El yokai del caos

Capítulo 25

- ¿A qué debo tu honorable visita, Naruto? - Satanael pregunto sin voltear a verme.

-Te atreviste a atacar a mi familia una vez más - dije mientras lanzaba el cuerpo de uno de sus sujetos de prueba.

- ¿Y que planeas hacer? - interrogo sin voltear a verme.

La mitad de la habitación desapareció después de que dejará salir una porción de mi aura, incluso si muero enfrentándome a él no planeo perdonarle el hecho de que haya provocado a mi familia y atacado utilizando a alguien importante para la persona que veo como una hermana, no, no es mi hermana, incluso si es mayor, la veo como una hija, como tal, solo me quedó enfurecer hasta el punto en el que no me importó venir por mi cuenta y confrontar a este malnacido.

-Ángel caído y creado por Dios tenías que ser - dije después de calmarme - ustedes en verdad son una plaga.

Sujete su puño ignorando la destrucción que causo, al parecer había tocado un punto delicado para él, no es que importe, después de todo, mi ira es más grande que la suya... creo que esa frase ya la había escuchado, tal vez cuando era el otro Naruto, pero bueno, no importa ahora, no en este momento, además, acabo de descubrir que soy más fuerte que él, aplaste su puño, cosa que lo sorprendió, haciendo que la ira que tenía en ese momento cambiará por desconcierto, un instante después salió volando después de que le diera una patada, mire la extremidad que estaba sujetando y simplemente la tiré al suelo.

-Voy a acabar con esto justo ahora.

Un rasengan de color negro rodeado de un anillo blanco apareció sobre mi mano, comencé a elevarme unos metros en el aire, la técnica que tengo en mi mano derecha la cree con el único propósito de matar a los seres creados por este sujeto y a él mismo, moví la muñeca hacia un lado dejando caer la esfera negra, la cual, apenas tocó el suelo, explotó creando una inmensa cúpula blanca que no dejó nada, solo un enorme cráter, donde algunos rayos parecían salir por la acumulación de energía, pensar que implosionaría, puede ser incluso más peligroso que un rasenshuriken.

-Fue buena idea dejar un clon de mí - Satanael dijo detrás de mí.

-Ahora tiene sentido que hubiera sido más fuerte que tú - exclame sin voltear a mirarlo dejando salir mis diez colas - y tú también eres un clon.

-Solo una interacción con una copia y ya sabes identificarlas, en verdad eres el mejor experimento, Naruto.

-Primero, no soy tu experimento, segundo, cuando vea a tu original, lo asesinare, no dejaré nada de él.

Mis diez colas atravesaron su pecho, el resto fue cosa del chakra, el cual actuó como si fuera un ácido, derruyendo su cuerpo en partículas de luz que absorbí dejando fuera la parte de la consciencia que había utilizado tomar control de ese cuerpo, esta magia se sintió asquerosa, corrompida, sin embargo, solo la acepte el poder, haciéndolo mío y provocando que dos alas negras brotaran de mi espalda, cosa ante la cual solo suspire con cansancio, me pregunto que terminaré siendo al final de este viaje, ojala pueda descansar cuando todo termine.

-Has vuelto a cambiar - Bikou mencionó luego de sentir mi presencia, me teletransporte al lado suyo y de Noir.

-Eso no importa ahora, tampoco debes preocuparte por los demás, mi clon está cuidándolos, no, tal vez debería decir que los estoy cuidando, ignora eso, solo están bien.

-Aquí también lo estamos - él dijo con una pequeña sonrisa, sosteniendo a una dormida Noir, por las marcas debajo de sus ojos debió haber llorado bastante.

-Ophis, Elaine-san - llame volteando a mirar a las dos - vuelvan a la casa, yo me encargaré desde aquí.

- ¿Seguro, Naruto-dono? - Elaine pregunto con curiosidad.