Entre Plumas Blancas

Capítulo 17

En la mañana siguente despertaron Samara y Blaide esperando la respuesta del Consejo.

Pasa una hora y por fin los hacen subir para escuchar la decisión de si aceptar la ayuda del ejército Bureibu o no.

-Por favor, sientense con nosotros - les dice un consejero.

En la habitación está el Consejo sentado en el piso, como siempre con sus ropas blancas. Junto a ellos esta Halmes con la misma vestimenta de ellos.

-Sabemos que están ansiosos por saber que hacer, crean nosotros también, tomó un día entero pensar con sabiduría y ver todos los posibles escenarios dependiendo que decidimos - toma un respiro -en todo lo que nuestra sabiduría nos ayudo, sabemos de Samara, que no importa cuál decisión le demos, ella hará lo que le parezca mejor, por eso aunque te demos nuestra decisión, puedes hacer lo que tengas pensado Samara, pero no tendrás el apoyo de la Rebelión para tus planes próximos... Por eso nuestra respuesta es no. No aceptamos la ayuda del ejército Bureibu -

Samara se queda confundida -Yo solo quiero ayudar a liberar a los rebeldes- responde algo abrumada.

Blaide habla antes de que el Consejo responda -Pueden decirnos ¿porque votaron por un no como respuesta? -

-Claro... La rebelión en estos momentos es débil... No sabe pelear la nueva generación de Cuervos y no hay tiempo para entrenarlos si vamos y enfrentamos a la Guardia Real con los Bureibu. Después si ganamos, los Bureibu querrán el poder en la Nación, y no podemos dejar todo en manos de otra Nación dictadora. Tenemos que iniciar nosotros la guerra y nosotros terminarla -

-Podemos someterlos, y si se rebelan... Acabarlos- responde Sam.

-Entonces, ¿dices ser traidores con los que nos ayudaron con lealtad? ¿Hacer lo mismo que hizo la Familia Real con nosotros? - cuestiona uno de los Consejeros a Samara.

Samara no quiere responder porque sabe que es cierto, sería igual a la Familia Real.

Otro consejero le dirije la palabra a Samara -Otra cosa que te podemos aconsejar, es que salves al príncipe Galdalf del encierro, es cierto que no te ofrecemos a la Rebelión pero tu por tú parte puedes dirigir a los Bureibu contigo y rescatarlo y puedes llevar contigo solo a rebeldes capacitados que quieran ayudarte... Esa es la lealtad que apoyamos, a los que nos mostraron favor y el príncipe Gandalf lo merece -

Samara se preocupa, ¿quién querría arriesgar su vida por alguien de la familia real? Aparte le cuesta aceptarlo pero tiene temor de volver ahí y que puedan capturarla de nuevo, pero esos pensamientos se esfuman cuando piensa en Gandalf, sin pedir algo se arriesgo a sacarla, sin él, ella seguiría en el encierro infinito, ahogandose en pesadillas y torturas, y posiblemente, Blaide hubiera muerto.

-Entiendo - contesta Samara sin más.

Si lo hace así, podrá usar al ejército Bureibu, ellos pagarán su deuda con ella, y logrará que los rebeldes sigan entrenando para una guerra que es inminente.

-Has actuado con sabiduría Samara- contesta Halmes -esto fue una prueba para ver qué tanta lealtad nos tienes y vemos tu sincera respuesta...- Halmes mira a los demás Consejeros, esperando una respuesta, todos acientan con la cabeza a lo cual Halmes prosigue - Cuando logres tu objetivo, puedes tener esta oportunidad. Vuelve con nosotros y tendrás ayuda para controlar tu ira, te entrenaremos y así cuando los Rebeldes se levanten a tomar armas, tu vengas con nosotros-

Otro consejero sigue hablando - te necesitamos, pero tu pelea debe ser primero con tu mente-

Blaide siente un gran orgullo por Samara, incluso una pequeña sonrisa rebosa de su rostro. Sin pocos los que pueden estar ahí, y son pocos los que tienen la oferta de entrenar con el Consejo, sin duda, esto será lo mejor para Sam.