Un tutor muy serio

De tutor a niñero

Después del viaje escolar, todo había vuelto a la normalidad. Kujo Jotaro continuó enseñando a las quintillizas por un par de semanas más para que mejoraran sus notas hasta los próximos exámenes. Claro, habían avances pero eran mínimos de acuerdo a lo esperado y eso que el serio tutor no tenía ninguna expectativa de sus estudiantes que le molestaba lo estúpidas que podían llegar a ser.

Aunque al ritmo que iban, sus promedios habían subido unos cuantos puntos y cada vez se acercaban al mínimo para aprobar los próximos exámenes que estaban por llegar.

Los exámenes finales.

Si todo iba bien, lo más seguro es que lograrían pasar con treinta puntos las tan esperadas y temidas pruebas de fin del semestre.

—¡Lo siento, Kujo-san! ¡Tengo que ayudar al club de atletismo el día de hoy! —Yotsuba se negó justamente un día antes de iniciar la última semana libre antes de los exámenes, lo cual solo hizo enojar al joven tutor.

—La semana final comienza mañana, ¿no? Déjanos ir a ver una película por hoy. —Otra de las quintillizas en negarse a estudiar fue Nino y para sorpresa de todos, Itsuki estaba a su lado aunque muy apenada.

«Son unas malditas irresponsables...»

Pero al menos, Ichika y Miku estaban reunidas en la biblioteca escolar para la sesión no programada de estudios. Esas dos hermanas eran las incondicionales de Jotaro que jamás le fallarían o por lo menos es en quienes más confianza les tenía respecto a los estudios.

Lo que le pareció más curioso a Jotaro fue el hecho de que Ichika todavía no se había salido de la escuela tal como se lo había contado en el viaje escolar, sino que también se seguía esforzando en las clases pese a ser una obviedad que no le gustaba estudiar.

—¿Solo ustedes dos? Parece que las otras tres idiotas no aprendieron la lección... —se quejó el de gorra tras ver que solo estaban ellas.

—Este... Hagamos de cuenta que nada pasó, ¿bien? ¡Después de todo, la semana final comienza mañana así que no cuenta! —Ichika trató de darle ánimos a su tutor el cual tenía una mirada de profundo fastidio; cosa que le daba algo de nervios conociendo su duro carácter.

—Anímate, Jotaro. Mañana todo estará bien —dijo Miku con su inexpresiva mirada.

—Como sea. Por hoy, solo les enseñaré a ustedes dos. —Jojo se calmó y tomó asiento resignado.

—Ya veo...

Ichika notó la mirada de Miku y sintió que ella debía de hacer algo por su hermana. Aunque estuviera enamorada del chico enfrente suyo, quería apoyar a Miku aunque le doliera porque ese era su deber como la hermana mayor.

—¡Ah, miren, que casualidad! —La pelicorto se levantó de su asiento y con gran ímpetu les dio dos boletos—. ¡Miren, es de una película que yo protagonizo! ¡Deberían verla!

—Ichika... —Miku se levantó de su asiento y se alejó con su hermana para hablarle en secreto—. No necesitas presionarte tanto y preocuparte por mí. Iré a mi propio ritmo como te lo dije antes.

—¡N-No hago nada para ayudarte, tontita!

—Ichika —A pesar de que ella negara, Miku sabía que era todo lo contrario—, ¿no tienes ningún problema si salgo con Jotaro?

—Por supuesto, estaré apoyándote —contestó la chica con una sonrisa, pero aún así, la castaña la veía insegura.

—Entonces espero que no te arrepientas porque yo...

—¡Ey, ustedes dos! —Las interrumpió el chico—. Dejen de perder el tiempo hablando en voz baja y apresúrense, vamos a comenzar.

—Lo siento pero me tengo que ir... —dijo la mayor mientras se daba la vuelta para irse pero se detuvo al sentir una mano en su hombro que la puso más nerviosa hasta el punto de pasar saliva—. ¿Eh?