Capítulo 18

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Cuando conseguí salir de la nube de excitación me di cuenta que estaba en nuestra cama, con Ethan entre mis piernas dándome un jodido oral mañanero. Era viernes, esta semana ya no había tenido el celo, así que quedamos en ir hoy a por la tarde a adoptar al gatito.

—Ethan, para... —Solté entre gemidos.

Él levantó un poco la cabeza para mirarme, y me maldije internamente por haberle hecho separarse de mí si en realidad no era eso lo que quería.

—Pero mírate, lo estás disfrutando mucho, además, ¿qué mejor forma de despertar por la mañana que con un oral del demonio más sexy de la tierra y del inframundo? —Soltó él alagándose.

Volvió con su trabajo, haciéndome arquear en la cama y agarrar con mis manos las sábanas blancas.

Su lengua pasó por toda mi intimidad para luego adentrarse en mi vagina, con un delicioso ritmo jugaba dentro de mí. A veces quería odiarlo, pero en momentos como este era imposible hacerlo. Sacó su lengua, bebiéndose todos mis fluidos a su paso. Mordisqueó suavemente mi clítoris para luego soltar un pequeño soplido sobre él, haciéndome estremecer.

De golpe metió dos dedos dentro de mí, los sacaba y metía con agilidad por lo lubricada que estaba, con ellos encontró ese punto que me hacía temblar de placer, siendo inevitable que incontables gemidos salieran de mi boca. Mi reacción hizo que sonriera y aumentó la dureza y la rapidez de sus movimientos. Mientras sus dedos seguían haciendo maravillas él volvió a succionar animadamente mi clítoris. 

El ya tan conocido nudo en mi vientre se formo, y no tarde en venirme en un furioso orgasmo, derramando mis fluidos en su boca, él los saboreó todos, sin dejar una mísera gota en mi pobre coño. Mientras yo intentaba recuperarme él se acercó a mí y me dejó un suave y delicado beso en los labios. Se tumbó al lado mío y acarició mis pechos desnudos.

—Buenos días gatita. ¿Qué tal has dormido hoy?

Yo puse los ojos en blanco por el nuevo apodo que había adquirido, llevaba aproximadamente una semana llamándome así, desde básicamente cuando lo convencí para adoptar al gato. Quería dejarme claro que yo era lo más importante y que ese pequeño y adorable animal no se iba a interponer en nuestros nuevos avances en la relación. Sinceramente no entendía mucho a Ethan, pero no merecía la pena llevarle la contraria, sobre todo en temas tan estúpidos que ese.

Al ver que no respondía y que me había quedado pensando en mis cosas pellizcó mi pezón, saliendo así de mi trance y haciendo que soltara un pequeño quejido.

—¡Auch! —Gemí mientras sobaba la zona afectada.

—Lo siento pequeña, pero te habías quedado ensimismada y no me contestabas.

—Estaba disfrutando de mi maravilloso sueño hasta que me has despertado.

—No te puedes negar que te ha gustado y que lo has gozado. —Dijo mientras me cogía de la cintura y me acomodaba sobre él.

—No voy a seguir hablando de eso. —Respondí mientras me acurrucaba en su cómodo pecho, ya sonrojada. —¡Hoy vamos a ir a por el gatito! —Solté de pronto ilusionada mientras levantaba un poco la cabeza para observarlo, no me podía negar, Ethan era demasiado guapo.

—Sí cariño, vamos a adoptar a nuestro pequeño o pequeña hija. —Contestó de una forma adorable.

—¿Aún no te ha dicho la protectora si es macho o hembra?

—No, me dijeron que hay de los dos, que cuando vayamos tendremos que ver y podremos elegir el que queramos. Hay cinco gatos en la camada que queremos y están todos libres.

—¡Qué bien! ¿Podemos adoptar dos? Ya que están los cinco libres...

—Ni losueños gatita, suficiente tendré contigo y con un nuevo ser vivo en casa.

Yo lo miré haciendo un puchero, pero su expresión facial seguí inflexible. A mis padres siempre les funcionaba esa cara, no sé porque a él no, supongo que cosas de demonios. bla, bla, bla...

—Aunque me encanta esa carita de niña inocente no me vas a convencer pequeña.

—Bueno, por lo menos lo hice de adoptar uno. —Respondí feliz volviendo a recostar mi cabeza en su pecho.

—¿Y qué nombres has pensado para él o ella? —Volvió a hablar.

—Pues si es macho he pensado en ponerle Sirio.

—¿Cómo la estrella?

—Sí, me gusta la astrología.

—Me gusta el nombre. —Dijo mientras me abrazaba más fuerte.

—Y si es hembra he pensado en llamarla Lunática.

—¿Lunática? —Cuestionó entre risas.

—Sí, aunque la apodaría Luna, su nombre completo sería Lunática Harks Brown, sinceramente no sé porque me gusta, simplemente lo veo especial.

—Dos cosas, la primera es que me encanta que le hallas puesto nuestros apellidos al gato, y la segunda es que ese nombre es muy común en las mascotas, pero ahora que lo pienso creo que ese sería un buen nombre, la camada de nuestro fututo hijo o hija es de color gris, como el color de la luna y la noche.

—Lo sé cariño, por eso la llamé así, creí que ese nombre la definiría muy bien. Además, soy muy fan de Harry Potter, en especial de Remus Lupin, cuando era adolescente estaba colada por él, creo que sería un sugar daddy ideal.

Noté como Ethan se tensaba debajo de mí, me encantaba ponerle celoso, aunque esta vez lo decía en serio, Remus Lupin sería un sugar genial, se preocuparía mucho por mí y me daría chocolates.

—¿En serio piensas que Remus Lupin sería tu sugar daddy ideal? —Preguntó un tanto enojado y muy celoso.

Yo no pude evitar soltar una pequeña risa, se había enojado mucho y eso me hacía reír, a veces se ponía celoso por tonterías y eso me causaba gracia. 


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Se que últimamente tardo bastante en subir, pero prometo estar más activa próximamente. 

Creo que en este capítulo ha quedado claro mi amor por Love is in the air y por Harry Potter.

He empezado a escribir otro libro llamado Amor en las notas que lo podéis encontrar en mi perfil también. Estaré escribiendo los dos a la vez, me haría mucha ilusión que os pasarais a leer, también tendrá escenas +18 y su temática es la música, la universidad y trata temas delicados como los TCA, espero que os guste mucho. 


Dama del demonio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora