042.- Ultimátum

330 22 1
                                    

El amor es una debilidad.
Una frase que leí de muchos villanos, tenían razón, era una debilidad.
Observé mi alrededor intentando buscar una solución, pero no la existía.
Mientras me besaba con Peter, Rumplestiltskin me puso una gargantilla mágica que aprisionaba todo mi poder. Esa misma gargantilla que yo le ayudé a crear para vencer a Peter.
Ironías de la vida.

Félix y Peter forcejeaban con John y Carl. Mi padre sostenía a Joe, Encantador a Andrew y Emma a mi madre. Habían tres personas que pagarían mis errores y debía de salvarlos.

— Te doy una oportunidad. —dijo Alexander— Dejaré ir libres a Andrew, Joe y Miranda si tú te casas conmigo.

— No lo hagas. —dijo Andy— Nosotros buscaremos la forma de huir, no lo hagas.

— ¿Y qué pasará con Peter y Félix? —Regina me tomó de los brazos por detrás poniéndome esposas mágicas al igual que la gargantilla.

— ¿De verdad quieres saberlo?

— Que se vayan al mundo sin magia, borra su memoria y si es necesario los mandaré a otro tiempo con mi magia.

— ¿Y entonces te casarás conmigo?

— ¡No! —exclamó Peter— No te cases con él, no importa si yo muero, pero no te cases con él. —suplicó.

— Le dejarás su reino a mi madre, Andrew y Joe podrán estar con ella si quieren.

— Si quieres que ellos dos sigan con vida voy a separarlos de Miranda. —dijo ahora mi papá.

— No lo hagas cielito.

— _______, no lo hagas. —dijo Félix.

— Hermanita, no es necesario.

— Prefiero morir a estar sin tu madre.

— Es la única forma de que vivan. Ellos lejos de Miranda y tú serás mi esposa. —se puso de pie y se alejó de Jenny, a paso lento se acercó a mí— ¿Qué dices? ¿Aceptas mis condiciones?

— No lo hagas. —miré a Peter estaba llorando y lo comprendía, si yo estuviera en su lugar me dolería ver cómo acepta hacer su vida con alguien más por mí— Por favor, no lo hagas. Si crees en la reencarnación, sabrás que volveremos a encontrarnos. No me importa cómo pero lo haremos... Voy a morir amándote pero cuando vuelva a nacer volveré a encontrarte entre la gente, para enamorarnos nuevamente.

— Lo siento Peter, pero yo no puedo verte morir. —suspiré— Está bien, Alexander. Acepto.

— Tú misma harás el portal a otra dimensión y en otro tiempo. Si intentas algo, la cabeza de tu familia va a rodar. —colocaron tres espadas en el cuello de ellos. Tenía que hacerlo. Bella me quitó la gargantilla y sin estar muy segura de cómo comencé a crear los portales, estaban en el mundo sin magia, dieciocho años atrás— Ahora ustedes dos, largo. —empujaron a Félix y a Peter frente a mí, quise acercarme a despedirlos pero con cualquier movimiento en falso matarían a mi familia así que solo me quedé ahí, intentando mantener el portal a flote y con ganas de aventarme de un balcón.

— Te amo. —dije— En algún momento vamos a encontrarnos, lo sé.

— No lo hagas. Aún estás a tiempo.

— Tik-tok. El tiempo se agota, —canturreó Rumple— entren.

Es mi ultimátum, _______. —ambos dieron la vuelta y comenzaron a caminar hacia el portal.

— Hija. —por fin habló mi madre y ambos se detuvieron solo para escuchar lo que diría— Yo cometí el gran error de casarme con Jackson, me dió dos personas que amo con todo mi corazón. —miró a Sarah y luego a mí— Y ustedes son lo único bueno que me dió, incluso si ahora nos encontramos en esta situación. Pero yo hubiera deseado que fueran hijas de Joe, —soltó una pequeña carcajada— él jamás nos habría abandonado. Jamás nos habría quitado nuestro reino, jamás las hubiera ofrecido con Rumple. Hubieran sido niñas amadas por su padre, habrían estado todo el tiempo conmigo. —observé el rostro de Jackson, estaba rojo del coraje y me dió miedo que en su locura cortara la cabeza de Joe— Pero la vida es así. No cometas el mismo error que yo: poner a mi familia por encima de mi amor. Claro que quise a Jackson, pero yo no quería casarme, lo hice porque mi padre me lo pidió en su lecho de muerte. No te arriesgues por mí, ni por Joe, ni por Andrew. —miré a ambos y le dieron la razón a mi madre— Peter tiene razón, van a reencontrarse en otra vida hasta que el estar juntos les salga bien.

— No te preocupes por nosotros. —dijo Félix— No te condenes a una vida infeliz.

Guardé silencio unos segundos, pensando que debía hacer pero no podía decidirme, las palabras de mamá me llegaron al corazón pero no podía verlos infelices, no podía ver morir a Félix y a Pan.

— Adiós Pet. —dije con media sonrisa.

— No, no, no, no. —sollozó— ¡No!

— Escogiste bien, cielito. —escuchar a Alexander llamarme de esa forma me enfureció. ¿Cielito? Eso no iba a permitirlo. en un acto rápido aparecí una flecha y un arco en mis manos, cerré el portal y disparé directo a la cabeza de Alex. La flecha la detuvo Emma con su magia. ¿Por qué estaban de su lado?

— Alexander está mal al querer casarte con él a la fuerza, pero nos ayudó a vencer. —explicó y Rumple volvió a ponerme la gargantilla— No voy a dejar que lo mates, es de los buenos.

— Encierrénlos. —ordenó Noirett— A todos. —ví como arrastraban a mis seres queridos lejos de mí— No voy a matarlo, su condena es pasar toda su vida sin ti.

— ¡Te maldigo! —exclamé mientras Encantador y Hook me arrastraban por el pasillo— ¡Te maldigo! Cómo hija de la luna, te maldigo a ti y a tus hijos, a tus nietos y a toda tu descendencia.

Me arrastraron hasta llegar a una celda, intenté escapar pero no funcionó, era piedra mágica que retenía mis poderes. Por la ventana podía ver el mar y el sonido de las olas sería lo único que me acompañaría hasta morir.

(***)

Pasando los seis meses perdí la cuenta, del tiempo. Llevaba todo ese tiempo sin sentir la brisa o el aire fresco pegar en mi rostro. No me había duchado y mi ropa seguía siendo ese estorboso vestido que en tiempos de calor era mi martirio y en frío mi salvación.

— ¿________? —la voz de Alexander llegó a mis oídos— Voy a entrar.

Al poner un paso adentro, quise aventarme sobre él para golpearlo pero mis piernas temblaron, estaba débil.

— ¿Qué mierda quieres?

— Cásate conmigo.

— Desde que me encerraste aquí no hay un día que no vengas a pedírmelo. La respuesta siempre será no.

— ¿Por qué? ¿Por qué nunca has podido amarme?

— Porque siempre te quise como a un hermano. Los hermanos no se casan, no sé besan, no se aman... Y por supuesto, no hacen lo que yo hice con Peter. —aunque no había pasado nada, el hecho de hacerlo enojar me hizo feliz por un momento y sonreí burlesca— Jamás podrás ser ni la mitad de hombre de lo que es él. —me dió una cachetada, dolió. Pero eso solo alimentaba mi odio y mi rencor— Voy a vengarme, sabrás de que estoy hecha, sabrás que todo lo que me has hecho tiene consecuencias y vas a arrepentirte, vas llorar y sangrarás por la herida. Te maldigo, te maldigo, te maldigo. —mi voz sonaba neutra y sus ojos me miraban con terror.

— La mujer de la que me enamoré ya no está aquí.

— Entonces déjame ir.

— Jamás. El haber preferido a un imbécil mágico de mallas verdes y que quiso matar a tu hermana por encima de mí, me hirió. Este es tu castigo.

— Y tu castigo será el odio de la persona que más has amado. Jamás despertarás conmigo, jamás tendrás mi corazón. Así me pudra en este lugar, jamás voy a amarte. —dió la vuelta y antes de salir volví a hablar— ¿Y Peter?

— Prefieres no saberlo.

*******
Hasta aquí hoy.

Mi Mejor Pesadilla. Mi Peor Sueño. Peter Pan y _____.  ||FINALIZADA|| ||EDICIÓN|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora