Capítulo 42

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- ¿Estás seguro de que fue una buena idea sin decirles algo a los demonios? – Ophis pregunto flotando a mi lado.

-No es como si ellos pudieran hacer algo en este punto, deje que el cuerpo del idiota fuera destruido para darle uno mejor, eso es todo.

-Ya se me hacia raro que hubieras fallado en agarrar esa flecha.

- ¿Te enoja que haya hecho que muera?

-Antes de querer enojarme, quiero saber porque dejaste que muriera.

-Para regalarle poder – respondí mientras comenzaba a sentir la presencia de Gran Rojo.

- ¿Regalarle poder?

-Sí, cuando acabe con Satanael, con ese cobarde, quiero que todos nos vayamos a otro mundo donde podamos vivir tranquilos.

-Entonces él será el protector de este mundo.

-Sí.

-Eres más amable de lo que pensé.

-...

-Guardar su alma para revivirlo, dejar a alguien protegiendo este mundo por el que tanto te esforzaste, los demás pueden decir que eres alguien malvado, pero nosotros sabemos que no es así.

-Me estás dando demasiado crédito Ophis.

Ella solo me sonrió haciendo que no pudiera refutar algo, simplemente solté un suspiro mientras seguía volando, levante mi mano derecha absorbiendo el fuego que Gran Rojo nos envió al creer que habíamos venido a pelear contra él, deje que terminara de atacar para extender el guantelete perteneciente al idiota, su mirada se relajo un poco y descendió al suelo del lugar, donde nos esperó con extraña paciencia.

-Entonces ¿Cómo murió? – él pregunto con ligera curiosidad.

-Lo golpeo una flecha cubierta con la sangre de Samael – respondí mientras hacia flotar el guantelete en medio de los tres.

- ¿Destruiste a esa cosa? – ahora esta enojado, no lo culpó.

-Sí, no queda nada de ese ser, ni siquiera su alma.

-Ya veo – arranco parte de su carne y la envió flotando cerca del guantelete.

-Creí que odiabas a Naruto – Ophis exclamo con una voz un poco diferente a la que tenía antes mientras enviaba una mínima fracción de su poder.

-No, simplemente era una molestia – Gran Rojo respondió con llamas saliendo de su boca, dando forma a su propia carne.

-Oye, apenas termine algunas cosas me largaré de este mundo – me queje al tiempo que ingresaba el alma del idiota en el nuevo cuerpo.

-No me extraña, siempre pareciste odiar este universo y los mundos conectados a este.

-Es demasiado problemático.

-Es bastante problemático – Ophis dijo con diversión.

En medio de los tres se encontraba el pseudo portador de Draig en todo su esplendor, ya solo faltaba hacer que su alma se uniera por completo a ese cuerpo, en condiciones normales eso sería todo lo que haría, pero dado el sello que le coloque si llego a irme él terminará yendo conmigo, de manera irónica, también es lo que permitió que su alma no comenzará a desprenderse del boosted gear, pensar que una acción pasada mía lo salvaría, como no, siempre mis acciones tendrán una repercusión que no me espero.

-Rinne Tensei no Jutsu – exclame después de activar mis ojos.

- ¿Eh? ¿Dónde estoy? Ah, un inmenso dragón.

El yokai del caosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora