Capítulo 14: Un día sin hablar/Aprendiendo señas

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Se suponía que serían solo los miembros del equipo quienes acamparían en la escuela, ya que Shimizu-sempai y yo vivimos cerca. Sin embargo, los chicos insistieron bastante en que me quedará, y... la verdad, sonaba divertido, así que acepté. Esperamos a las doce de la noche para pactar que ellos no hablarían durante todo el día de hoy, y recién entonces nos dormimos.

Desperté de nuevo a las siete de la mañana. Me levante, bañe y vestí sin que ninguno se percatara de mis movimientos. Ayudé a Takeda-sensei a preparar el desayuno para todos, y luego volví al aula donde nos estamos quedando para despertarlos.

Como no puedo hablar, consideré saltarles encima o reproducir el ruido de una trompeta con mi teléfono a máximo volumen, pero Noya-sempai ya estaba levantado para cuando abrí la puerta, y él los despertó corriendo las cortinas sin decir ni una palabra. Todos se quejaron, y yo aplaudí, y señalé mi boca para recordarles lo que sucedía hoy.

Ellos me hicieron mímica de súplica, y yo me reí. Con mi pizarrón, les respondí.

"De acuerdo, les perdonare esta porque recién se despiertan, pero Shimizu-sempai y yo llevaremos la cuenta todo el día de cuantas veces se les escapa hablar."

Todos asintieron, y comenzaron a vestirse en completo silencio. Durante todo el desayuno, ninguno hablo, lo cual me parece impresionante. Empezaron a calentar en el gimnasio, y yo me concentre en preparar las toallas y botellas de agua.

Ciertamente, estaba completamente seguro de que les costaría mucho adaptarse a estar sin hablar en un día

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Ciertamente, estaba completamente seguro de que les costaría mucho adaptarse a estar sin hablar en un día... ¡Pero es tan gracioso verlos! Intentan comunicarse haciendo mímica, y les sale fatal. Encima, si la persona a la que intentan hablarle no los entiende, se frustran y saltan de bronca, o arrojan cosas.

Después del almuerzo, Shimizu-sempai y yo nos apiadamos de ellos, y les dimos unas libretas de bolsillo para que se comunicaran escribiendo. Al inicio, todos parecieron calmarse al usar eso, sin embargo... dos horas más tarde, casi todos las tiraron al suelo haciendo mímica de estar cansados de escribir todo lo que quieren decir. Desde entonces, por más que lo intentaron, ya no pudieron aguantar...

Tanaka-sempai hablo más de cuatro veces. Hinata creo que más de diez. Noya-sempai, para mi sorpresa, solo dos veces. Asahi-sempai tres; y Daichi-sempai, Narita-sempai, Kinoshita-sempai, Suga-sempai y Enoshita-sempai una sola vez.

-Bueno, como ya casi es hora de que me vaya. Vamos a decirles la cantidad de veces que hablaron en el día. -Shimizu-sempai proclamo, mientras limpiábamos el gimnasio. -Kageyama-kun. –

Anoté las puntuaciones en mi pizarrón y lo di vuelta.

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Amor SilenciosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora