CAP. 16

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Aixa

Me despiertan los rayos de luz que entran por las enormes ventanas. Me doy la vuelta estirando el brazo buscando a Adrien pero no está. Abro los ojos y pestañeo unas cuantas veces acostumbrandome a la claridad.

Me quedo unos minutos mas tirada en la cama, voy hacia el baño para ducharme y cepillarme los dientes. Mientras me baño me doy cuenta que no tuve pesadillas en toda la noche. Hace 2 años que tengo pesadillas noche tras noche.

Salgo envuelta en una toalla, busco mi ropa escogiendo lo que me voy a poner.

Voy a la cocina para preparar el desayuno pero la imagen que tengo delante me deja en shock. Adrien sin camisa haciendo el desayuno. Mi vista se queda fija en su espalda ancha, la cual tiene marcas de mis uñas, y me acuerdo todo lo que pasó ayer.

Dios mío... Aixa concéntrate.

Carraspeo para que sepa que estoy aquí. Se gira y me regala una radiante sonrisa, no puedo evitar devolvérsela.

—Buenos dias Aixa

—Buenos dias Adrien— Sigo sonriendo como tonta— ¿Como dormiste?, espero no te halla incomodado, hace tiempo no duermo con nadie una noche entera—. Digo con vergüenza, acordándome de la primera vez que dormimos juntos aunque solo fue unas horas y el suelta una sonora carcajada.

—Dormí muy bien, gracias por la preocupación, ¿y tú? —. Veo como en sus ojos todavía sigue la burla.

—Mejor de lo que quisiera—. Murmuro bajo.

Me siento en la mesa observandolo mientras termina todo. Pone un plato delante de mi y se sienta enfrente. El olor del tocino y huevos revueltos llega a mi haciendo que me revuelva el estómago del hambre que tengo.

Me pongo a comer y no puedo evitar el pequeño gemido que escapa de mi garganta.

—Esto esta delicioso, no sabía que tenías este talento oculto—. Le digo divertida.

—Hay muchas cosas que no sabes de mi Aixa—. La tension aumenta y nos quedamos en silencio terminando nuestro desayuno.

Me levanto recogiendo los platos cuando terminamos para lavarlos, pero me agarra la mano antes de coger su plato.

—Deja, ya lo hago yo, ve a cambiarte que es nuestro último día aquí y lo vamos a disfrutar.

—Lo puedo hacer yo, es rápido. Y es lo justo, tu hiciste el desayuno y yo lavo los platos—. Me suelta y rápidamente hago mi trabajo.

A los 10 minutos ya estoy tirada encima de una toalla viendo el azul del mar.
Adrien varias veces me ha dicho que me bañe con el, pero prefiero quedarme aquí mirando lo profundo que es el mar. Siempre me ha gustado la playa, pero no tanto para bañarme. El mar me relaja, el sonido de las olas, ese olor salado.

Mi vista se dirige el hombre que viene saliendo del agua todo mojado, las gotas rondando por su formado cuerpo. Los mechones de su pelo están pegados a su frente. Es hermoso. Tanto físicamente, como en otros aspectos.

Me hallo preguntándome como es que aún mantengo relaciones con el después de 4 meses. Pero me tiene hipnotizada. Simplemente no puedo dejar de verlo.

Cuando paso varios días sin verlo lo extraño. Extraño su olor, lo profundo de sus ojos grises, el simple contacto de sus dedos con mi piel, sus labios sobre los míos. Y me asusta de alguna manera.

Salgo de mis pensamientos cuando me levanta y me carga nuevamente como un saco de patatas.

—Si no entras por las buenas, entonces por las malas será—.Dice riéndose contagiandome a mi también.

Enamorada de un sexy mafioso +18🔥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora