-34-

749 131 29
                                    


Saint caminaba con sus manos a la espalda sin poder dormirse, ya que estaba bastante desconcertado con todo lo que le estaba sucediendo con su protegido.

Durante días, este había estado comportándose muy raro y no lograba entender que ocurría, además de que su interés por el joven alfa estaba tornando a un matiz amoroso.

...-De verdad que no lo entiendo, ¿Desde cuándo acá me gusta todo de él?—habló molesto—....¿Y desde cuándo le agrada ese idiota de Kao?...dice estar interesado en mi y de buenas a primeras sale con él a cada paso.

El guardaespaldas chasqueó la lengua con fastidio mientras apretaba los puños, ya que no sabía el motivo exacto pero el solo creerlos revolocándose le hacía perder el Norte.

De repente, el omega detuvo sus pensamientos pues escuchó ruidos y voces procedentes del pasillo, así que sigiloso se acercó a la puerta pero no logró entender nada en claro, así que giró el pomo para ver que pasaba.

Eran más de las tres de la mañana y deberían estar todos dormidos en la mansión pero sin embargo, Zee era el que estaba haciendo ese escándalo.

—¿De dónde viene?, oh por Dios, ¿Y que hace ahí en el suelo?—susurró el castaño viéndolo.

—No podía dormir hip, mi vida es un infierno...mi padre es un maldito dictador hip...y-yo no quiero casarme hip, prefiero estar muerto hip.

Saint negó con la cabeza.

—Ande, no diga eso —habló nuevamente acercándose y ayudándole a levantarse—…venga, vamos o su padre se enterará de esto y pondrá el grito en el cielo.

El joven alfa sonrió y acto seguido levantando la mano para acariciar la cara de este.

—Siempre cuidas muy bien de mí, eres tan lindo hip...por eso me gustas tanto hip...me gustan tus ojos, me gusta tu pelo hip, amo tu sonrisa hip y me gust...

—Solo divaga porque está ebrio, ande camine—le interrumpió el castaño mirándolo fijamente—…no sabe ni dónde está.

El mayor ya incorporado, posó su cabeza en el pecho del omega y rompió a llorar.

—Jamás he dicho una verdad tan grande como esa hip...te amo, Saint y no entiendo porqué me odias tanto.

El omega suspiró con pesar.

—Yo no lo odio, jamás podría hacerlo.

Mientras echaban a andar, Saint intentaba no ceder ante la petición de su omega interior, el cual no dejaba de revolucionar sus hormonas desde que se había acercado al alfa.

-¿De veras?, hip... ¿N-No me odias, Saint?, hip.

—De veras...ande, vaya a descansar.

Tras llegar a la habitación del joven alfa, este lo dejó caer sobre la cama y comenzó a sacarle los zapatos, también los calcetines, para luego continuar con el resto de la ropa.

—Saint...te amo hip...te a-amo, no quiero casarme, yo no amo a Kao hip—balbuceaba Zee tumbado sobre su colchón.

Cuando el omega reparó en que el joven alfa ya tan solo tenía puesto el boxer, caminó hasta la cómoda para buscarle un pijama pero de pronto sintió un fuerte latigazo en su interior que lo hizo doblarse.

-Oh no joder...ahora no...no..no...

Saint notó como si un puñal le atravesara el estómago, así como también sintió como su piel comenzaba a arder en llamas y su interior se habría paso queriendo tomar el control.

—¿Qué me ocurre?, ¿Por qué ahora?

Su entrada entonces, empezó a lubricarse y sus piernas temblaron con una debilidad tan repentina, que apenas podía tenerse en pie.

6. Yo soy Tu Dueño -Zaintsee, Mewgulf, Meanplan Omegaverse  TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora