Siete: Lo Desconozco

5.8K 468 26
                                    

—¿Qué?— Cuestioné en un tono más alto de lo planeado, mi padre frunció el ceño, claramente enojado. Pero no era comparado a como yo estaba. ¿En serio? ¿Traer a casa a una mujer, justo el día del aniversario luctuoso de mamá? No pensaba que mi padre fuese capaz de ello.

—Hijo, tienes que darte el tiempo de conoce...— Pero yo no lo dejaría terminar.

—¿Es en serio, papá? ¿Cómo te atreves? ¡Estamos en el aniversario luctuoso de mamá!— Lloré, y el abrió sus ojos. Ámber lucía, claramente sorprendida. No estaba al tanto de todo esto. —¿Qué? Acaso no recordabas? Oh, claro. ¡Estabas muy ocupado buscando a quien traer a casa!

Corrí escaleras arriba hacia mi habitación, donde me encerré. Mi padre me siguió, pero antes de tocar pude oír a Ámber susurrarle algo sobre darme tiempo de asimilar el asunto.

Me largué a llorar. Mamá debe sentirse muy triste donde quiera que esté, ya que mi padre no la recordó, no recordó su aniversario, y todo por culpa de su relación con Ámber. Pensé que mi padre era diferente, ¿saben? No pensé que sería de esas personas que suelen reemplazar a los demás.

Mi celular vibró en mis pantalones, y fruncí el ceño. Eso no pasaba muy a menudo, de hecho, jamás lo hacía. Supuse que era Michael, pero me di cuenta de que estaba equivocado cuando un número desconocido apareció en la pantalla. Deslicé mi dedo por la misma, contestando.

—¿Hola?— Dije sin ocultar mi desconcierto.

—Um, hola Justin.— La voz de Maddie resonó al otro lado de la línea. Quise colgar, pero eso sería grosero. ¿Para que me llamaba?

—Oh, Maddie. Hola, ¿que deseas?

En realidad, esperaba con todas mis ansias que preguntara por la tarea de trigonometría, para pasarle las respuestas y que la conversación acabara de una vez. Pero luego pensé, Dios, es Maddie Young con quien hablo. Primero me vuelvo el chico más sociable y popular de la universidad antes de que ella me pida una tarea. —Sólo... quería decirte que lo siento.— Arrastró las palabras, algo incómoda, quizá. ¿Pero por qué se disculpaba?

—¿Qué sientes?

—Michael me comentó que hoy... ya sabes... son seis años desde que tu madre falleció. Y quería disculparme por ello.

No sabía como me sentía en aquel momento. Primeramente, Michael no debería hablar de mis problemas con Maddie, ¿por qué lo haría? El hecho de que ella me guste, no quiere decir que tenga el derecho. Pero ya hablaría con él del tema.

Es increíble que Maddie se haya preocupado más por este día que mi propio padre, pero no quería la preocupación de ella. No de este modo. No quería su lástima, ella y yo no somos nada. Y a pesar de la fuerte atracción que siento por ella, haré lo posible por olvidarlo y continuar. De todos modos ya me había acostumbrado a la soledad.

—Muchas gracias, Maddie. Escucha, debo irme. Hablamos luego, adiós.— Y corté la llamada, queriendo evitar que oyera mi voz quebrarse.

El único recuerdo que quería de Maddie Young era, que gracias a ella me di cuenta de que no tenía que evadir la memoria de mi madre.

Y deduje que, mientras más lejos tenga a la chica, menos dolerá todo.

Tomé papel y lápiz, y como ya se estaba volviendo costumbre, comencé a redactar.

“Querida mamá;

no sabes lo molesto que estoy con mi padre.

Lo desconozco, ¿cómo pudo hacerte eso?

Lo siento tanto, mamá.

Pero, hey, no quiero que estés triste

porque yo no te he olvidado.

Espero que hayas oído lo que te dije en el cementerio.

Oh, hoy Maddie me ha dado el pésame por ti,

me alegra saber que pensó en mi y en mi dolor,

pero no quiero seguir cerca de alguien que sé no siente lo mismo que yo.

Así que, trataré de alejarme de ella,

por el bien de los pedazos restantes de mi corazón.

Tomé la carta y la puse junto con las otras, me gustaba llevarlas conmigo pero después de lo que sucedió decidí que era mejor dejarlas en un lugar donde estuviesen seguras.

Las coloqué en una pequeña caja, que había posicionado al lado de una fotografía de mi madre, y me fui a dormir.

Al día siguiente, me desperté sin querer realmente salir de mi habitación, para evitar cruzarme con mi padre, sin embargo lo hice pues quería ir a visitar a mamá.

Me dirigí a la puerta principal, mi padre estaba en la cocina. Podía sentir su mirada atravesando la carne de mi espalda, pero simplemente lo ignoré.

Fui hasta la tumba de mamá, y vi que no estaba solo en el cementerio como ayer. Había una chica unos cuantos metros lejos de mí. Pude oírla sollozar, diciendo que extrañaba a su padre.

Creo que sintió mi mirada y se volvió hacia mí, revelando su mirada con el maquillaje corrido y ojeras promienentes. Oh, Dios.

Maddie.

Chanel → j.bDonde viven las historias. Descúbrelo ahora