El yokai del caos

Capítulo 33

No había mucho sentido en unirnos a los esfuerzos de los demonios y de Azazel-sensei, apenas llego la puesta del sol, Asia y yo comenzamos a dirigirnos hacia el castillo mencionado, no importa si debo recibir un castigo por salir a una hora que no estaba permitido por las profesores, no es que importé en este momento, la situación actual es peor que cualquier castigo, miré a mi amiga, la cual sonrió de manera gentil, me alegra tenerla en esta situación, es un alivio poder contar con su apoyo.

-Sabes que es peligroso ¿verdad, Kunou-chan? – exclame mientras miraba en su dirección.

-Yo también quiero ayudar a recuperar a mi madre – su respuesta estaba cargada con tanta determinación que me hizo recordar a Naruto.

-Está bien – Asia contesto por mí – pero quédate a mi lado, necesitaré que alguien cubra mi espalda.

-Entendido.

De ser un dúo pasamos a ser un trío, me pregunto si habrá algún momento en el que los equipos en los que pelee serán conformados de una manera distinta a esta cuando no estamos todos, bueno, el mejor complemento para mi modo de pelea sería nii-san, pero Naruto siempre agregaba a Bikou-san o Vali-san para compensar cualquier apertura, sin embargo, aquí no esta Naruto, no están los demás, solo somos Asia, Kunou-chan y yo, bien, espero que ellos hayan mejorado en el poco tiempo desde que dejamos de pelear, de otro modo, los voy a aplastar.

La niebla no tardó en rodearnos, teletransportándonos a otro lugar dentro de la dimensión creada por George-san, ahora nos encontramos en una calle completamente vacía, haber sujetado de las manos a Kunou-chan y a Asia hizo que apareciéramos en el mismo lugar.

-Bien, supongo que el juego ya comienza – dije mientras hacia aparecer un círculo mágico que bloqueo un ataque mágico – no tengo tiempo para lidiar con ustedes.

Magia de hielo, rayos y oscuridad volaron en la dirección donde se supone debían estar tres mujeres y un simple mago, no se que les habrá pasado y tampoco me interesa ir a comprobarlo, las tres somo caminamos en dirección al castillo, lo curioso fue que no hubiera gente interponiéndose en nuestro camino, Cao Cao debe estar confiándose de su fuerza al tener esa lanza, no lo culpo, que tenga la verdadera longinus es un problema.

-Nunca la había visto tan enojada – Kunou-chan dijo por lo bajo creyendo que no la escuche.

-Para Le Fay-san y los demás se enojan bastante si meten a gente inocente en asuntos como este – sí, Asia tiene razón, no toleramos eso, unos menos que otros.

-Ya veo.

-Vamos, anímate Kunou-san, rescataremos a Yasaka-san, entonces podrás comer su tofu hervido.

Ojalá tener tanta actitud positiva como Asia, ver siempre la esperanza por muy complicada que sea la situación, aunque tampoco es que sepa como se siente por completo, no tengo la habilidad de Naruto para reconocer las emociones y tampoco he logrado comprender los ladridos, gruñidos y aullidos de Kurama, así que no podría entender lo que el pequeño zorro de tres colas me diría, hablando de él, se encuentra caminando por las sombras, de no ser porque puedo sentirlo incluso en su estado escondido diría que estábamos solas.

-Vaya, vaya, la pequeña maga ha vuelto a ser la primera en llegar – Cao Cao dijo justo después de que llegáramos – y vienes acompañada, creí que eras de las que peleaban solas.

-Peleo sola, pero no soy tonta como para enfrentarme a todos ustedes por mi cuenta – respondí con ira reprimida.

-Heh, veo que estas enojada, entonces lo mejor será que no mires atrás.

-Libérala – me siento poderosa ¿será cosa de la ira?

-Claro.

La aparición de un kyubi gigante detrás de nosotras hizo que me enojará más, en cuestión de unos instantes todo lo que se encontraba delante desapareció, no había más que un gran cráter, de reojo vi mi mano derecha, la cual había levantado para enviar la magia que había acumulado, pero las prioridades no habían cambiado en lo más mínimo, allí, en medio del cráter se encontraban los miembros de la facción de los héroes, detrás estaba Yasaka-sama, bien, chasquee mis dedos y las cadenas capaces de detener a alguien como Fenrir aparecieron, envolviéndola y manteniéndola inmóvil.