—¿Me vas a volver a castigar por hacerte eso en la reunión? —Le pregunté yo un poco arrepentida tras pensar en lo que había hecho, sus brazos seguían abrazándome con sumo cuidado y mi cabeza estaba apoyada en su pecho.
—Claro que no pequeña, hacer eso significa que estás progresando muy bien en la relación, significa que empiezas a aceptarme. Además, también has soportado muy bien el castigo, por eso voy a darte una recompensa. —Me respondió separándome de su abrazo y acunando mi cara con sus manos.
Su pulgar bajó a la comisura de mis labios y retiró lo que al parecer era un poco de semen, llevó el dedo a su boca y lo lamió, retirando la gota de su espero elixir, haciendo lo mismo con la comisura contraria.
—Delicioso.
—¿Y cuál es el premio? —Dije cambiando de tema y tan emocionada como una niña de cinco años.
—Lo que tú quieras mi amor, todo lo que tú quieras te lo daré. —Respondió con una sonrisa pícara, para después darme un beso en la frente.
Sabía sus primitivas intenciones, pero yo estaba pensando en otra cosa muy diferente, algo que siempre había querido y que nunca había tenido la oportunidad de tener.
—Ya sé lo que quiero, Ethan.
—¿Qué es lo que quieres, pequeña? —Me preguntó mientras me cogió suavemente de la cintura y me volvía a atraer a él.
—Quiero que adoptemos un gatito. —Dije muy feliz.
—¡¿Qué?! -Soltó atónito.
—Un gatito, ya sabes, ese animal con bigotes largos, felino, ágil, que es una mascota muy adorables...
—No vamos a tener una mascota, Kate.
—¿Por qué no?
—Porque una mascota es mucha responsabilidad.
—Por favor Ethan, ya no somos críos.
—¿Para qué quieres un gato si me tienes a mí? Además, tú ya eres mi gatita. —Un color rojizo subió a mis mejillas.
—¿Estás celoso?
—No, es solo que con un gato le prestarás más atención a él y pasarás de mí.
—No puedo creer que estés celoso de un hermoso gatito.
—Y encima le dices hermoso, pues sí, estoy muy celoso, no quiero que pases de mí para estar con un maldito gato.
—Cariño, voy a pasar el mismo tiempo contigo que ahora, incluso más, solo que un gatito me hará muy feliz, me hará compañía cuando estés trabajando, cuando esté sola y podremos cuidarlo juntos.
—¿Me acabas de llamar cariño? —Soltó él con una sonrisa.
En ese momento me di cuenta en la forma en la que lo había llamado, me había salido de una forma tan natural que ni me había dado cuenta.
—No cambies de tema. —Le contesté, ya que no sabía cómo responder a su pregunta, porque incluso a mí me había sorprendido el apodo.
—Ahora la que está cambiando de tema eres tú, pequeña y solo por la forma en la que me has llamado cariño tendremos a un hermoso gatito. -Soltó él con una sonrisa amplia en su cara.
—¡Gracias, gracias, gracias! –Grité emocionada.
Salté encima de él, haciendo que enrollara mis piernas en su cintura y que Ethan colocara sus manos en mi culo para sujetarme. Le abracé fuertemente y le planté un gran beso en la boca. Cuando nos separamos volvió a hablar.
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Dama del demonio.
RomansaKatherine Brown es una chica de 20 años que estudia Bellas Artes en Nueva York. Tras sufrir la muerte de sus padres en un accidente de tráfico ella está dispuesta comenzar una nueva vida sola y centrarse en los estudios, Pero todo se quedará en un i...