Mi Mejor Pesadilla. Mi Peor Sueño. Peter Pan y _____. ||FINALIZADA|| ||EDICIÓN|

041.- El beso de amor verdadero

- ¿Y bien? -fingió bostezar y poco a poco se fue elevando nuevamente, cruzó las piernas cómo si estuviera sentada- ¿Por quién comenzamos?

- ¡_______ Turner! ¡Baja en este momento! -exclamó nuestra madre.

- ¿Qué? No. -soltó una risa irónica- No vengas a darme órdenes a estas alturas de mi vida. Entonces, bien. Cómo nadie decide, lo haré yo. Iré primero por -arrastró la última palabra poniéndonos el cabello de punta a todos- ¡Alexander!

- ¡No! -insistió Miranda- ¡Primero vas a decirme cómo demonios llegamos aquí! ¡¿En qué estúpido momento conociste a Peter Pan?!

- Bueno, creo que ahora que recobras tus recuerdos no te sorprende que termine involucrándome con alguien cómo él. Soy la oveja negra, mamá. Pero, te lo diré. Él tenía que recuperar su vida eterna, para eso, el corazón de una verdadera creyente -me señaló-, su mano derecha se equivocó y por error me llevó a mí. -ahora señaló a Félix- Estuvimos todo el verano luchando con ellos, en varios intentos de matarlo nada me funcionó así que solo encontré otra opción. Enamorarlo, lo acepté porque sin darme cuenta yo no quería que muriera. Entonces, es cuando entra Alexander y su loca obsesión por mí. -miré al mencionado, aún seguía en los brazos de Jenny- Y basta, que aburrido.

- ¡No van a ganar! -exclamó Rumple- ¡Mi padre no será feliz!

Regina, Rumple, Emma incluso Henry la atacaron con sus poderes, todos los ataques los esquivaba era una perdida de tiempo. No podrían vencerla.
Una luz iba directo a ella, venía de Regina y conforme más se acercaba más pequeña se hacía, al llegar a ella la tomó con dos dedos y la hizo bolita demostrando que sus ataques eran inútiles. Luego pasó lo mismo con el ataque de Rumple, lo tomó con los dedos y se lo llevó a la boca como si de un caramelo se tratara.

Jenny hizo lo mismo, pero ella si logró darle y la tumbó de un solo golpe, se acercó sigilosa, tenía los ojos cerrados como si ya hubiera sido vencida.

- ¡Lo hice! -exclamó la rubia- ¡Te gané!

- ¡Bu! -Jenny pegó un brinco a lo que yo rodé los ojos. Tantos años de conocernos y ella aún seguía cayendo en sus trampas- Bien, basta de juegos. Comenzaré con los más problemáticos. ¡Rumplestiltskin! A ti te convertiré en ¡un cocodrilo! -su tono era infantil, como si estuviéramos jugando a las adivinanzas. Tronó los dedos y el señor Oscuro se convirtió en un cocodrilo- Agh, todos los Swan. Una molestia. -chasqueó la lengua y con eso bastó para que Encantador, Blanca, Emma, Henry y Regina se convirtieran en un juego de té- ¡Sarah! -mi sangre se congeló al escuchar mi nombre- No sabes controlar tu magia, te dejaré para el final. ¡Ruby y la abuela, un perro y una escoba! ¡Los enanitos, adoro las estatuas!

Intenté detenerla, intenté conjurar, pero todos mis hechizos los desvió. No pude hacer nada para salvarlos. ¿Por qué soy yo la verdadera creyente si no puedo hacer nada?

- _______, detente. -pedí en un susurro- Lo siento, de verdad lo lamento.

- Si así fuera lo hubieras dicho antes. -su voz salió como un ladrido violento- Ahora, me da pena, pero no puedo dejarlos cómo están. ¿Quién va primero?, ¿John o Carl? -todos nuestros compañeros habían sido derrotados- John, no quiero que veas como todos se convierten en objetos. Irás primero.

Ví la cara de sufrimiento de mi novio, no podía dejarlo así. Ya no más.
Ya no puedo ser la niña que siempre espera que los demás resuelvan todo, ¡no más! El esconderme todos estos años detrás de ________ hoy es mi tragedia. Pero no dejaré que John pague por mis errores, todos pagarán, todos menos él.

- ¡Dije que te detuvieras! -exclamé molesta.

- Oh, mira. Es de familia que los ojos brillen cuando estamos molestas. El azul te queda. -dijo guiñándome un ojo- Intenta detenerme.