Entre Plumas Blancas

Capítulo 19

El ambiente aquí es diferente, sientes como si caminaras por un cementerio en medio de la noche, solo que aquí son celdas seguidas unas de otras, un gran corredor que sólo topa con una puerta. El silencio es abrumador, pero los pensamientos de Charles no lo hacen notar esto mientras corre por el gran pasillo.

-¡Guardias! ¡Guardias! - grita Charles mientras se dirige al final del pasillo. Dos guardias lo interceptan y preguntan que está pasando arriba en la mansión.

Estos guardias tienen instrucciones de no moverse de su posición, no importa que pase más arriba de ellos.

-¡Están atacandonos! Abran la celda de Gandalf, necesito su ayuda - dice con su respiración agitada.

Los guardias se miran uno al otro y hacen lo que pide Charles, mientras uno abre la celda, el otro intercepta la última celda, la puerta del fondo, haciendo que no se vea lo que hay ahí. Las puertas de las celdas son pesadas de hierro y tienen dos ventanas, la de arriba para ver lo que hay adentro y la segunda que está abajo es para introducir los alimentos a los que estén presos ahí.

Al abrir la celda, Charles pasa de frente dejando atrás a ambos guardias. Gandalf se encuentra recostado encadenado a la base para dormir, en su cuello tiene un collar que hace que sus dones no puedan salir. Charles se sorprende al verlo encadenado de tal forma.

-Bienvenido hermano, disculpa que no te invite a sentarte, pero estoy demasiado cómodo como para darte un espacio en esta pequeña cama de acero - dice Gandalf con un tono sarcástico y una sonrisa forzada.

-¿Por qué está encadenado así? ¿Qué no saben qué es uno de los príncipes de esta nación? - dice Charles molesto al ver lo incomodo y doloroso que se ve Gandalf.

-Disculpe señor, son las órdenes para tener a alguien que traicionó a nuestro rey y a nuestro futuro gobernante, a usted - responde un guardia que se puede ver su rostro claramente, tiene su tez oscura y se ve alguien de edad madura. Más madura de lo normal en un guardia.

-Por favor Charles, sé que tu mandaste a tenerme así, no te creeré este teatro de no saber nada - responde Gandalf a Charles.

-Gandalf de verdad no tenía idea, pero eso ahorita no importa. Están atacandonos, necesito que me ayudes. Están apunto de bajar - contesta Charles acelerado.

-No veo el apuro, creo que te mereces eso y más, es más, creo que puedo esperar un poco más y ellos mismos me quitaran estas cadenas - dice Gandalf volviendo a recostar su cabeza.

-¡Gandalf esto no es un juego! ¡Si nos capturan será el final de la dinastía y nos ejecutarán! ¡Por favor tienes que ayúdarme! - dice Charles un tanto desesperado.

-Esta bien, quitenme todo esto, pero... No esperes mucho de mi- Gandalf con las fuerzas que tiene levanta sus manos que tienen esposas. Los guardias dudan de esto pero no tienen opción y hacen caso y le quitan poco a poco las diferentes cadenas que lo sujetan. Gandalf mueve poco a poco sus piernas y sus brazos para estirarlo un poco, da unos pasos y batalla en moverse, se nota que está adolorido.

En ese momento se escucha lo que menos desean, el sonido del ascensor abriéndose.

Los guardias al quitarle las cadenas a Gandalf, salen de la celda con armas en mano para enfrentar lo que sea que llegará por el ascensor.
Se escuchan sus armas caer y al parecer ellos también.

Charles asustado sale igual para ver lo que hay fuera. Se encuentra dos guardias tirados al piso aún con vida, Sam con sus ojos algo brillosos se puede notar que ella los está sujetando al suelo con sus dones.

-No pongan resistencia y no les haré daño - dice una Samara muy tranquila.

Charles asustado intenta atacarla con la única fuerza que le queda de sus dones casi perdidos, pero su cuerpo es estrellado contra una de las paredes, haciendo que quede inconsciente. Gandalf está detrás de él haciéndole esto.