CAP. 17 Primera parte

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Aixa

No puedo evitar que el recuerdo de ese sueño vuelva a mi cabeza. Sueño que se ha repetido cada noche durante 2 semanas, desde la primera noche que pase junto a Adrien en la playa. Mis pesadillas desaparecieron y fueron reemplazadas por ese sueño.

En el sueño lo veo a el abrazado de mi diciendo que me ama, y eso me asusta, pero lo más que me asusta es que en el sueño también quería decírselo.

Noche tras noche sueño con eso, juntos tomados de la mano caminando por la playa y el repitiéndolo. Cada sueño tiene un acto diferente pero de sus labios sale la misma palabra.

—Aixa concéntrate en el trabajo, llevan esperando por la foto más de 5 minutos—. Leya me saca de mis pensamientos y veo como la pareja delante de mi fingen su sonrisa.

Estamos en un pequeño salón haciendo un trabajo de fotógrafa para el álbum de los recién casados. Trabajo que me genera ganancias aunque sea poco, y puntos para la universidad. Leya cómo siempre me acompaña y hacemos todo juntas.

El pequeño salón está muy bien decorado, todo es color blanco con pequeños detalles rojos. Es muy hermoso presenciar el amor que se tiene la pareja y el apoyo de todos sus familiares.

Algo que nunca me va a pasar a mi .

La pareja se coloca en todas las posiciones que les pido y termino sacando la última foto.

—Listo, todas las fotos quedaron hermosas, necesito unas semanas para editarlas —les informo mientras apago la cámara y me sonrien.

—Tómate el tiempo que sea necesario para que queden perfectas.

—No dude de ello, Aixa es la mejor fotógrafa con la que se han podido cruzar —. Alaga mi amiga y enarco una ceja en su dirección.

—¿No eras tú la mejor? —Le pregunto, porque nunca se cansa de repetirlo.

—Bueno no puedo hacer competencia contigo —Responde a mi pregunta y la pareja se rie, —Fue un gusto trabajar con ustedes, esperen con ansias esas hermosas fotos, y les deseo lo mejor.

Responden con un gracias. Mi amiga me coge de la mano y me saca casi arrastrándome.

—¿Me vas a decir ya lo que te pasa? Llevas distraída todo el día —Me mira con reproche y solo me encojo de hombros.

—Estaba pensando solo eso.

—Para que andes distraída tiene que ser algo que te importe mucho, ¿Me vas a decir? —Me mira haciendo pucheros y no puedo evitar reirme.

—Vamos por un café y te digo.

En el camino nos la pasamos cantando a todo pulmón las canciones que ponen en la radio. Cuando llega la canción Electricity de James Veck me quedo pensativa, recordando todo lo que me pasa cuando estoy alrededor de Adrien, como siento una inmensa corriente por todo mi cuerpo con solo tocarme. Y una electricidad que acelera mi corazón cuando me mira directo a los ojos.

—Llegamos nena —No me había percatado que mi amiga ya había aparcado y apagado el motor del auto.

Se baja y copio su acción adentrándonos a nuestra cafetería favorita. En "Las delicias" hacen el mejor café de toda la ciudad, por eso siempre venemos aquí.

Tomamos haciendo y pedimos lo de siempre.

—Vale ya me vas a decir que te pasa.

—No se Leya, hace 2 semanas, cuando estaba con Adrien en su casa tuve un extraño sueño. Se repite cada noche. Y me asusta.

—Sigo sin entender nada, podrías ser más clara —dijo con voz preocupada.

—En el sueño, el me decía te amo. Todos los sueños son distintos pero esas palabras siempre salen de su boca —digo mirando mis manos sin poder mirarle la cara.

—Y te asusta el sueño, o que te estás enamorando de él —la miré con reproche pero siguió —No me mires así Aixa, tienes derecho a sentir de nuevo, lo que pasó en el pasado no tiene por qué volver a repetirse. No dejes que eso te afecte. Haz tu vida.

—No puedo, y tampoco quiero. Es mejor como está todo.

—Como tu digas, pero si en realidad quieres eso aléjate de Adrien, no juegues con fuego porque te puedes quemar, si no es que ya lo hiciste —. Lo último lo murmuró bajo pero pude escucharlo, y eso revolvió todo dentro de mi. Ella tiene razón no puedo seguir con esto, pero no puedo evitarlo, quiero seguir. —Queda una semana para tu cumpleaños, ya tengo todo listo para ese día —. Agradezco el cambio de tema.

—No tengo ganas de salir —protesto tal cual niña pequeña.

—Pues te tengo una noticia, yo no te pregunté. La fiesta va a ser en el club Fire Moon —informa con emoción y yo abro los ojos sin poder creerlo.

—Estás loca, ese club es muy costoso, ni lo sueñes —suelta una risotada burlándose de mi y la asesino con la mirada.

—No te preocupes por eso, por cierto Joel me va a acompañar al igual que Erick nuestro compañero, espero no te moleste.

—Igual si me molestara no te importaría mi opinión —la miro con reproche y me sonríe como angelito.

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Me despierta el sonido de la alarma, siento un brazo rodearme la cintura.

Leya está prácticamente durmiendo encima de mí, con cuidado de no despertarla la hago a un lado y voy hacia el baño para tomar una ducha.

Al salir del baño solo en bragas siento que se me tiran encima haciendome perder el equilibrio cayendo sobre mis nalgas y la que se hace llamar mi mejor amiga arriba de mi abrazándome y besándome la cara.

—¡FELICIDADES CARAMELO, YA TIENES 19! —Chilla en mi oído y sonrío por el apodo que me tiene desde pequeñas. Cuando llegó a mi casa y me encontró bañada en caramelo y desde ese día me llama así.

—Gracias, pero podrías pararte, me estas aplastando —le digo y rueda los ojos a la vez que se pone de pie.

—Arruinas mis momentos —finge estar molesta pero su sonrisa la delata.

—No seas tan dramática dios mio —y estallamos en carcajadas.

—Vístete ten un poco de respeto hacia mi —hasta ahora me había dado cuenta que solo llevo bragas —Vamos de compras —Grita mientras voy al armario poniéndome lo más cómodo que encontré.

Leya hizo el desayuno, seguido de eso fuimos al centro de la ciudad pasamos por miles de tiendas sin decidirnos cual vestido comprar para esta noche.

Mi amiga se queda viendo un vestido por el cristal de la tienda, y apenas lo veo me quedo fascinada. Es dorado, la espalda descubierta, queda suelto en el cuerpo y corto, lo que me deja impactada es el brillo que desprende. Pero mi fascinación queda de lado cuando miro el precio.

—Tienes que probartelo Aixa, dios mío, es hermoso.

—Estás loca, mira lo que cuesta.

—Por eso no te preocupes anda pruebatelo.

Me lo pruebo y me queda perfecto, cuando mi amiga me ve se queda con la boca abierta, literal.

—Es tuyo, todos van a babear cuando te vean.

Salimos de la tienda con la bolsa del vestido en mano y seguimos nuestro camino para buscar su vestido.

Cuando terminamos el recorrido almorzamos en un pequeño local. Y en la tarde seguimos caminando por más tiendas buscando nuestro calzado.


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Tuve que dividir el capítulo, estaba muy largo...

Enamorada de un sexy mafioso +18🔥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora