-Día 11-

10K 1K 415
                                    

Escrito por @GatosGatosGatos

-------------------------------------------------------------------------

Día 11.

Guillermo despertó cansado, se levanto de la cama. Se di cuenta de que aún tenía pintura del día de ayer y decidió ducharse, recordado lo que había pasado, haber despertado en el sofá con Samuel, la “guerra” de pintura y el beso, ¿Por qué lo besaba? ¿Por qué se torturaba el sólo con esos actos?

Finalmente salió de la ducha, Samuel no estaba en la habitación, así que se vistió, se puso los bóxers y se miro en el espejo, ahí estaban esas manchas moradas y azules, pequeñas, pero estaban. A cualquiera le salen ¿no?

Se vistió rápido, arregló su cabello y fue a la habitación de Zeus, lo despertó y arregló, para luego ir a preparar el desayuno, al entrar en la cocina encontró una nota de Samuel.

"tuve que salir, prometo regresar temprano -Samuel"

Guillermo guardo la nota y se puso a preparar el desayuno.

[…]

Estaban en el patio de la casa, tenían un gran jardín y una pequeña piscina, junto con varias sillas típicas de playa para descansar.

Zeus jugaba con sus juguetes en el pasto mientras Guillermo lo vigilaba desde la silla, traía sus gafas de sol, una camisa floja y unos pantalones cortos.

-¡Zeus!

Un femenino grito llamo la atención del pequeño, del otro lado de la vaya, estaban dos mujeres. Sol y Tania, las vecinas.

Tania tenía uno año que se había mudado a un lado, ella era madre soltera, Sol era su hija. Sol asistía a la misma escuela de Zeus, era de su misma edad. Guillermo recordó el día que la conoció, no dejo de hablar de la niña nueva por unos días, hasta descubrir la sorpresa de que la niña nueva era su vecina. Desde entonces los pequeños fueron mejores amigos y Tania se volvió una de las pocas amigas que Guillermo tenía.

-Hola chicas.- Alzo la mano Guillermo saludando a ambas.

-¿Quieres venir a jugar Sol? -la pequeña miro a su madre, la cual asintió, minutos después ya se encontraban los pequeños jugando y los padres mirándoles desde las sillas.

-¿Cómo va todo Guille? -pregunto Tania mirándole, era evidente que algo había cambiado en su amigo, sólo que no notaba el que.

-Bien.- se limitó a responder, seguido de un suspiro triste.

-¿Seguro? No suenas como si lo estuvieras.

-He tenido problemas, es todo.

-¿Con Samuel?

Guillermo asintió y miro sus dedos, no entraría en detalles, pero debía contarle a alguien.

-Ya no es lo mismo, esta diferente conmigo, con Zeus. Creo que tiene un amante.

-No pienses eso Guille, es una etapa, todos los matrimonios pasan por un mal momento.

-¿Tú pasaste por un mal momento? -Tania asintió- ¿Y te divorciaste? -ella volvió a asentir.

-Pero la diferencia entre lo mío y lo tuyo, es que Samuel te ama, eso de nota.

-Lo dudo. Hace unos días dijo que se arrepentía de habernos casados.

Y no pudo más, rompió en llanto, un llanto silencioso sin llamar la atención de los pequeños. Guillermo se levanto y camino hacia la casa, seguido de Tania, entraron a esta.

-Guillermo, soy tu amiga, dime que pasa, por favor.

Guillermo miro a Tania, aunque tenían poco tiempo de conocerla, existía la suficiente confianza para contarle. Y así lo hizo, le contó todo, bueno, casi todo.

Un Mes. -Wigetta. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora