Daba igual si Itsuki y Miku habían abierto la puerta del almacén. El sensor que alertaba en caso de algún daño había sido activado y por lo tanto, los profesores se enteraron del infortunio que había ocurrido en el sitio donde habían guardado los maderos para la fogata anteriormente.Itsuki confiaba en Jotaro pero no podía evitar pensar que había ocurrido algo más "sospechoso" en el interior del almacén.
En el caso de Miku, ella no sabía ni que pensar. Tenía sentimientos encontrados. Confiaba en su tutor y en su hermana pero algo dentro suyo le hacía sentir que había algo que no estaba del todo bien.
Jotaro se puso de pie al igual que Ichika para abandonar de inmediato el lugar. A diferencia de Jojo, la quintilliza estaba más que avergonzada por ser descubierta mientras que él, algo enojado por la situación. Si al final todo iba a terminar así, hubiera destruido la puerta desde un principio.
—¿Qué pasó entre ustedes dos? —interrogó Itsuki claramente enojada.
—Bueno, yo... Estábamos llevando los maderos pero nos quedamos encerrados por accidente. Tratamos de salir pero no fue posible —contestó Ichika muy nerviosa.
—¿Pero por qué estaban mojados los dos?
—Jotaro-kun se puso a fumar y el humo de su cigarro provocó que los aspersores se activaran.
—¿Por qué me miras así, idiota? —Jotaro la confrontó mirándola con clara molestia—. Para empezar, todo es tu culpa por esconderte de los demás.
—¿Entonces eso pasó? —volvió a preguntar la pelirroja dudando de la palabra de su hermana.
—Ya deja de preguntar tantas estupideces. ¿Qué importa lo que haya sucedido? Solo me causan problemas. Joder...
—Será mejor que nos apresuremos. Tenemos que explicarle a los profesores lo que sucedió —dijo Miku.
Los cuatro abandonaron el lugar y se dirigieron a las cabañas, específicamente en donde estaban los profesores para contarles todo lo sucedido y evitar que el campamento se viera arruinado por un simple accidente. Durante el trayecto, todo fue más que silencio, escuchándose únicamente las pisadas que daban al caminar por la tierra o pisando hojas caídas.
Mientras Jotaro mantenía una mirada tranquila, Ichika estaba demasiado sonrojada. Aún no podía olvidarse de ese momento en específico en el que la salvó y pudo ver de cerca su atractivo rostro como también su bien construido cuerpo. Ella lo miraba furtivamente tratando de encontrar algo en la expresión de su tutor pero nada.
Al llegar a las cabañas, Itsuki y Miku se retiraron dejando solos a Ichika y Jotaro a cargo de los profesores. Sin duda, la noche no terminaría tan pronto gracias a los regaños de estos.
—¿Se puede saber en qué pensaban para dañar el almacén? —preguntó enfadado uno de los profesores—. ¡Todo el mundo creyó que se trataba de un asalto! ¿Saben que pudieron arruinar este viaje si no nos hubiéramos enterado que era culpa de dos estudiantes?
—Sensei... —habló Ichika levantando la mano algo apenada—. Había sido un accidente. Nos quedamos encerrados y tratando de buscar una forma de salir, un tronco cayó y rompió la puerta.
—¡Hubieran apretado el botón de emergencia para llamar a los guardias para abrir!
—¿Eh? ¿Había un botón de emergencia? —El rostro de la pelicorto palideció.
—¡Y tú, Kujo! ¡Deja de meterte en tantos problemas! ¿Cuándo vas a dejar de ser tan rebelde?
—¡Ya cierre la maldita boca! —vociferó Jotaro irritado por los constantes regaños de sus profesores—. Esta idiota ya le dijo que fue un accidente así que deje de joder.
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Un tutor muy serio
FanfictionJotaro Kujo es un chico muy serio y centrado en sus asuntos, tanto es así su forma de ser, que le molesta el escándalo innecesario que le causan las personas a su alrededor. Sin desearlo, tendrá una segunda bizarra aventura siendo el tutor de unas...