Capítulo 11

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Narración (Gandalf)

—¿Quién es esa chica? — pregunta Gandalf al mayordomo al asomarse por la ventana. Trae ropa de soldado aquella chica.

—Tal vez es de los nuevos comandos — responde el mayordomo.

Será mejor ir a fuera a conocerla, puede arruinar los planes.

(...)

Camino sin rodeos a ella. Ella está bromeando con los demás guardias, no han notado que estoy acerca.

Estoy a unos pasos de ellos esperando a que terminen con sus boberías.

—Señor — dice uno avisando a los demás para ponerse serios y recibirme

—¿Quién los tiene tan alegres? — pregunto. Ella por fin voltea y me ve.

—Disculpe señor, fue mi culpa — responde la chica.

—No los distraigas, no pueden bajar la guardia — ella asiente con la cabeza —¿Y tú que haces aquí? ¿Quién te mando? — pregunto.

—Me ha asignado el príncipe Charles al cuidado de la señorita Wollemia, señor — lo que temía.

Sostengo una carcajada —¿Y tú como podrías cuidarla? Estas muy escualida. Se necesita a alguien más... adecuado para el puesto — respondo en tono burlón.

Me dispongo a irme, tengo que sacar a Samara.

—¿No me recuerda, señor? — dice la chica detrás de mi.

La miro pero no se me hace familiar —Olvidó rostros insignificantes — ella se molesta.

Se dispone a acercar su mano a su cuello y a bajar su camisa que lo cubre. Asombroso, el tatuaje de una rosa blanca.

Se ve demasiado mal, no la habría reconocido.

—¿Nora? — pregunto, ella hace una pequeña sonrisa.

—¿Ya vio? Si sobreviví a lo que me hizo — responde con dureza.

Como pudo reclutarla Charles, ella sólo debía ser informante y después tendría que ser ejecutada.

—Tal vez, pero te sigues viendo horrenda, era mejor verte en bata en tus sueños — le guiño el ojo y me marcho.

(...)

—¿A dónde va señor? — pregunta la ama de llaves.

—Quiero visitar a mi abuelo — respondo.

—¿Y cree que le permitan ir? — pregunta.

—Tienen que, sigo siendo un príncipe para ellos — salgo del Palacio, han traído muchos guardias por precaución de Samara.

No falta mucho para que Charles se de cuenta que no está sedada Sam.

Tengo que sacarla hoy mismo.

La limusina llega y un guardia entra junto conmigo en ella.

Ha pedido protección para que no sospechen.

(...)

Entro al cuarto del abuelo, el guardia me acompaña.

Para disimular le cuento al abuelo un poco de como están las cosas en su ausencia.

—De hecho Charles me encargo que cambie a Blaide de edificio, Sam será traída de vuelta y no puede estar aquí cuando regrese — mentiras que tengo que decir para que escuche el guardia.

Después de otro momento me despido del abuelo, ya es hora.

Caminamos al ascensor y descendemos en el.

Entre Plumas BlancasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora