Capítulo 2: Bienvenido a Karasuno

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Nunca eh sabido como debo sentirme al iniciar algo o ir a un lugar nuevo... ¿emocionado? ¿nervioso? ¿asustado? Lo único que sé, es que desde que me quede mudo, siempre que conozco gente nueva tengo que explicar que no puedo hablar, y esperar que ellos lo tomen bien y no se burlen de mí por ello, aunque no es como si no pudiera defenderme...

- ¿Estás preocupado por tu primer día? -Escuche la voz de mi madre. Ella está desayunando conmigo, porque mi papá ya se fue a trabajar.

¿Debería estar preocupado? Negue con la cabeza, y use mis manos para hablar.

"No lo sé. No estoy seguro de cómo debo sentirme."

-Bueno, solo recuerda que estoy a un mensaje de ir a buscarte si te sientes mal. -Mi mamá me aseguro y yo asentí.

Termine de desayunar, y por ser mi primer día de clases, deje que ella me llevará en su auto a la escuela, aunque tengo planeado ir caminando a partir de mañana.

Los pasillos están llenos de alumnos, tanto así que termine chocando contra un chico pelado que parecía más grande que yo

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Los pasillos están llenos de alumnos, tanto así que termine chocando contra un chico pelado que parecía más grande que yo.

-Oh, lo siento. ¿Estás bien, amigo? -Me cuestiono, al atraparme antes de que cayera. Asentí, y consideré sacar mi pizarrón de mi bolso. - ¿Necesitas ayuda? Deber ser de primer año, ¿no? –

Cuando dijo eso, me sentí aliviado. Tenia en mi mano un papel con el número de aula al que debía ir, pero estaba teniendo dificultades para encontrarla. Le tendí el papel al chico, y me acompaño hasta mi salón de clases. Iba a agradecerle, cuando una campana sonó, y él se alejo corriendo.

Entre en mi aula y busqué mi asiento. Desde que soy mudo, los senseis prefieren ponerme adelante del todo para que sea más fácil llegar a mí y ayudarme si no entiendo algo, sin embargo, en este lugar, mi banco está casi al final junto al ventanal. Encogiéndome de hombros, me senté allí y esperé a que comenzara la clase.

Como es costumbre, la maestra nos pidió que nos presentáramos y dijéramos algo que nos gustará. Todo iba bien, yo escuchaba atentamente a mis compañeros de clases, cuando mi nombre fue dicho. Un poco confundido, me pare para que me vieran y mire a la sensei. Ella también me miro, y... ¿acaso no le dijeron que tendría un alumno mudo?

-Kageyama-kun, ¿podrías presentarte? -Me cuestiono al ver que yo no hablaba.

Volviendo a encogerme de hombros, agarré mi pizarrón y escribí en él ante la mirada de todos. Una vez que terminé, di vuelta el pizarrón para que leyeran.

"Mi nombre es Kageyama Tobio. Soy mudo, así que utilizo este pizarrón o lenguaje de señas para comunicarme. Espero que esto no sea un impedimento para que seamos amigos, ya que me gustaría llevarme bien con todos. ¡Encantado de conocerlos!"

Escuche una gran ola de "Oh", y luego varios de mis compañeros comenzaron a asegurarme que no tenían ningún problema con mi falta de voz, y que también esperaban que pudiéramos llevarnos bien.

Amor SilenciosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora