Un tutor muy serio

Extra: Viaje a Italia

N/A:

Antes de comenzar a leer, me gustaría aclarar que este capítulo se hizo con la finalidad de cerrar por completo esta historia, ya que habían quedado algunos asuntos inconclusos en la obra, que en un principio pensé dejarlos así para fuera algo parecido a un final abierto en el que ustedes podrían imaginarse las posibilidades. Sin embargo, pensé que sería mejor de esta forma, en la que es un Good Ending asegurado.

Por lo mismo, me disculpo si algunas cosas parecen forzadas o muy apresuradas, pero quería hacerlo todo en un capítulo. No quería extender esto en un arco completo.

Ah, sí, creo que la narración de este capítulo extra será un poco diferente al que usaba antes, ya que los capítulos del fanfic, estaban escritos desde hace mucho tiempo, y siento que en este período, he mejorado bastante, siendo capaz de narrar de una forma más descriptiva. Estilo que estoy usando en mi nuevo fanfic, así que vayan a leerlo. xddd

Dicho eso, disfruten del capítulo más largo de este fanfic: "Un tutor muy serio".

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Alrededor del medio día, con el sol en su punto más alto dando como resultado un día bastante cálido sin llegar a lo caluroso, Jotaro Kujo había ido a visitar el departamento de la familia Nakano junto a su ahora esposa, Ichika Nakano, o bueno, Kujo, ya que legalmente había tomado ese apellido tras haberse casado. De igual forma, las Nakano seguían siendo la familia de Ichika, y ahora también de Jotaro, en el sentido político.

Al igual que el día que parecía ser bastante cálido, el ambiente era igual dentro del apartamento Nakano, ya que el resto de las quintillizas eternamente solteras, recibieron llenas de gusto a la pareja.

El motivo de su visita había sido bastante simple: decidir el lugar donde se llevaría a cabo la luna de miel.

En parte, era demasiado curioso y gracioso, debido a que en una luna de miel, solo debía ir la pareja de recién casados en cuestión para pasar un tiempo a solas disfrutando de su intimidad, pero tratándose de las ruidosas quintillizas Nakano que tenían su propia forma de actuar, eso era imposible de pensar.

Todas debían estar juntas.

Una filosofía bastante ridícula para Jotaro, pero no podía hacer nada para cambiar la forma de ser de todas sus molestas ex alumnas, antes amigas, y ahora su familia. Incluso cuando le había dicho a Yotsuba que el estar juntas para todo era una estupidez, esto no pareció cambiar en absoluto las cosas. En fin, no podía esperar menos de las chicas.

—¡Bien, chicas! ¡Todas señalen a donde quieren ir! —indicó Nino hacia sus demás hermanas, colocando un papel sobre la mesa, en el cual se mostraban distintos lugares, ya sea países o regiones que eran famosas por ser sitios turísticos.

Todas ellas siguieron la indicación de su hermana, apuntando con sus dedos hacia los lugares que más atención les llamaban. Sin embargo, pese a ser quintillizas, sus gustos diferían en muchas cosas, y elegir un buen lugar para viajar, era una de esas cosas en las que tanto estaban en desacuerdo  por lo que, inevitablemente, una discusión había dado lugar.

El buen ambiente que había dentro de dichoso apartamento, se perdió en el momento que Nino y Miku —quienes se habían vuelto muy cercanas gracias a su negocio—, comenzaron a quejarse respecto a los lugares que ambas querían ir. Tal vez los años podían seguir pasando, cada vez llevándose mejor, pero seguían siendo como agua y aceite.

En el caso de Yotsuba, ella estaba bien cualquier lugar mientras pudiera cuidar y jugar con la pequeña Jolyne. Con Itsuki era algo similar, ya que estaría conforme siempre y cuando hubieran demasiados restaurantes a los cuales acudir y probar nuevos platillos.