CAP. 13

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Aixa

Oh no.

No va a hacer lo que creo, no.

Doy un paso atrás, pero es más rápido y en un segundo estoy encima de su ombro como un saco de papas.

-- Sueltameeee -- chillo mientras pataleo y le doy puñetazos por la espalda, al parecer no le afectan en nada.

Me deja caer bruscamente en el asiento del auto.

--¿¡ Pero que coño te pasa !? -- grito tratando de salir del auto pero me interrumpe.

-- Por favor Aixa, por una vez en tu vida hazme caso -- grita tan fuerte que me callo rápidamente y decido hacerle caso.

Nos pasamos todo el camino en silencio. Un silencio incómodo. Lo miro de reojo y tiene los nudillos blancos de apretar tanto en volante. Verlo así manejando es como si enviara corriente por todo mi cuerpo, se ve muy sexi así, me fijo en sus brazos, tiene el izquierdo lleno de tatuajes al igual que el pecho.

Oh dios mío, me siento acalorada, imaginándome encima de él los dos sudados, clavando mis uñas en los tatuajes del pecho. Aixa controla tu mente, estás brava con el.

Vuelvo mi atención a la ventana y veo que no se dirige a mi casa.

-- ¿ A dónde vamos ? -- no puedo evitar sonar asustada. Llevamos meses de conocernos pero solo sexualmente. Nunca habíamos salido juntos. Solo para llevarme a mi casa.

-- Ohh, te voy a secuestrar, para luego violarte, aunque no sería así, porque estoy más que seguro que tu estarías encanta de cooperar.

-- Dime a donde vamos ahora o me tiro del auto.-- me sorprende la seriedad con que hablo y el lo nota enseguida.

-- Ya relájate, quiero mostrarte un lugar. Nos quedaremos este fin de semana.

Me le quedo mirando con la boca abierta. De repente siento unas cosquillitas en el estómago no se si me gustan o me asustan, creo que la segunda. Esto no es como una cita, ¿no?. Vale, voy a creer que solo quiere tener con quien follar todo el fin de semana. Pero enseguida me acuerdo de algo, el parece leer mis pensamientos.

-- Por el trabajo no te preocupes, yo hable con tu jefe y no le importo mucho.

-- No puedes tomar decisiones sin mi permiso, ¿ quién te crees ?

-- Sólo serán dos días, necesito un descanso de mi trabajo y una compañía, ¿ prefieres que traiga a otra? -- levanta una ceja y me mira fijamente, malditos ojos grises, no puedo pensar con claridad cuando me mira así.

-- Me da lo mismo -- me encojo de ombros tratando de parecer indiferente. Pero la verdad si me molestaría mucho que estuviera con otra mujer, de repente estoy furiosa, demasiado. Y no son celos, claro que no, no podría. Solo que no me gustaría que estuviera con otra mientras mantiene relaciones sexuales conmigo.

Si es eso. ¿ Que más podría ser ? Ja

Me acuerdo de algo enseguida al verle los nudillos rojos, lo que también serviría para cambiar de tema.

-- ¿ Por qué estas lleno de moretones Adrien ?

-- Cosas del trabajo -- murmura distraidamente sin apartar los ojos de la carretera.

-- ¿Trabajo ? ¿ Cómo? Si tu trabajas en empresas, ¿no?

-- Es algo complicado, no hagas más preguntas Aixa.-- de la forma en que dice mi nombre hace que mi boca se seque y apriete las piernas. Me encanta cuando dice mi nombre de esa forma. Espera, que estoy pensando, no no.

-- Nunca quieres hablar conmigo sobre tu vida, ¿eres un asesino en serie? -- bromeo, pero me pongo seria en cuanto no veo ningún atisbo de diversión en su rostro.

-- Ya dije que no quiero hablar sobre eso, conformate con saber que tengo una empresa y una cadena de hoteles y bares.

Lo miro estupefacta. Ya veo de donde tiene tanto dinero. Pero sigo sin entender porque está lleno de moretones. Prefiero pensar que se peleo con algún socio. ¿Por eso estuvo tanto tiempo desaparecido ?

No hablamos más en todo el camino. Una hora más y ya llegamos a nuestro destino. Debo admitir que nunca imagine que me traería a un lugar como este. Creo que me la pasaré muy bien con el este fin de semana.

O no. Mis pesadillas. No, no...

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Enamorada de un sexy mafioso +18🔥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora