Mi Mejor Pesadilla. Mi Peor Sueño. Peter Pan y _____. ||FINALIZADA|| ||EDICIÓN|

037; La coronación

Entre la multitud me encontré con todos aquellos en los que alguna vez pensé como aliados, príncipes y princesas, Roja y su abuela, los ratones de Cenicienta y hasta a Mulán. En el fondo del gran salón me encontré con la familia de Nieves, cosa que me pareció extraña pues a lo que recuerdo habían sido desterrados. Cerca de los grandes ventanales estaba Rumplestiltskin detrás de Jenny, ambos me observaban con odio.

- ¡Por el poder que me otroga la corona la nombró _______ Turner, Reina del bosque encantado! -los aplausos no se hicieron esperar.

- ¡Larga vida a la Reina! -exclamó su hermanastro y todos los invitados hicieron coro a su llamado.

La celebración comenzó, el banquete ya estaba disponible y los músicos tocaban alegres melodías.

- Mi amor, felicidades. -Alex se acercó a mí, besó mis manos y luego mis labios- Ya eres toda una reina.

- Sí. -reí amargamente y volví a concentrarme en la multitud, los Magalhães debían de estar por llegar y con ellos nuestros difuntos padres.

- ¿Buscas a alguien? -el cambio en su voz fue notorio- A ése imbécil de Pan, ¿cierto?

- No seas idiota, no sé nada de él desde hace meses. -respondí con mi mejor sonrisa- Y no, no busco a nadie.

Mi estómago se revolvió por los nervios, los Magalhães aún no aparecían y Peter estaba divagando por el gran salón, nadie lo reconocía ni su propio hijo, pero ver a una bonita joven princesa acercarse a él me llenó de celos.

- ¿Bailamos? -Alexander insistió.

- Lo lamento, majestad. Pero me gustaría que el primer baile de reina de mi hermana sea conmigo. -Andrew estiró la mano haciendo una reverencia, la cuál respondí de la misma forma y lo tomé.

Nos abrimos paso entre la multitud y comenzamos con el baile que son saber como, mis pies marcaron a la perfección, los ojos pronto pararon sobre nosotros.

- Luces nerviosa, ¿está todo bien?

- Claro, solo que... no es fácil tomar el control de todo un reino.

- A mí no me engañas, _______. Algo te pasa, dímelo.

- No es nada.

- Dímelo, soy tu hermano. Puedes confiar en mí.

- Es que no es nada. -mis palabras sonaron como un golpe, sonrió dulcemente como siempre lo hacía y seguimos con el baile.

Antes de que la música terminara lo ví. Jackson Turner, mi padre, estaba entrando al gran salón. Detrás de él, Iván Noirett. Sentí que mi vista se nublaba, pues aunque Thiago ya me había contado la verdad no me preparé mentalmente para este momento.

- En realidad, sí pasa algo. -giré sobre mi propio eje, siguiendo la danza- Sé que cuando nos conocimos no tuvimos la mejor relación, pero tienes que saber que siempre te he querido y todo lo que hice jamás fue algo personal.

- ¿Qué? ¿De qué hablas? -soltó una risa nerviosa- Siempre nos hemos llevado bien.

- No, no es así. Insisto, nunca fue nada personal solo que algo dentro de mí me decía que papá no estaba muerto y he comprobado que tenía razón.

La música paró y todos a nuestro al rededor aplaudieron, conecté miradas con Peter y con esta misma señalé a dónde estaba mi padre quien me miraba fijamente. Sin dudas, en algún momento de la velada terminaría vomitando.

- ¿De qué demonios me hablas?

- El caos está por venir y tú tienes derecho a conocer la verdad. Tú más que nadie me ha hablado siempre con la verdad y no tienes idea de cuánto te quiero. -tiré de su mano haciendo que me abrazara- Quítate la venda, conoce la verdad te muestro nuestra realidad. -susurré en su oído.