Entre Plumas Blancas

Capítulo 18

La soledad duele en cada rincón de su hogar, no encuentra donde sanar sus heridas, el año que le esperaba era muy diferente a lo que es ahora su presente. Su cuerpo es débil, simple, sin aliento para seguir.

Diambula con ropas que no se ha cambiado en días. Quien sabe cuando fue su último baño.

Con una mano sostiene una copa con algo de vino que encontró en la alacena, mientras que con la otra mano sostiene un bastón. Sus fuerzas se desgastan y no puede caminar como era antes.

La miseria lo acompaña. Sólo puede ver su reflejo en un gran espejo que hay en el vestíbulo ¿este es el aspecto de un rey? Se pregunta Charles al ver su rostro con unas ojeras pronunciadas y su cuerpo sin garbo.

Odia mirar lo que es, pero de que sirve ocultarlo, sin Samara a su lado, él es una paloma, sin poder, sin fuerzas, sus alas marrones quedaron en el olvido.

Recuerda sus momentos de gloria, las batallas que ganó, lo perfecto que era.

Ahora apenas y sale de esas paredes, claro, solo cuando se requiere. Sale a dar palabras a la nación, firmar papeles importantes, entre otras cosas. Pero en cuanto a los soldados, ya no tiene más que decirles ¿como alentarlos? Están débiles, no tienen sueros igual que le pasa a el, no pueden hallar a cuervos que los suministren, es como si hubieran dejado de existir.

Charles teme lo peor - este plan es de ellos - piensa seguro -cuando ya no nos quede más, vendrán por nosotros y será el fin de la monarquía. Todos los reyes antes de mi fueron fuertes, supieron acabarlos, pero yo, yo no soy nada- se repite esto una y otra vez.

Nadie está con el acompañándolo, ha pedido que todos se vayan, incluyendo a su fiel amigo, su buen mayordomo. Sólo estan los guardias a las afueras de la mansión y en las murallas. También un par de días a la semana vienen a limpiar algunas mucamas, pero después de eso se van.

Ha decidido quedarse un tiempo en el castillo, el que fue su hogar de pequeño, así podrá estar cerca de los laboratorios y ver más seguido a su abuelo. Para Charles, eso es lo que lo mantiene aún con cordura, esperar que su abuelo despierte.

Sus pensamientos también recurren bastante en Samara, ¿como estará? ¿Lo seguirá queriendo? ¿Cuando volverá?

La verdad es que mucho tiene que ver Sam en su decisión de cambiarse al castillo, tal vez ahí pueda volver a verla, esta seguro que volverá por ellos, y solo ahí es donde el puede volver a tenerla.

Recibe una llamada de que el auto está afuera para llevarlo a su nuevo destino, Charles sale sin más y se sube.
(...)

Han pasado dos meses desde su último encuentro con Sam.

Lee algunos permisos que le trajeron a firmar, exportaciones y demás, mientras se encuentra en la habitación de su abuelo. Sigue en terapia intensiva, pero aún no ven mejoría.

-Hoy volví a soñar cuando nos mandaste a nuestro primer día de clases- Charles suelta una pequeña risa -estaba muy asustado Gandalf así que decidimos escaparnos todos juntos, después de unos minutos, nos encontraron, había helicópteros y soldados rodeandonos, creíste que nos habían llevado - ríe de nuevo -Siempre estuviste ahí para nosotros, aun aunque te fallamos tanto- suspira y solo mira las maquinas que rodean a su abuelo -Todo el suero se está utilizando en ti, debe ser cuestión de tiempo para que sanes y vuelvas... Te necesito - Charles hunde su cabeza contra los papeles entre sus manos aguantando un sollozo.

Charles tiene pesadillas constantes, aunque al darse cuenta de los malos momentos cambia lo que está viendo, su descanso no es igual, es como seguir trabajando, como si el cansancio no se reparará. Y aunque, en sus sueños grita y busca a Samara, no hay respuesta, no puede verla por más que trata de encontrarla.

A pensando en ver así a su abuelo, pero sería conectarse con el mediante diferentes cables y el cerebro de su abuelo no aguante tal trabajo y su recuperación se atrase. Lo mejor es esperar, ahora es a Charles a quien le toca sacrificarse por su abuelo.

Se escucha el elevador y un guardia entra rápido a la habitación donde se encuentra Charles. El se levanta algo asustado -¿Que pasa? -

-Señor, están atacando la muralla, varios guardias han caído, no se ve favorable, por eso he venido por usted para esconderlo, me temo que en cualquier momento van a entrar - dice el soldado con su uniforme algo manchado de tierra, su frente está sudada como si hubiera corrido desde la entrada de las murallas hasta estar con Charles.

Charles sabe que debe huir, su abuelo es mejor que se quede conectado, ahora el principal interés de los rebeldes, es quitar al sustituto del Rey, por supuesto, Charles.

Una explosión se escucha más arriba de ellos, debe ser que tiraron la puerta del castillo.

-Señor tenemos que bajar más, ir a lo último de los laboratorios - Charles afirma con la cabeza y corren al siguiente elevador. Mientras el guardia alerta a los demás guardias que se encuentran en ese piso, cada guardia tiene permisos en el castillo y diferentes cargos, por eso pueden seguir alertando a cada guardia que haya abajo de ellos de la llegada de intrusos.

Charles sabe bien cada rango de cada guardia y sabe que todos ellos no tienen idea de que más abajo de los laboratorios, están las celdas y que ahí tienen a Gandalf.

Algunos bajan junto con Charles por el elevador hasta llegar al último piso, ahí más guardias los esperan, aun queda un elevador más por bajar.

-Señor usted siga bajando, nosotros los esperaremos y defenderemos aquí - le dice uno de los guardias a Charles, el les hace caso y corre hacia el otro extremo donde se encuentra el último elevador.

Cuando una gran explosión baja por el elevador donde recién bajaron, y hace que el laboratorio se llene de humo, haciendo que algunos guardias caigan, incluyendo a Charles.

Mientras intenta ver hacia donde proviene todo el humo, puede ver siluetas entre el parecen soldados, pero no son Cuervos, esto le parece extraño, son personas del ejército Bureibu. Pero, ¿como? ¿Como bajaron después de hacer estallar el ascensor? Eso no puede ser así, deben tener ayuda de alguien con dones.

Hasta que ve lo siguiente que baja de la explosión, Samara.

Sus guardias no hacen nada, solo están quietos viendo -¡Ataquen! - les ordena Charles asustado por ver a Sam aproximándose.

Pero ahora lo nota, los tiene inmóviles.

Sam levanta una mano y les arrebata las armas a los soldados y hace que ellos caigan cara al piso, los Bureibu se acercan a cada uno para someterlos.

-Hola, Charles - contesta Sam viéndo a un Charles temeroso en el piso.

Charles se logra levantar, al parecer a el no lo ha detenido aún con sus dones, sin más, el se levanta y entra al elevador.

Samara sólo lo observa.

-Sam, ¿porque no lo detienes? - pregunta el capitán Bureibu.

-Porque quiero que abra la celda de Gandalf, y es lo que hará para seguir escondiendose... Porque eso hace un cobarde - dice Sam al esperar a que baje.

Y algo ella tiene en mente, está será la despedida de los hermanos Lickenbridge.