero... y sigo esperando. Me quedo dormida, cuando despierto estoy asustada, una pesadilla, miro el reloj, las 12:10. Me levanto de la cama, salgo y camino por el pasillo hacia el despacho. Necesito saber si esta bien, y si demora mucho.

A medida que voy llegando escucho pequeños gemidos. El corazón se me acelera, me paro enfrente de la puerta, y con las manos temblorosas abro la puerta.

Lo que veo en el interior del despacho me deja muda, paralizada. Siento mi corazón retumbar con fuerzas, se me quiere salir, los oídos me pitan, la vista se me nubla. Me cubro la boca con las manos para no soltar un sollozo.

Adrien desnudo, Milena encima de él también desnuda, las manos de Adrien agarrando sus caderas, no le veo la cara, la tiene entre los pechos de ella. No puedo seguir mirando, con la poca fuerza que me queda salgo corriendo a la habitación, recojo todas mis cosas, pido un taxi y me voy.

No puedo seguir en esa casa. No permito que mis lágrimas salgan, aun no.

Aveces es mejor vivir en un sueño irreal, que no vivir en el mundo real. Pero la realidad choca por donde más duele. Te despierta de ese sueño para hacerte sufrir.

Abrí mi corazón una vez más, y lo destrozaron, pero con más fuerza que la anterior. Confié en él, traté de dar lo mejor de mí. Pero la vida es injusta conmigo, siempre me juega en contra.

Llego a mi casa en silencio, me acuesto y solo ahí me permito llorar. Desahogarme, necesito soltar todo lo que siento.

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Se que soy mala persona, y me demore mucho en actualizar, pero lo prometí y aquí está KidiannyHernndez

Las amo tesoros🖤

Enamorada de un sexy mafioso +18🔥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora