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Saint y Zee aún conmocionados por lo sucedido, recogieron todas sus cosas con ayuda de uno de los guardias beta de la mansión pues las doncellas eran omegas y ante el celo del joven alfa aún presente estaban tan débiles y temblorosas como lo estaba el guardaespaldas.

...—¿Qué haremos ahora, Zee?—preguntó el castaño muy afligido—… quizás po-podemos ir al motel donde yo estaba alojado o incluso a casa de mis padres, aunque estaremos algo apretados pero por unos días.

—No, no iremos allí, estamos en celo—habló Zee mirándolo mientras se subían al taxi minutos después—…yo tengo dinero ahorrado de mis trabajos como modelo, así que iremos a un hotel y cuando se pase, buscaremos una casa para vivir, no te preocupes

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—No, no iremos allí, estamos en celo—habló Zee mirándolo mientras se subían al taxi minutos después—…yo tengo dinero ahorrado de mis trabajos como modelo, así que iremos a un hotel y cuando se pase, buscaremos una casa para vivir, no te preocupes.

El joven alfa ni siquiera había querido coger su coche o su moto pues habían sido regalo de su padre y cómo este le había despreciado, ya no quería nada de él tampoco.

A Zee le dolía profundamente que su progenitor fuera capaz de echarlo de ese modo e incluso preferir al delta antes que a Saint pero lo cierto era que este no sabía nada de las verdaderas razones del viejo empresario.

Saint por su parte estaba tan debilitado y frágil como nunca creyó estarlo y apenas podía pensar y eso lo tenía molesto y confuso pues jamás se había sentido así.

A pesar de tener otros celos, su medicación lo había ayudado pero por alguna razón Zee había anulado todo eso y por todo eso, le hizo pensar que en verdad había encontrado al que todos llamaban destinado.

Minutos después, el taxista dejó a la pareja frente al hotel que el alfa le había indicado y tras registrarse con prisas, subieron a una habitación pues el omega volvía a tener otro ataque de celo y estaba llenándolo todo con su feromonas.

—Alfa...alfa...duele...duele...

—Shsss...tranquilo, mi amor,ya llegamos...ya llegamos.

Zee hizo verdaderos esfuerzos para resistirse antes de poder cerrar la puerta y llegar a la cama, ya que a pesar de su enfado por lo sucedido con su padre, que le había hecho tener la mente un poco más fría, el olor del castaño era realmente irresistible.

Pronto la ropa les sobró por completo y entonces ambos se dejaron caer en el colchón, mientras una guerra de besos los hizo jadear de deseo.

Poco después, el alfa comenzó a lamer el pecho del omega con desespero, mordiendole las tiernas tetillas, mientras se moría por marcarlo, ya que no había podido hacerlo la vez anterior.

—Mío ...mío...

Sus músculos doblaron su tamaño y sus colmillos se abrieron camino en sus encías, ansiosos de deseo por morder a Saint, el cual abrió las piernas, soltando erótico suspiros que,  volvían aún más loco a Zee.

Una fuerte corriente le recorrió la espina dorsal hasta su polla, la cual moría por introducirse en el omega pero quería ser paciente disfrutando del acto, así como también hacer disfrutar a Saint.

Tras muchos besos y caricias más recorriendo el cuerpo del omega, este suplicó.

-Quiero sentirte, mi alfa, te necesito... llename de ti.

El joven alfa sonrió ante eso y con su mirada oscurecida, se colocó en posición.

-Mío...mío...

Poco a poco, este se introdujo muy fácilmente en Saint pues chorreaba lubricante y estaba muy dilatado por el deseo que sentía.

El omega arqueó su espalda al sentirse lleno, por lo que además soltó un fuerte suspiro cuando el alfa tocó su próstata, antes de comenzar con un vaivén de acompasadas estocadas, sacando y metiendo su polla, primero despacio y luego incrementando el ritmo, haciéndolos jadear de placer.

Minutos después, el omega se corrió en su propio vientre, mientras que Zee sintió próximo su nudo, así que lo preparó susurrándole palabras al oído mientras su nudo se hinchaba.

—Mío...mío...

—Siii...tuyo...tuyo...follame...follame....

Sin vacilar ni un segundo, Zee se relamió y a continuación clavó sus fauces en el cuello del omega, a la par que este soltaba un desgarrador grito mientras que sentía su interior llenarse de semilla.

-Aaaah mío...mío.....aaah, te amoooo... aaah, te amoo-susurró Zee entre jadeos.

—Si soy tuyo...mi alfa...mi alfa...yo también te amo- susurró Saint totalmente abandonado a su celo, mientras se agarraba a la espalda de este con fuerza.

Tras unos minutos soltando su semen y lamiendo la marca, el alfa salió del omega y se tumbó exhausto en la cama a su lado.

Ambos respiraban agitados tras compartir ese segundo y gran momento, él cual si esta vez hubo lazo, ademas de mucho amor.

Finalmente, los amantes se quedaron dormidos por unas horas, hasta que nuevamente el celo de Saint se hizo presente y una vez más, este fue cubierto, mordido y llenado por Zee, su protegido joven alfa, ahora convertido en su dueño.

Estos se abrazaron y volvieron a dormirse pues debían descansar, ya que por delante le quedaban aún varios días por delante, donde tendrían más copulas.

En medio de su éxtasis, el joven alfa tuvo momentos de lucidez, donde volvía a recordar a su padre y lo que le había hecho pues jamás creyó que este lo despreciaría como hijo y lo echaría de su casa, tan solo por desobedecer sus ordenes.

Lo cierto era que William tenía muchos negocios pero no solo los que Zee sabía, sino otros más peligrosos y ocultos, de los que su hijo no estaba al tanto pero si lo estaba Kao, quién tenía al viejo alfa totalmente agarrado.

El viejo alfa debía hacer lo que el delta le decía, ya que lo tenía amenazado con declararlo a la policía si no permitía que se desposase con su único hijo.

William había echado a su heredero en un arrebato de desesperación pero no creyó que este se iría en verdad y menos durante la noche, lo cual él descubrió en la mañana siguiente, cuando las doncellas y el guardia se le dijeron.

...—Maldita sea Zee, ¿Por qué eres tan terco?, solo quería ganar tiempo, ahora los dos estaremos muertos y también tu omega, al cual ahora veo que fue un completo error contratar.

—Maldita sea Zee, ¿Por qué eres tan terco?, solo quería ganar tiempo, ahora los dos estaremos muertos y también tu omega, al cual ahora veo que fue un completo error contratar

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6. Yo soy Tu Dueño -Zaintsee, Mewgulf, Meanplan Omegaverse  TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora