Saint es un hermoso y delicado chico con piel de porcelana, el cual creció junto a sus dos hermanos mayores, muy distintos a él.
Su padre, un alfa ex militar y dueño de una academia de defensa y entrenamiento personal, decidió que en cuando estos ll...
Tras llegar a casa desde el hospital donde acababa de conocer a su sobrina, Saint comenzó a notarse cansado, mareado y con el estómago revuelto, aunque pensó que era algo que le había sentado mal y no le dio importancia.
Este estuvo así durante varios días y a pesar de que Zee intentó convencerle de ir al médico, él se negó.
Finalmente, tras una semana así, este ya no pudo más y muy nervioso y asustado, acudió a la clínica y explicó lo que le pasaba.
...-Bueno señor Suppapong, en principio debe estar tranquilo, le haremos unas pruebas y daremos con el causante de esos síntomas, ¿De acuerdo?- le dijo uno de médicos tras escucharle.
Este asintió mientras Zee lo abrazó fuertemente.
-Tranquilo mi cielo, todo saldrá bien....Seguro que no es nada grave-le dijo el alfa dándole un beso antes de que una enfermera se lo llevase.
Treinta minutos después, el omega llegó en silla de ruedas a la sala de espera, donde Zee estaba intentando conservar la compostura y no derrumbarse por el miedo que sentía pues temía que el castaño si tuviese algo malo.
Tras un angustioso tiempo de espera más, el doctor ya tuvo todos los resultados de todas las pruebas que le habían hecho, así que la enfermera vino por ellos y fueron a un despacho para hablar.
El castaño cogió fuertemente la mano de su alfa y ambos miraron al doctor con sus ojos brillantes y conteniendo las lágrimas.
-Bien señor Suppapong, después de todos las pruebas, he de decirle que está perfectamente...No tienes nada malo-dijo este con una sonrisa.
-Entonces, ¿por qué vomito, me mareo y me encuentro tan cansado doctor?- preguntó confuso Saint.
-Bueno pues porque lo que le pasa no es malo como le dije, al contrario, es un regalo.
Ahora si que tanto el omega como el alfa no entendían nada.
—¿Qué está diciendo?
-Enhorabuena, ustedes serán padres.
Al escuchar tal cosa, Saint dio un brinco en la silla, mientras que Zee se quedó totalmente en shock.
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-¿Em-Embarazado?...oh Dios mío no puede ser, yo tomo medicación, eso debe ser un error-habló incrédulo el castaño.
El médico entonces negó mostrándole los resultados.
-No hay error alguno, señor Suppapong, se lo aseguro, está usted en estado.
El moreno alfa finalmente reaccionó y sonrió feliz pues no solo Saint no tenía nada malo, sino que le iba a dar un hijo.
-Te amo tanto, mi amor-dijo este abrazándolo con fuerza-...un hijo tuyo y mío.
-Yo también te amo, Zee pero no estamos preparados, yo no sé nada de bebés y además está lo otro...ya sabes, lo de Kao.
