Capítulo 27: Reconciliación

408 32 24
                                    

Wolfgang

- Hijo, duerme un rato yo cuido de René

- No, aquí es mi lugar junto a mi... esposo e hijos - esa palabra suena tan perfecta cuando me refiero a René - quiero estar cuando él despierte

Mi niño tiene más de doce horas inconsciente íbamos a ir al hospital, pero el druida dijo que es agotamiento fue por una conocida suya que ayudo a pasar sueros a mi pequeño para que se recupere a mayor velocidad

Nuestros niños han despertado para pedir comida mi mamá dijo que coman de mi mate por ser sus primeras veces si quedan con hambre, les daremos formula. Hasta el momento no ha hecho falta porque mis niños son unas máquinas de succión sus rostros se contraen de la fuerza que usan para dejar seco a mi compañero que inconscientemente acaricia sus cachetitos

- Niños, no tan fuerte lastiman a papi - trato de apartar a Fabian que es el más comelón - papi necesita dormir Fabian lo vas a dejar seco

- Lo aprendió de ti - mi niño está despierto y sonriendo

- ¡René ¡- acaricio su mejilla - mi amor - uno nuestros labios para después besar su marca

- No hagas eso

- Tu no vuelvas a irte - muerdo su marca ante la gran necesidad de sentir al amor de mi vida

- No muerdas tan duro acabo de despertar o me volveré a dormir

- No dejaré cierres esos hermosos ojos nunca más

Fui por mi mamá para que se uniera a nuestra celebración segundos después me arrepentí al verla besar y abraza a mi niño sin importar mis protestas y de nuestros niños que movían sus manitos queriendo alejarla de mi mate, son como yo protectores de su papi

- Vengan niños hay que dejar a papi - los sin vergüenza estos abren sus ojos mirando de forma super tierna a su papi

- Mis niños tienen hambre - dice René sujetándolos

- Mamá dile que ya comieron mucho tendrán dolor de estómago

- Alguien tiene dolor... en el corazón porque están robando el amor de su compañero

- ¡¡Mamá!! - trato de tomar a los niños que sueltan a su papi para hacer brillar sus ojos en color plata de forma amenazante - mamá mira - los niños enfocan a mi compañero regresando sus ojos a la normalidad para volver a su labor

- Son unos alfas de sangre como tú - rugiría de felicidad si estuviéramos en otro lugar

- Gracias, mi amor - uno nuestros labios una vez más

- Wolfi, tengo sed

Mi mamá y yo nos concentramos en atender a René para que pueda asearse y cambiar a los niños, mi mate está bien de salud su ritmo cardiaco es fuerte y tiene buen apetito cosa que alegra a mi lobo al considerarlo una señal de bienestar

Los niños son muy tranquilos y hermosos, los nombres lo escogimos hace casi dos meses para que desde que nacieran pudiéramos identificarlos. Volvimos a descansar con los niños en medio de nosotros

- Son tan bellos y puros como tú - digo viendo a los ojos de mi René

- Wolfgang, somos padres - una lágrima de felicidad desciende de su rostro - estoy tan feliz que creo podría escalar el Everest

- Yo solo quiero estar a tu lado, bueno, su lado porque es donde está mi corazón

Los siguientes días pase pegado a mis niños y mate atendiendo cada solicitud, sigo llevando a René en brazos a cada sitio en la casa no importan sus quejas mi rey no puede tocar el suelo y los príncipes en brazos de sus padres estoy esperando ir al parque para presumir a nuestros hijos desde lejos porque nadie los tocará más que René y yo

El niño del loboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora