Capítulo 27

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Calmar a Ophis no había sido una tarea sencilla, al menos no del todo, en términos normales esto es lo que debía ocurrir con los que enfrentaran a esos sujetos, simplemente caen ante la desesperación, ya sea porque cualquier daño que no sea a gran escala es inútil en contra de ellos o porque los números son casi infinitos, son tantos y atacan como si fueran una colmena de abejas que son guiados por su reina, ella tuvo suerte de que pudiera destrozar a varios de un golpe y de que un clon la teletransportará a mí, porque un instante después, la mitad de mis clones desaparecieron cuando aparecieron esos diez sujetos, uno de ellos posee unos ojos similares a los de Noir.

- ¿Vamos, Kurama? – le pregunte al pequeño zorro, el cual solo ladró con diversión, sus ojos tomando el mismo color de los míos – bien.

En cuestión de un instante aparecí en la grieta dimensional dejando un clon cuidando de la dormida Ophis, cuando se tranquilizo y la locura dejo por completo su mente cayó dormida como si fuera una niña pequeña, miré al grupo de diez sujetos nuevos, más clones míos aparecieron asegurándose de destruir a los esbirros que habían estado luchando durante mucho tiempo, por mi parte, me puse delante de los recién llegados, los cuales solo me miraron de manera seria.

El primer ataque vino de parte del chico de cabello dorado con ojos rojos, la destrucción que sus ojos fueron capaces de provocar, fracturas aparecieron alrededor de la grieta dimensional, abriendo agujeros que llevaban a las dimensiones conectadas con este lugar, no obtuve ni una sola herida debido a la numerosas capas de chakra y magia que cree a mi alrededor lo evitaron, levante mi mano derecha y decidí mostrar la superioridad que había entre ellos, que confiaban en sus poderes regalados y yo, que desde que obtuve los poderes seguí entrenando de diferentes maneras.

-Haaa – fue lo único que exclame mandando una ráfaga de poder puro que intentaron detener mediante círculos mágicos.

Sin embargo, la composición de mi ataque había tomado como base el que Ophis lanzó hace poco, los círculos mágicos pronto se convirtieron en partículas de luz blancas que se desvanecieron en la grieta, el mismo destino les espero a ellos, todos convertidos en mera energía que se disperso por el lugar, después vino la explosión, la que se consideraba infinito en este lugar dejo de serlo cuando mi ataque consumió todo lo que estuvo a su alcance, mire a Kurama, el cual se encontraba sobre mi hombro derecho mirando con sorpresa el espacio vacío delante nuestro.

- ¿Qué sucede? – pregunte al no ver nada, entonces ladró reprendiéndome por ser tan poco perceptivo.

Volví a mirar al espacio delante buscando que es lo que se supone debo ver, entonces me percate de algo, no hay ni una sola alma, este hecho de por si no sería sorprendente, es decir, estas no tienden a ser visible a simple vista, que yo fuera capaz de verlas era gracias a la visión compartida con Kurama y justo ahora me percataba del hecho de que no hay nada, de que todo esta destruido, incluso cosas como las moléculas, que se supone aquí son energía pura, cambiaron, transformándose en otro tipo de energía, la que yo provoque al destruirlo todo.

Prácticamente, siguiendo las bases del ataque de Ophis cree un ataque capaz de desvanecer almas, recibí un ladrido un poco molesto de parte del zorro de ahora dos colas en mi hombro, creo que se le olvida que a diferencia suya, yo no veo almas todo el tiempo y que la ausencia de estas en mi rango visual es lo usual, así que no tiene sentido que me reproche algo que no es normal para mí, solté un simple suspiro mientras miraba a mi alrededor, no hay ningún enemigo, nada, es la primera vez que puedo decir que la grieta dimensional está completamente vacía ¿Qué tan poderoso seré en realidad?

-Me habría gustado saber que habilidades tenían los otros nueve.

Abrí una brecha dimensional que me llevaría al inframundo dejando un simple clon conectado a mi poder, si más de esos bichos aparecen entonces la guerra podrá volver a iniciar en esa zona o cualquier otra de la grieta dimensional, ahora lo que toca es proteger al segundo portador de Draig, tener que hacer de niñero no me gustaba, mucho menos de alguien que no sabe ni siquiera lo que busca, pero está bien, es por el bien de mi compañero, tal vez también por el mío, lo que si sé es que no quiero que el dragón sellado en mi brazo izquierdo termine dentro de una persona malvada o que pueda ser corrompida por Satanael.

El yokai del caosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora