-Día 9-

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Escrito por @GatosGatosGato

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Día 9.

Guillermo despertó con un fuerte dolor de cabeza, seguía dormido en la cama de Zeus, suspiro pesado al recordar todo lo que había pasado la noche anterior.

Zeus seguía dormido, Guillermo pasó su mano por su mejilla, notando que estaba algo caliente, seguro tenía fiebre.

-Zeus, despierta.

El pequeño abrió los ojos un poco y sonrió al ver a su padre junto a el. Seguido de esto hizo una mueca y tosió. Si, definitivamente estaba enfermo.

-Me duele papi.

-¿Mucho? -el pequeño asintió- Pues hoy no irás a la escuela.

-¿No? Papi Samu se va a molestar.

-Claro que no, el… -Guillermo suspiro- El ya se fue a trabajar, así que hoy te quedas y te cuido yo. ¿vale?

El pequeño asintió emocionado. Amaba quedarse con su padre.

Un relajante silencio invadió la habitación del pequeño. Guillermo estaba metido en sus pensamientos. ¿Había vuelto Samuel? ¿Habría dormido aquí o con ella? ¿Por qué? Eran algunas de las preguntas que pasaban por su mente.

-Papi… -susurro Zeus sacándolo de sus pensamientos.

-Dime. -sonrió acariciando su cabello.

-¿Por qué peleaste con papi Samu?

Un nudo en la garganta de formo en Guillermo, ¿Lo escucho?

-Cosas de papis. -susurro sin saber que decirle, no podía decirle la verdad, no quería.

Zeus hizo una mueca y suspiro.

-Tu me debes una explicación Zeus -el pequeño volvió a mirar a su padre. -¿por qué te peleaste en la escuela?

-Porque…. -Zeus bajo la mirada, Guillermo noto como de sus ojitos salían lágrimas- Mi dibujo.

-¿Tu dibujo? ¿te dijo que estaba feo? -Zeus negó.- ¿Por qué?

-Porque no tengo mamá. -y el pequeño de soltó a llorar en fuertes sollozos mientras abrazaba a su padre, Guillermo se quedo de piedra al escuchar eso. ¿Por qué a el le sucedían estas cosas? No se dio cuenta cuando de igual manera las lágrimas caían por sus, ahora menos, abultadas mejillas, abrazo a su pequeño contra su cuerpo, aguantando los sollozos. Dejo que las lágrimas salieran, al igual que las de su pequeño, hacia falta que lloraran, tanto el como el pequeño, para que se sintieran un poco mejor.

Cuando Guillermo se calmo un poco y pudo formular palabra, hablo.

-Zeus.. ¿Te hubiera gustado tener una mamá? -Zeus se quedo en silencio con los ojos cerrados, típico de el cuando no quería hablar.-Dime cariño, no me molestare.

-No. -susurro. -Me gusta tener dos papas.

-Si es así, no deberías llorar, ese tonto se merece que le hayas golpeado.

-Tu dijiste que no debí hacerlo.

-Lo se- Guillermo se río un poco- olvida todo esto.. ¿okey? ¿Quieres desayunar?

Zeus asintió, Guillermo se levanto de la cama y tomó a su hijo en brazos, para luego pasárselo por el hombro cual costal de papas. Zeus sólo se reía, y daba pequeños puños en la espalda de su padre, que bien no era una madre pero a veces, sólo a veces, hacia el papel de una madre cariñosa y atenta que cuidaba y se preocupaba mucho a su pequeño. Y eso le dolía, demasiado.

Guillermo le preparo el desayuno, bueno, algo así, le dejo que comiera cereales. Después se fueron al doctor para que le diera medicamentos a Zeus y de ahí fueron al parque para que se despejará su mente un poco, cuando regresaron a casa, ya de noche, lo dejo en el salón viendo algún programa en la televisión.

Guillermo subió a su habitación, quería ver si Samuel había llegado ya, abrió la puerta y para su sorpresa, ahí estaba Samuel, sentado en el filo de la cama, mirando hacia el piso, con la misma ropa de ayer y una evidente mejilla roja.

Guillermo se acerco a el, por algún motivo verlo así, en esas pintas, le partía el corazón. Se sentó a su lado y le miro en silencio, esperando a ver la reacción de Samuel.

Nada, no dijo nada, sólo miraba el piso.

-Lo siento. -Samuel alzo la mirada, encontrándose con la cálida mirada de Guillermo. -Lo siento Samuel, no debí… -se quedo en silencio y señalo su mejilla roja.

-No.. Me lo merecía. -suspiro y volvió la mirada al piso.- Me merezco todo lo que me pase, soy un mal padre.

-Claro que no lo eres.

-Claro que si, ni siquiera conozco a mi hijo, no se casi nada de el, que le gusta, que no le gusta, por que se comporta de manera tan… Rara algunas ocasiones. -suspiro pesado y se quedo en silencio, un silencio que duro poco. - ¿De verdad piensas que fue un error habernos casado?

Samuel miro a Guillermo esperando la respuesta.

-No. -suspiro- Aunque ahora nos estemos… -guardo silencio omitiendo la palabra-Tu sabes… no pienso que fue un error. Ayer estaba muy molesto, dije cosas que no siento. -se quedo en silencio. No quería seguir hablando, se conocía perfectamente, si seguía sabía que terminaría llorando y pidiéndole a Samuel que no lo dejara, que aún lo amaba, pero las cosas ya se habían decidido. No había vuelta atrás.

-Yo igual lo siento, prometo.. Prometo cambiar, por Zeus. No quiero que tenga una mala imagen de mi.

-Me alegra oír eso.. -Guillermo un poco dudoso, se acerco y beso la mejilla roja de Samuel y se levanto. -¿Quieres cenar?

Samuel asintió, ambos bajaron a donde estaba Zeus y tras un ligero debate, decidieron pedir pizza, ver películas y tres se quedaron dormidos en el sofá, mañana sería sábado, mañana debían ir a la escuela de Zeus a hacer servicio comunitario, pero eso ya sería mañana. Ahora sólo se dedicaron a dormir en el sofá, Samuel a la izquierda, Guillermo a su lado con la cabeza apoyada en su hombro y Zeus en sus piernas, como una familia.

Un Mes. -Wigetta. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora