Capítulo 9: Explotando

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René

Wolfgang ayuda a levantarme – ven vamos a mi casa

- Estás seguro, tus papás no te dirán nada

- No te preocupes además fue mi mamá quien me conto todo

Como era de esperar pueblo chico infierno grande, sin embargo, está vez funciono a mi favor. Eso no quita el miedo que siento al pensar en el papá de Wolfgang qué dirá o si incluso permitirá que yo duerma en su casa hoy y qué pasará mañana, tantas preguntas y las respuestas son tan aterradoras.

Voy tan inmerso en mis pensamientos que no soy consciente que estamos abandonando el parque al punto que solo reacciono cuando Wolfgang se coloca enfrente de mí

- Así que es cierto que andas de maricon con este muerto de hambre

Es mi papá, no movió un solo musculo para ayudarme, pero aquí está enfrente dispuesto a herirme una vez más y no solo con sus palabras. Lo peor son las personas que nos rodean para ver el espectáculo y cuchichean entre ellos, me siento tan pequeño e inútil, deseo poder callarlos, lastimarlos como lo hacen conmigo.

El rostro de mi padre muestra el odio que siente por mí, no hay ni una pizca de compasión al contrario trata de sujetarme, sin embargo, Wolfgang lo detiene

- No se atreva a tocar a René – es gracioso durante mucho tiempo desee que mi papá me defendiera de Wolfgang y al final resulto todo lo contrario

- Crees que me das miedo chamaco – por un momento deseo que enseñe el monstruo que puede ser... pero es mi papá y por mucho que deseo lo hiera no lo quiero muerto

- ... - me sorprende que Wolfgang no haya perdido el control

- Aunque me de asco ese puto es mi hijo y si quiero lo llevo a casa para educarlo como se me dé la gana

Veo como Wolfgang se tensa ante lo dicho cambiando su postura, la conozco está listo para atacar

- Wolfgang, por favor es mi papá

- Está bien, vamos a casa

Me toma de la cintura provocando que mi rostro se ponga rojo ante ese gesto posesivo de su parte, lo más ridículo es que me gusta antes lo detestaba, pero ahora me hace sentir protegido al grado que las voces y miradas dejan de tener importancia

¡Paf! Es el sonido resultante del puño de mi padre atrapado por Wolfgang trato de atacarnos cuando le dimos la espalda.

Era mi héroe, nunca lo culpe por las desgracias que me pasaron porque creí que el siempre estaría a mi lado defendiéndome de todo mal se supone eso hacen los padres.

En este momento esa utopía donde mi padre es un héroe ha dejado de existir para arrojarme a la realidad que a veces los monstruos son los salvadores y los héroes los villanos, depende del cristal con el que se mira.

Se escucha como los huesos de la mano de mi papá crujen – Wolfgang

- Está bien, pero no puedo dejar que te dañe más – regresa su vista todos los chismosos sin soltar a mi papá – si alguien toca un solo cabello de René lo mato – el tono era tan frío y directo que no fue necesario alzar la voz todos los presentes saben que no está bromeando o alardeando

Libera a mi papá y toma mi cintura para guiarme a su casa donde su madre nos está esperando, seguro vio todo

- Hola, mamá, René se quedará con nosotros hoy - ¿solo por hoy? – mañana buscaré un lugar para nosotros

- ¿Nosotros? – No pude evitar preguntar

- Sí, nosotros – ¿puedo confiar en él?

- Pasen, vamos a comer

El niño del loboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora