Capítulo 16

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—Levántate mi amor. —Me dijo Ethan mientras acariciaba mi zona dolorida suavemente para calmar un poco el dolor.

—Sí, señor.

Yo obedecí y con su ayuda me puse en pie, mis piernas temblaban descontroladamente y mi respiración estaba muy agitada. Ethan mantenía su tan conocida sonrisa de satisfacción en la cara. Justos cuando él se iba a levantar, unos golpes en la puerta me sobresaltaron.

—Señor Harks, soy en señor Williams, el director de la universidad, me gustaría hablar con usted de un asunto importante en su oficina.

Yo me quedé bloqueada, no sabía qué hacer y seguía desnuda, lo miré a él en busca de alguna señal, pero su rostro se mantenía sereno mientras se levantaba del sofá.

—¿Qué hago? —Le pregunté en un susurro y muy nerviosa.

Él me cogió de los hombros y ese gesto me provocó una sensación de tranquilidad y seguridad.

—Relájate, pequeña. —Yo calmé mi respiración como pude y él volvió a hablar. —Coge todas tus cosas, no te olvides de nada y métete debajo de mi mesa del escritorio.

—¿Pero, desnuda?

—Eso da igual, no se te va a ver nada, el escritorio es cerrado por delante y a los lados hasta el suelo.

Yo le eché un vistazo rápido al escritorio y tenía razón, no se vería nada, pero seguía bloqueada en mi sitio., estaba confundida.

—Vamos, corre, el director está esperando a fuera. —Soltó entre risas.

—Sí, sí, claro, voy.

Como pude recogí todas mis cosas sin dejarme nada y me metí debajo de su mesa. Escuché como inmediatamente quitaban el pestillo y abrían la puerta.

—Buenos días, señor Williams, pase.

—Buenos días, señor Harks. ¿Por qué ha cerrado la puerta con pestillo?

Mierda, iba a tener que inventarse una muy buena excusa, y aunque no lo dudaba, no sabía que tan buena era su capacidad de mentir.

—Estaba trabajando en unas cosas importante y que requerían mucha concentración y no quería que nadie me molestara mientras. Siento haber tardado en abrir, estaba recogiendo un poco el escritorio, estaban todos los papeles sobre la mesa y no sería de buena educación atenderlo a usted en esas condiciones.

En serio, estaba flipando con la mentira tan descarada que acababa de soltar y más con la naturalidad con la que lo había dicho. Sin querer se me escapó una pequeña risa por la situación y Ethan tuvo que taparla con una tos fingida.

—Bueno, siéntese. —Le indicó al director.

Apartó la silla, se sentó y dejó sus musculosas piernas al rededor de mi cabeza, dejando su miembro a escasos milímetros de mi cara.

—¿De qué quería hablar?

—Bueno, un alumno me ha comentado que hoy ha habido una situación incómoda con una alumna en su clase de historia del arte, específicamente con la señorita Katherine Brown.

A mí me entró otra vez la risa y Ethan tuvo que ponerme la mano en la boca con disimulo, pero de repente dos de sus dedos hicieron presión contra mis labios, indicando que los dejara entrar, y así hice, abrí la boca y él los introdujo en ella.

Yo los empecé a chupar entretenidamente, esta situación me recordó a cuando un bebé no deja de llorar y le pones el chupete y así se callan, los dedos de Ethan eran mi chupete que me mantenía callada.

—No se preocupe señor director, he hablado con la señorita Brown al finalizar la clase y hemos arreglado el malentendido.

—Me alegra oír eso, me gustaría que comprendiera a Katherine, es una muy buena alumna y tras la muerte de sus padres ha estado más apagada que antes, pero se sigue esforzando mucho, le pido que no la juzgue por si un día está más decaída en clase.

Oh señor director, lo que estaba era excitada por culpa del idiota que tenía como profesor de historia, no decaída.

—Lo entiendo, lo tendré en cuenta.

Ellos siguieron hablando y en ese momento a mí se me ocurrió una idea, él acababa de castigarme, me había dejado el culo rojo y dolorido y me apetecía jugar un poco.

Aparté mi boca de sus dedos y poco a poco le fui bajando la bragueta del pantalón y luego lo desabotoné. Su bulto parecía querer romper su ropa interior.

Ethan:

Joder, Kate estaba completamente desnuda entre mis piernas, liberando mi polla de la ropa y tomando la iniciativa de hacerme pasar la charla con el director más incómoda de la eternidad.

Mientras yo hacía como que prestaba atención y asentía con la cabeza, ella lamió la punta de mi miembro y empezó a masajearlo con sus suaves manos.

Quería gemir de placer, pero no podía, menos mal que tenía mucho autocontrol y aunque por dentro explotaba, por fuera parecía que nada pasara. Kate tomó valor y la metió poco a poco en su boca, sabía que por mi tamaño le costaría, pero noté como se relajaba y cubrió gran parte de ella. Lo que sobraba lo masajeaba con sus manos, al igual que mis testículos.

Su cabeza se movía de arriba abajo y su lengua jugaba entretenidamente con mi glande. Ella empezó a aumentar la velocidad. Yo metí la mano bajo el escritorio y con total disimulo la cogí del pelo para ayudarla en su trabajo. La sensación era tan placentera que no tardé en sentir como una cantidad de semen considerable inundaba su deliciosa boca.

Cuando pensé que lo iba a escupir oí como se lo tragaba todo, le daba las gracias a mi sensibilidad auditiva por permitirme escuchar mi espeso semen bajar lentamente por su delicada garganta.

Mierda, había sido la mejor mamada que me habían dado jamás, lo había hecho tan bien, sabía que había sido su primera vez con la polla de alguien en su boca y estaba muy orgulloso de ella por haber tomado la iniciativa, que en las cosas sexuales yo siempre comenzaba, ya que ella era demasiado tímida para pedirle lo que en verdad deseaba y aún no estaba cien por cien abierta a él.

Estaba realmente orgulloso de mi pequeña, luego le daría una recompensa por ello. No pasó mucho tiempo cuando el señor Williams se despidió de mí y desapareció del despacho.

Kate salió de su escondite tímidamente, se notaba que tenía vergüenza por lo que había hecho. Su cara estaba sonrojada a más no poder, su respiración era agitaba, en las comisuras de sus labios habían espesas gotas de semen y unas pequeñas lágrimas por el esfuerzo de situaban en sus mejillas.

No pude evitarlo y la abracé, sabía que el cambio de vida le estaba costando, pero había avanzado muchísimo, estaba muy contento ello y quería demostrárselo con ese acto. Noté que ella se relajaba al tacto y apoyaba su cabeza en su pecho, lo que hizo que mi corazón se encogiera de amor por esta chica. 


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Esta a sido mi primera vez escribiendo desde la perspectiva de Ethan y en serio la amé, no estaba muy segura de hacerlo y por eso tardé tanto en actualizar, lo siento.

Decirme si os gusta tanto como a mí este trocito narrado por Ethan, su nueva muestra de afecto y como ama a Kate, a su forma claramente. 






Dama del demonio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora