Un Mes. -Wigetta.

-Día 21-

Escrito por @GatosGatosGatos Felicitenla o Estefania matara a sus padre(?

Día 21

Miércoles. Mitad de semana, desde lo que había pasado ayer, las fuertes declaraciones de Estefania hacia Samuel, el día le había pasado muy rápido para Samuel, quién se había hecho el propósito personal de no descuidar tanto a su pequeño. Su pequeño, así le decía Samuel a Guillermo.

"-¿Estas celoso? -Samuel sonrió al ver la adorable mueca en el rostro de Guillermo- Nunca te cambiaría por nada pequeño.- Lo envolvió en sus brazos mientras le daba un beso en la mejilla.

-No me digas pequeño, soy más alto que tú.

-Pero eres 4 años menor que yo, eres pequeño.

-Y tú un anciano pedófilo, podrías ser mi padre.

-El exagerado lo llamaban.

Guillermo no pudo evitar hacer un adorable puchero y Samuel tomar sus mejillas y plantarle un beso a su exagerado esposo"

Los recuerdos dolían, y a Samuel no le quedaba duda de ello, pero tampoco quedaba duda de que ahora su pequeño era Zeus, no Guillermo, a el debía cuidar, aunque para cuidarlo, debía ser atento con Guillermo.

Así que le daría la sorpresa de llegar temprano, como en los viejos tiempos.

Por otra parte Guillermo se encontraba en su hogar, la casa estaba hecha un desastre, trastes sin limpiar, cosas por el suelo, en fin.

Recordaba como antes se esforzaba por mantener la casa limpia para Samuel, pero ahora ya no podía, había perdido la ilusión de recibir un halago por parte de el. Estaba cansado, y el doctor le había dicho que guardará reposo, ya que últimamente se sentiría más cansado, más débil, lo triste de tener una enfermedad como esa.

Ahora quería dormir, con unas mantas, una película que no se molestaría en ver y su pijama puesta, se acomodó en el sofá y comenzó a no ver la película, a los pocos minutos sentía sus párpados pesar, el sueño se estaba apoderando de el. En eso, llamaron a la puerta.

Guillermo bufó, quería dormir, así que paso de abrir, no esperaba a nadie, su madre o la madre de Samuel llamaban antes de venir, Samuel traía llaves y si era la mujer del otro día o Tania, simplemente no. 

Pero sea quien estuviera del otro lado de la puerta era insistente, o trataba de hacer una canción con el sonido del timbre. Frustrado, decidió ir a abrir la puerta. Cuando estuvo a punto de abrirla, acomodó un poco su desacomodado cabello y abrió. Del otro lado estaba un hombre alto, cabello castaño claro y ojos verdes, una enorme sonrisa pintaba en sus labios, y sus manos jugaban con su camisa de gatitos espaciales.

-¡Willy!

-¡Rubén!

Ambos chicos se dieron un efusivo abrazo, Rubén era uno de los mejores amigos de Guillermo, por no decir que el segundo, el primero era Samuel, aunque Rubén tenía más tiempo de conocerlo, y no sólo hablando de lo sentimental.

-¿Qué haces por aquí? -pregunto Guillermo una vez que tomaron asiento en el sofá.

-Vine a visitarlos... -Rubén miraba toda la casa, era la primera vez que estaba ahí, se le había increíble que no estuviera limpia, Guillermo había sido siempre un obsesivo por la limpieza, su mirada se volvió a posar en Guillermo. -Te ves terrible

-Vaya, 3 años sin vernos y me dices eso, gracias.-Guillermo soltó con una risita nerviosa.

-¿Todo bien? Willy me preocupas.