Mi Mejor Pesadilla. Mi Peor Sueño. Peter Pan y _____. ||FINALIZADA|| ||EDICIÓN|

039.- Hija de la luna. Pt.2

Paseaba por si oficina de un lado a otro, dándole vueltas al asunto.
Hoy se cumplían tres años de haber entregado a Sarah a otras personas, la culpa no lo dejaba dormir. Entregó a su hija y obligó a su esposas vivir en un mundo horrible.

— ¿Jackson? —Iván agitaba una y otra vez su cuchara en la taza de café— ¿Por qué crees que Rumple quiere a tu hija?

— No lo sé... ¡Mierda no lo sé! Jamás debí haber aceptado su trato.

— Te lo dije.

— ¡Ah no me vengas con eso ahora! ¿Y si no me la regresa?

— Miranda ni siquiera tiene idea de haber tenido otra hija.

— No podré vivir con esta culpa jamás.

(***)

— ¡Padre! —la castaña corría por los jardines de la gran casa tomada de la mano de otra niña— ¡Quiero presentarte a alguien!

— Cariño, no grites de esa forma. —Miranda la frenó— No es digno de una princesita como tú. —dijo mientras acomodaba los broches de su cabello.

— Basta mamá. —apartó la cabeza— Mira, quiero presentarte a Sarah. La he conocido en la escuela.

— Sarah... —susurró y observó a la pequeña, era bonita como su hija y al verla le dieron ganas de llorar sin saber porque— Bienvenida, ésta es tu casa. —dijo presionando sus mejillas.

— Gracias. —musitó tímida.

— Ve a saludar, los Noirett están en casa.

— ¿Y cuándo no? —dijo rodando los ojos. Su madre le dió un jalón de orejas— Ya voy, ya voy. Es que Alexander en veces es fastidioso.

— A veces, cariño. —corrigió— A veces.

(***)

— Jack, si esta gente sigue entrando y saliendo de los otros mundos acabarán por destruirlos. No podemos dejar que eso pase.

— Lo sé, lo sé. Pero no puedo detenerlos, ya nadie me hace caso. Quieren todo el oro que resguarda el mundo de magia.

— ¿Qué haremos?

— Irnos, debemos volver al Bosque Encantando.

— Llevar a nuestras familias allá es un riesgo enorme, lo sabes. Si algo pasa, no podremos defenderlos.

— Los dejaremos aquí.

— Jack, no puedo abandonar a Alexander y a Sharon, son mi vida.

— Si tú te mueres aquí, ellos quedarán desprotegidos. Podremos cuidarlos desde allá.

— ¿Serás capaz de abandonar nuevamente a tu hija?

—, Precisamente es por ella qué hago esto, ése reino debe seguir en pie. Ella será la próxima reina.