La mañana resultaba ser bastante tranquila. Jotaro caminaba a solas rumbo a la escuela. Sin embargo, toda su paz se había ido a la basura cuando escuchó una voz femenina llamarlo. ¿Cómo era posible? Había tomado una ruta diferente para que las acosadoras no lo molestasen.—¡Buenos días, Jotaro-kun! —saludó Ichika uniéndose al camino junto a Jotaro, solamente siendo ignorada—. No devolver el saludo es de mala educación, ¿sabes? ¿Y no vas a decir nada de mi uniforme de invierno?
—¿Qué quieres?
—¡Acompañarte a la escuela! —respondió pero nuevamente fue ignorada—. Ayer le conté sobre mi trabajo a mis hermanas y se sorprendieron bastante. ¡Es todo un alivio, me siento mucho mejor!
Ichika dio una sonrisa genuina, que fue vista de reojo por Jotaro.
—... —Él tan solo se mantuvo en silencio pero sonrió de manera discreta mientras se acomodaba la visera de su gorro.
—Por cierto, toma. —Ichika sacó su teléfono y se lo entregó al muchacho que la miró confundido.
—¿Para qué me lo das?
—Es obvio, para que intercambiemos contactos. ¿No crees que será más fácil de esa forma comunicarte con nosotras durante alguna emergencia?
Aunque Jotaro no fuera alguien muy sociable y no tuviera muchos contactos en su teléfono, los argumentos de Ichika ciertamente tenían mucha razón y le serviría a futuro. Tal que aceptó guardar su contacto y pasarle el suyo a ella.
—¡Bien! Ahora solo falta conseguir el de las demás —dijo la pelicorto con una sonrisa divertida.
—Pásale el mío a las demás y dame el de ellas. No quiero insistir y perder el tiempo en algo como eso.
—Que gruñón...
Una vez en la escuela momentos antes del descanso. Hubo un anuncio que podría ser considerado como una mala noticia para los alumnos más perezosos y que detestan estudiar; para aquellos que cumplen con sus obligaciones como en el caso de Jotaro y su mejor amigo, solo era algo sin importancia.
—Solo quiero recordarles que la próxima semana iniciarán los exámenes del primer parcial así que por favor, estudien por su propia cuenta —avisó el profesor.
Con ese anuncio dado, el profesor tomó sus cosas y se marchó del aula al igual que unos cuantos alumnos ya que la hora del descanso había iniciado.
—Jotaro —Kakyoin que estaba a su lado, lo llamó—, ahora que se acercan los parciales, ¿no deberías preocuparte por enseñarle aún más a tus alumnas?
—Aunque les enseñe, sé que no van a lograr nada —contestó su amigo indiferente.
—Vamos, no seas tan pesimista. Si gustas, puedo ayudarte. Primero hagamos un buen plan para que mejoren en solo una semana, ¿bien?
Jotaro suspiró y decidió escuchar las locas ideas de su amigo. Aún le seguía fastidiando la idea de enseñarle a las quintillizas en contra de su voluntad pero ya se había involucrado de más y pudiendo haber renunciado el primer día, solo sería una perdida de tiempo no cumplir con su trabajo.
Tras unos pocos minutos de conversación, ambos amigos se dirigieron al asiento donde se encontraba Itsuki.
—¿Qué tal, Itsuki-san? —saludó el pelirrojo con una sonrisa amigable, a diferencia de Jotaro que estaba serio en todo momento.
—Oh, hola Kakyoin-kun, Kujo-kun.
—Itsuki, los parciales están demasiado cerca así que tendremos que estudiar más. Ve a la biblioteca con las demás, iré allí en un momento —ordenó el pelinegro yendo directo al grano.
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Un tutor muy serio
FanfictionJotaro Kujo es un chico muy serio y centrado en sus asuntos, tanto es así su forma de ser, que le molesta el escándalo innecesario que le causan las personas a su alrededor. Sin desearlo, tendrá una segunda bizarra aventura siendo el tutor de unas...