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Tras tomarse el desayuno, Zee se pasó el tiempo moviéndose por todo el salón, esperando que llegasen las nueve y su guardaespaldas apareciera pues quería saber que diría este sobre su cita con Perth y su encuentro con el delta.

Cuando al fin el reloj dio la hora, el alfa caminó hasta el garaje, donde se encontró al omega esperándolo apoyado en la pared exterior.

Cuando al fin el reloj dio la hora, el alfa caminó hasta el garaje, donde se encontró al omega esperándolo apoyado en la pared exterior

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-Hoy no saldré a ningún lugar, me quedaré en casa-dijo tras olfaterar el aire y no hallar rastro del fotógrafo en el omega.

El guardaespaldas asintió en silencio y acto seguido siguió a este hasta el interior de la casona, mientras que en su interior se libraba una batalla por soltar todo lo que estaba pensando.

Una vez dentro, el alfa se sentó en el sofá y cogió una revista sin dejar de observar por el rabillo del ojo cómo el castaño guardaba silencio y se colocaba junto a uno de los ventanales.

Tras una hora de estar allí, escuchando respirar y toser intencionadamente a su protegido, el omega resopló con frustración.

-Oiga ¿en serio piensa pasarse el día ahí sentado?

-¿Y a dónde quieres que vaya?-habló Zee acomodandose tras comprobar que el cuello del omega no tenía marca alguna-... es sábado, no tengo trabajo.

Saint entonces se le acercó y lo miró con molestia.

-¿En serio?, tenía entendido que eran muchos los comprimidos que tendría y que usted salía a cada rato.

-Si, bueno pero ya no, he decidido cambiar de vida y ser serio.

El omega frunció el ceño.

-Bueno pero habrá algo que le guste hacer aquí, no sé...quizás tomar el sol en la piscina, pasear por el jardín, leer al aire libre...

Zee chasqueó la lengua con desagrado.

-Nop, prefiero quedarme en el sofá y hablar, anda siéntate y charlemos.

El guardaespaldas entonces se tenso.

-¿Hablar?, ¿de qué?, Yo no soy su amigo, soy su escolta...ande piense algo, yo no puedo estar aquí parado sin hacer nada.

El alfa bufó con molestia.

-Eres muy pesado ¿Lo sabes?... Mi antiguo guardaespaldas me gustaba más, él era callado y se quedaba quieto como un buen perrito guardián...Anda, si tanto quieres moverte, vete a la cocina y traeme un refresco, estoy sediento-dijo este con desdén.

El castaño entonces gruñó y acto seguido se le acercó hasta quedar a escasos centímetros de la linda cara del alfa.

-Mira niñito rico, aunque soy omega, soy guardaespaldas, a ver si te lo metes bien en tu cabecita de niño caprichoso y consentido... Yo estoy aquí para protegerte y velar por ti, no para ser tu perro faldero, ni tu criado.

6. Yo soy Tu Dueño -Zaintsee, Mewgulf, Meanplan Omegaverse  TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora